Falleció el general (R) Sasiaiñ, ex jefe policial
Cumplía arresto domiciliario
Falleció el 28 de febrero último el general de brigada (R) Juan Bautista Sasiaiñ, que fue jefe de la Policía Federal durante la dictadura. Estaba en condición de arresto domiciliario por estar involucrado en causas en Córdoba y Buenos Aires por delitos de lesa humanidad.
Sasiaiñ había sido detenido en 1984 y procesado en causas por violaciones de los derechos humanos en la dictadura, pero la Corte Suprema de Justicia lo desprocesó en mayo de 1988, beneficiado por la ley de obediencia debida. Poco después, el 7 de octubre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem lo incluyó en los indultos a los jefes militares.
Con la derogación parlamentaria de las leyes de obediencia debida y de punto final, el general retirado Sasiaiñ fue nuevamente procesado en causas por violaciones de derechos humanos, principalmente en la reabierta por las acciones en el I Cuerpo del Ejército. Pero tras ser procesado con prisión preventiva, cumplió arresto domiciliario por ser mayor de 70 años hasta que un grupo de peritos forenses lo declaró "incapaz por senilidad".
El 23 de agosto último la Corte Suprema rechazó un planteo del gobierno de Alemania que reclamaba la extradición de Sasiaiñ. El ex jefe de la Policía Federal era requerido por el Estado alemán por el secuestro, torturas y homicidio agravado de la joven de esa nacionalidad Elizabeth Kaesselman, cometido en 1977.
En Córdoba, la justicia federal lo había involucrado en una causa por 30 fusilamientos en la cárcel de la capital provincial y en el Departamento de Informaciones de la Policía, durante la dictadura.
Sasiaiñ había sido designado jefe de la Policía Federal a comienzos de 1979 y mantuvo ese cargo hasta 1983; su anterior destino había sido como comandante de la X Brigada de Infantería con asiento en Córdoba.
Ascendió a general de brigada en diciembre de 1975 y fue en ese momento nombrado comandante de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada.
Había ingresado en el Colegio Militar de la Nación en 1944 y su primer destino, como subteniente de Infantería, fue el Regimiento 20.
En 1954 fue designado, con el grado de capitán, como interventor de la comisaría de Munro, en el conurbano bonaerense.
Entre otros destinos militares se desempeñó fue el jefe del Regimiento I Patricios, uno de los principales comandos para los oficiales de Infantería.
Entre las causas en las que se investigó su actuación durante la dictadura figuran su responsabilidad operativa sobre los centros clandestinos de detención conocidos como La Perla, La Ribera, Malagueño, y la "D-2" de la Policía de Córdoba. También en el centro conocido como El Vesubio.