Fernández busca “poner en valor” su gobierno, pero en la interna oficialista molesta su “indefinición”

Alberto Fernández quedó envuelto en el vértigo de una semana que fue desde la algarabía por la visita oficial de su par brasileño, Lula da Silva, a su rol de anfitrión en la cumbre de la Celac, todo a la sombra de un nuevo capítulo de la pelea interna que sumó Máximo Kirchner. Un contraste casi semejante al que desde las distintas terminales del oficialismo le marcan al mandatario en relación a lo creen que es la “indefinición” sobre lo que hará de cara a las elecciones 2023.

Las distintas miradas apuntan a que mientras Fernández muestra en público un perfil “cada vez más de campaña” que se contrapone con lo que dejan trascender en su entorno, desde donde niegan ese lanzamiento e insisten en que lo hace el Presidente es “poner en valor su gestión”.

“Alberto alimenta la indefinición”, dijo a LA NACION un hombre cercano a La Cámpora. “Se muestra en campaña, pero dicen que no”, completan. Desde allí emergió en los últimos días el primer signo de la reavivada de la interna oficialista. Fue cuando Eduardo “Wado” de Pedro, ministro de Interior, hombre fuerte de la agrupación y leal a Cristina Kirchner, el mercedino dejó trascender duras críticas al mandatario por no haberlo convocado a un evento con organismos de derechos humanos en el marco de la visita oficial de Lula. A eso, desde las filas del albertismo salió la titular de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, a responderle y luego Aníbal Fernández. La interna oficialista mode on.

En las filas de De Pedro no tienen dudas de que el ministro fue marginado del acto porque aspira a competir en las próximas elecciones presidenciales. Cerca de Fernández desacreditan completamente la acusación. Líder de La Cámpora, Máximo Kirchner bancó públicamente a De Pedro este domingo y resaltó su gestión en medio de reiteradas críticas a Fernández.

Entorno presidencial

Cerca del mandatario insisten en que “no está en campaña” y coinciden, casi a coro, que “no es tiempo de hablar de candidaturas”. Creen que hacerlo “es desconectarse más de la gente”. Agregan que para las definiciones “falta mucho” y se muestran convencidos de que “la elección se define en los últimos 60 días”.

Por el contrario, cerca de Fernández hay quienes admiten casi en soledad que “está en campaña”. Una rara afirmación de la que se alejan con pavor quienes lo conocen de años y saben que para cuidar al Presidente hay que evitar cualquier referencia al respecto.

Bajo el convencimiento de lo que se empezó a ver en la última semana: su lanzamiento o no incluye el fuego interno y saben que sus consecuencias pueden ser profundas. El kirchnerismo, como viene mostrando cada vez más, detesta la idea de que Fernández sea candidato en 2023.

Por lo pronto Fernández se mostró este lunes en Ensenada, en la inauguración de una ampliación de la central térmica local. Es el segundo acto vinculado al área energética en menos de dos semanas y se suma a la serie de presentaciones que viene haciendo en el último tiempo, en especial en las provincias, donde La Cámpora no duda en ausentarse y marcarle su posición.

En la Casa Rosada juran que las apariciones nada tienen que ver con el modo campaña en el que el mandatario parece haber entrado en el último tiempo, con spots con esa impronta, y como incluso lo ven en distintas terminales del oficialismo, en las que los movimientos no pasan inadvertidos y ya despertaron resquemores.

“Los spots son necesarios para contar lo que se hizo durante la gestión, porque estamos convencidos de que la gente no lo sabe y hay que hacérselo llegar”, dicen. Tras lo que aseguran que Fernández “está inaugurando muchas obras producto del trabajo que hizo estos tres años” y verlo de otro modo, aseguran, “es un error”. “Los que dicen que está en campaña no saben nada”, dijo sin segundas lecturas uno de sus más estrechos colaboradores.

“Después de tres años de gestión hay mucho para inaugurar”, recalcan en referencia a sus visitas a las provincias, que “es lo mismo desde siempre: es federalismo. No es nuevo. Fue siempre, la única limitación fue la pandemia”, completan quienes lo acompañan desde hace años y están cansados tanto de las críticas “de los medios” como de “los propios, que viven criticando, pero desde hace un mes que Cristina les pidió que tomen el bastón no pudieron hacerlo”, apuntan en referencia a La Cámpora.

Mientras que desde su entorno insisten que lo que está haciendo Fernández es “poner en valor”, para algunos, más alejados de ese primer anillo que rodea al mandatario, abre segundas lecturas. “Ahí hay que ver si lo quiere poner en valor para ser competitivo o para dejar lo mejor parado posible al espacio”, admiten. No son pocos los que creen que el mandatario sabe que “deberá dar un paso al costado, pero recién lo va a hacer más adelante” y que sus movimientos oscilan entre “dejar su legado” y la posibilidad de mejorar la posible performance electoral del Frente.

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