Fernanda Vallejos: “Cobrando mayores impuestos directos se puede recuperar los subsidios a los sectores más pudientes”
La diputada oficialista propone un aumento de Bienes Personal para enfrentar el gasto de la pandemia e insiste en que la Argentina no debería apurar un acuerdo con el FMI
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Ante cada iniciativa que presenta Fernanda Vallejos un sector del empresariado se pone en alerta. La diputada oficialista, artífice de la “Proclama del 25 de mayo” por la cual se exhorta al Gobierno que no pague la deuda externa mientras perdure la pandemia, ahora propone un nuevo aumento del impuesto a los Bienes Personales para que los sectores más pudientes, sostiene, colaboren con el Estado para afrontar los gastos que demanda la emergencia sanitaria.
“Es un momento de esfuerzos compartidos. Para fortalecer los recursos públicos que hacen falta para apoyar a quienes más lo necesitan, una posibilidad fortalecer los impuestos, particularmente, los impuestos directos. Como los impuestos directos son los que recaen sobre los que tienen mayor capacidad contributiva, el impuesto a los Bienes Personales es un muy buen ejemplo de un sendero posible que se puede recorrer en aras de seguir fortaleciendo los ingresos para que puedan seguir acompañando el incremento del gasto”, sugirió la diputada, presidenta de la Comisión de Finanzas de la Cámara baja, en una entrevista a LA NACION.
–El impuesto a los bienes personales ya tuvo sucesivos aumentos durante esta gestión y no se actualizó la base imponible del tributo. ¿Aun así cree que merece otra suba?
–Tuvo una corrección cuando asumió Alberto Fernández luego de que, durante la gestión de Mauricio Macri, se dispusiera una baja del impuesto. Creo que es deseable que Bienes Personales sea foco de una nueva corrección; el mundo entero está discutiendo esto. Es necesaria una reforma tributaria integral para que todos aquellos impuestos regresivos pierdan peso sobre el total de la recaudación y que esto sea compensado con impuestos más progresivos, como es Bienes Personales.
“¿Es justo que los sectores más ricos reciban subsidios? Yo coincido con el ministro en que no. La cuestión es que la política de segmentación no es tan fácil de instrumentar en lo operativo, es complejo y requiere de cuidado”
–El Congreso aprobó el año pasado el aporte solidario a las grandes fortunas y lo hizo por única vez por la pandemia. ¿Cree que es necesario reeditarlo?
–No, no. Nosotros lo planteamos como un aporte extraordinario por única vez. Es la palabra que hemos empeñado y hay que sostenerlo.
–Usted plantea que es necesario que, en esta emergencia, los sectores con mayor capacidad contributiva paguen más impuestos. ¿Esto no se contradice con la política de subsidios energéticos del Gobierno, que beneficia a los sectores más ricos de la sociedad? El propio ministro Martín Guzmán sostuvo que se trata de un “sistema de subsidios pro-ricos”.
–Yo ordenaría la discusión. La Argentina tiene un 42% de pobreza y la desigualdad avanzó de manera escandalosa durante el gobierno de Macri. Ya desde el vamos partimos de que hay un porcentaje muy importante de la población que es pobre o que está en riesgo de caer en la pobreza. Lo del ministro lo que dice es que, frente a una política universal de subsidios, no estamos solamente subsidiando a las amplias mayorías de la población que los necesita. Muchos hogares salieron de la pobreza energética el año pasado gracias a la política de congelamiento tarifario que impulsó el presidente. ¿Es justo que los sectores más ricos reciban subsidios? Yo coincido con el ministro en que no. La cuestión es que la política de segmentación no es tan fácil de instrumentar en lo operativo, es complejo y requiere de cuidado porque lo que hay que evitar, cuando uno quiere segmentar, es que gente que necesita el subsidio de repente deje de percibir el beneficio. Por eso, para evitar inequidades, insisto sobre la cuestión de Bienes Personales: cobrando mayores impuestos directos, como es este tributo, se puede recuperar lo que se otorga en subsidios a los sectores más pudientes.
–El sector empresario retruca que, a mayor cantidad de impuestos, menos inversión y menos generación de empleo.
–Es totalmente falaz. Durante el gobierno de Macri se recortaron impuestos a las personas con mayor capacidad contributiva y la inversión cayó. Esa es la realidad objetiva.
–La proclama que usted impulsó para no pagar la deuda, ¿es una forma de ´marcarle la cancha’ al ministro Guzmán? Algunos sectores así lo interpretaron.
–Claramente no. El que saldó la discusión fue el propio Presidente, quien dijo que la había leído y que compartía lo que allí se planteaba, que la Argentina llegue a una negociación muy firme. A mí me parece que es entendible que algunos actores la hayan rechazado. Tampoco es nuevo. Lo vimos cuando la Argentina estaba siendo atacada por los “fondos buitres” y la realidad es que había conciudadanos, de los medios, del sector político y empresarial, que se comportaban en aquel tiempo como agentes de los acreedores que como argentinos. Hay sectores que por momentos parecen lobistas del Fondo Monetario, que quieren un acuerdo rápido, sin importar cuán malo puede ser para la Argentina y a cualquier costo. En cambio nosotros, como nos enseñó el maestro Aldo Ferrer, tenemos que ir a negociar tranquilos. Nuestra mayor urgencia es que el arreglo se haga de una manera que no comprometa el futuro de nuestra Nación. Obviamente que no deja de llamar la atención la posición de ciertos actores, porque cuando se trata de sus finanzas privadas y se tienen que sentar a negociar, son los más duros del mundo y no dudan en usar cualquier herramienta para no pagar, incluso cuando es justo y corresponde legalmente que paguen. Sucedió con el aporte solidario: cuántos directivos y cuántos accionistas que militan un acuerdo exprés con el FMI sabiendo que es impagable salieron corriendo a los tribunales para evitar poner una mínima fracción de sus fortunas como establecía la ley.
“Durante el gobierno de Macri se recortaron impuestos a las personas con mayor capacidad contributiva y la inversión cayó. Esa es la realidad objetiva”
–Usted plantea que el país no debería tener apuro en negociar su deuda. Sin embargo, a fines de julio vence el plazo para enfrentar el pago de US$2400 millones al Club de París, que pide un aval del FMI antes de renegociar. El riesgo es entrar en default. ¿Cree que el ministro Guzmán debería ponerse más duro?
–Lo que está trascendiendo de las negociaciones es que éstas parecen encaminadas. Las conversaciones vienen siendo fructíferas y razonables. Por eso vuelvo a la premisa anterior: creo que hay que manejarse con tranquilidad, ninguna negociación se cierra sobre la base de la desesperación. La Argentina tiene claro lo que puede y lo que necesita. Y tiene una posición absolutamente razonable.
–Hay sectores del kirchnerismo que reclaman que se reestablezcan los programas de emergencia del año pasado (IFE, ATP) porque este último cuatrimestre se registraron mayores ingresos por recaudación y por la cosecha récord de soja, mientras que el gasto se mantiene bajo respecto de la inflación. ¿Coincide con este planteo?
–Es cierto, aumentaron mucho los ingresos tributarios este último cuatrimestre. Mucho de eso tuvo que ver no solo por la comparación con una base más baja del año pasado, sino también por los ingresos asociados al comercio exterior por el crecimiento de los valores de los commodities primarios. Y ahí hay que ver que la inflación del período fue del 46%, entonces sí, los ingresos crecen con relación a la inflación mientras que el gasto está bastante por debajo. Y esto se explica mucho por la reducción del gasto Covid. Sin embargo, la realidad que estamos viendo hoy es que estamos atravesando el peor momento de la pandemia. Mi interpretación es que ese espacio fiscal sirva para que el Estado pueda proteger con más vigor las necesidades y atender las necesidades que son inmensas. Creo que es bueno que ese espacio fiscal sea invertido en morigerar las dificultades sociales que atraviesa un sector muy importante de nuestro pueblo. Pero también hay muchas otras cosas por hacer.
–¿Por ejemplo?
–Que no todo el peso recaiga sobre la Nación. Algunas provincias, como la de Buenos Aires –no es la única– son un buen ejemplo. Axel Kicillof anunció un paquete de medidas económicas de apoyo provincial para atender el impacto de la pandemia. En cambio, otros distritos, como CABA, que es el distrito más rico de la Argentina, no ha hecho un solo anuncio de una sola medida de apoyo económico…
–Rodríguez Larreta respondería que Kicillof recibe un fondo anual de $50.000 millones de pesos de la Nación mientras que a la Capital se le redujo más de un punto de coparticipación.
–Rodríguez Larreta puede decir lo que quiera, pero la realidad es la CABA es el distrito más rico de la Argentina, tiene más recursos que cualquier otro, lo vemos en lo que gasta en pauta publicitaria. Recursos no le faltan. Larreta debería ser sanitariamente responsable, adhiriendo a las pautas que establece la Nación, y económicamente solidario.
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