Fernández, entre el “aislamiento” y la defensa de los propios antes que los “guiños” a sus socios políticos
En las horas posteriores a los tres cambios en el Gabinete nacional hubo enojos y molestias; en el oficialismo se repartieron las opiniones sobre las decisiones del mandatario
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El día después de los cambios en el Gabinete, en el albertismo defendieron la forma en que se decidieron los reemplazos de los tres ministros salientes, así como los nombres de las flamantes titulares de las carteras de Desarrollo Social, Trabajo y Mujeres, Géneros y Diversidades. Fue una reacción en paralelo a las posturas de los sectores que intervienen en cada una de esas áreas y de los socios internos en la coalición oficialista, que marcaron sus diferencias con lo sucedido.
Sin terminales políticas, sociales, sindicales que reconozcan como “propias” a ninguna de las ministras que asumirán el próximo jueves, en las filas de Fernández se encargaban de asegurar que el mandatario eligió personas “idóneas” para los cargos y “amigables” para los sectores que tendrán diálogo con ellas.
Este fin de semana, Fernández tomó las decisiones apoyado en la intimidad de su círculo más cercano y así lo hizo trascender. El hecho no tardó en volver en forma de respuesta por el ministro bonaerense y secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque. Principal vocero de las molestias en el kirchnerismo duro con el mandatario, dijo que “no es bueno que haya trascendido que no todo el Frente haya sido consultado a la hora de tomar esas determinaciones”.
En Casa Rosada buscaban pasar por alto la nueva postura de Larroque, a quien muchos reconocen como uno de los mayores críticos del mandatario, y preferían ver que, a pesar de eso, “rescató” la figura de Victoria Tolosa Paz, de las filas de Fernández y la nueva ministra de Desarrollo Social. “Le rescató lo que ella viene haciendo en materia social y que se puede dialogar”, insistían con cierto alivio. “Es casi un respaldo”, se ilusionaban en Balcarce 50, donde también creen que esa cartera “está tan parcelada desde el vamos (en referencia a diciembre de 2019, porque tienen secretarías tanto los movimientos sociales como La Cámpora) que así va a seguir funcionando casi como hasta ahora”, completaban.
Sobre Tolosa Paz, el albertismo buscaba por estas horas que se le reconozca el trabajo que “vino haciendo” con la “mesa del hambre”, la que admitían que, “empezó funcionando casi como un ministerio bis”, pero que terminó más como un sello que con un resultado concreto.
La izquierda piquetera
“Los antecedentes de Tolosa Paz en esta materia no son buenos. Si usted me pregunta quién del Gobierno actual sabe de este tema, diría rápidamente que Daniel Arroyo. Después están las limitaciones presupuestarias”, dijo en las últimas horas el dirigente social Eduardo Belliboni.
La dureza del dirigente de la izquierda se extendió aún más: “Que en una semana renuncien tres ministros habla de una crisis política del Gobierno nacional”. Belliboni agregó: “Venían a llenar las heladeras y hoy gobierna el Fondo Monetario Internacional”. El representante de la Unidad Piquetera deberá sentarse en los próximos días con Tolosa Paz, en medio de un conflictivo escenario social.
El nombre de Raquel “Kelly” Olmos en Trabajo, para reemplazo de Claudio Moroni, generó malestar en la CGT, desde donde se reconocieron “sorprendidos” con la designación. Desde allí se sinceraron con LA NACION y admitieron que no había habido interlocución por el tema. Desde la distintas vertientes de la central obrera, que hasta ahora viene siendo uno de los principales apoyo de Fernández, se habían sugerido otros nombres que no fueron tenidos en cuenta.
“Eligió a las personas que iban a ser amigables para ellos”, dijo una alta fuente del oficialismo sobre los nombres elegidos por Fernández y en referencia a los sectores que interactuarán con ellos. “Hubo diálogos, porque con los tres sectores hay buena interlocución, pero no hubo una consulta directa, porque sino estás poniendo él o la ministra que te pide alguien y acá quien decidió es el Presidente”, lo defendieron.
En el caso de la designación de Ayelén Mazzina, quien sucederá a Elizabeth Gómez Alcorta, cerca de Fernández aseguraron que se trató de un “guiño” a los gobernadores, al elegir a alguien promovido por el mandatario de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, al tiempo que aseguraban que también “fue bien recibido por el sector de género”. “Francamente no creo que los gobernadores lo vean así”, se sinceró, sin embargo, un funcionario de las propias filas del mandatario.
En medio de una nueva jornada parsimoniosa en Casa Rosada y con el presidente en San Martín de los Andes, cerca del funcionario también hicieron hincapié en que Fernández “ya está acostumbrado a los costos políticos de todas las decisiones que toma” e insistieron en que decidió “en soledad” los cambios porque, “los que salían eran tres suyos”, en referencia al loteo de Ministerios que hubo al comienzo de gestión.
Aunque estaban quienes se sinceraban y reconocían que el diálogo con la vicepresidenta Cristina Kirchner está “completamente cortado”. “En política a veces no te queda más que hacer con lo que tenés”, afirmó una fuente que conoce de cerca el funcionamiento de la coalición y las limitaciones de las últimas horas para ver quién se haría cargo de las carteras vacantes, en un nuevo capítulo de crisis interna.
“Esto va a ser así hasta el final de la gestión, porque este Gobierno es el resultado del experimento del desayuno de un sábado a la mañana por Youtube y Twitter”, evaluó un “albertista moderado” en referencia al origen público de la coalición, que se anunció en mayo de 2019 por medio de las redes sociales de Cristina Kirchner.
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