Fernández prometió en Córdoba volver "mejor que antes"

CÓRDOBA.- Sin la presencia de Cristina Kirchner, Alberto Fernández cerró su campaña en Córdoba, la provincia donde en 2015 el kirchnerismo enfrentó su resultado más desfavorable. La apuesta principal fue curar las cicatrices con el peronismo cordobés y acortar distancia con Juntos por el Cambio que busca mantener su ventaja.

En su discurso, Fernández insistió con que buscan volver "para ser mejor que antes", y recalcó que "no quería estar ausente" en Córdoba la que, reiteró, debe "ser parte de la Argentina". Se autodefinió como el "más federal de los porteños" y recordó su compromiso de "construir junto a los gobernadores". En esa línea sostuvo que será equitativo con las medidas que tome y con los recursos que administre si llega a la Casa Rosada.

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La ausencia de la compañera de fórmula era previsible, en virtud de la resistencia que encuentra en el PJ local. Se resolvió incluso que no presente su libro en Córdoba, como pretendía La Cámpora, para no generar más tensiones. La figura de la expresidenta genera más resistencia entre los cordobeses que la de Fernández y eso marcó la estrategia de campaña. Sergio Massa, Victoria Donda, Felipe Solá y los candidatos a diputados acompañaron a Fernández, quien fue presentado como "el próximo presidente de la Argentina". Uno de los ausentes fue Carlos Caserio, presidente del bloque de Senadores del PJ y del peronismo cordobés, por entender que había sido organizado por el "kirchnerismo puro" y que si bien apoya a Fernández, acompaña la boleta corta que impulsa el gobernador Juan Schiaretti. En cambio estuvieron los candidatos del kirchnerismo a diputados Eduardo Fernández, Gabriela Estévez, Pablo Chacón, Mirta Iriondo, Franco Saillén y Cecilia Merchán, quienes hablaron antes que Fernández. El peronismo que acompaña a Fernández está convencido de que lograron levantar el piso de 19 puntos que sacó Daniel Scioli en octubre de 2015 cuando Mauricio Macri logró 53%. Aseguran que están entre los 28 y los 30 puntos.

En la movilización de militantes tuvieron un rol decisivo los gremios; participaron la CGT Rodríguez Peña (a la que pertenece el Surrbac que tiene a Saillén como candidato), las dos CTA, Comercio (cuyo secretario general es Chacón), la Asociación Bancaria, Luz y Fuerza, y la Unión de Docentes Provinciales.

Córdoba se convirtió en esta elección en el Santo Grial de los dos candidatos de las fuerzas mayoritarias. Fernández enfatizó que "no es una provincia más", sostuvo que fue cuna de grandes transformaciones y se focalizó en la reforma universitaria y en la decisión del peronismo de que las universidades fueran gratuitas. Retomó así uno de sus ejes de campaña, el de la educación pública.

"He dedicado todo el tiempo que los cordobeses merecen en esta campaña primera, para que tratemos de entendernos con Córdoba y de llevarnos bien con Córdoba y de construir un país integrado con Córdoba. Es impensado que la Argentina pueda crecer, pueda desarrollarse si Córdoba no es parte de la Argentina con la que uno sueña", dijo. Explicó: "Quise firmar con cada uno de los gobernadores, que son representantes del pueblo de cada una de esas provincias cuáles son los compromisos que asumimos, si es que llegamos a tomar la conducción de la patria, para que esas provincias tengan lo que merecen para que puedan crecer".

La Marcha Peronista y el "volveremos" se escuchó en varios tramos del discurso. "Es muy difícil vivir en un sistema que lo único que produce son pobres", dijo y aseguró que cuando habla de los riesgos de las Leliq "no estoy desestabilizando nada, estoy contando lo que ellos no". Tildó de "burro" a Macri y señaló que cuando el Presidente dice que va a hacer lo mismo "es una invitación a tirarse a un precipicio". "¿Desde cuándo dar derechos a la gente es un retroceso? Hasta eso nos han hecho discutir este gobierno. Lo único que han sabido producir es pobreza", agregó.

El acto se realizó en el estadio Orfeo, el mismo lugar donde Mauricio Macri cerró la campaña presidencial de 2015. Otra vez -como este jueves en el acto macrista-, los cuartetos de Rodrigo y la Mona Jiménez sirvieron de antesala junto al reparto de banderas argentinas y los bombos que no dejaron de sonar desde 90 minutos antes del inicio.

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