Facundo Albini: “Tengo muchas ganas de hablar ante el juez, la Justicia tiene que ir para arriba”
El concejal de Massa en La Plata que está preso por los ñoquis en la Legislatura dijo a LA NACION que el jefe de Chocolate Rigau es una autoridad de la Cámara; “la Justicia tiene que ir más arriba”, dijo
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LA PLATA.-Le restan minutos en libertad. Facundo Albini está por presentarse ante la Justicia y quedar detenido, acusado de defraudar a las arcas públicas por más de $800 millones junto a su padre. Y está furioso. El apoderado del Frente Renovador, de Sergio Massa, y de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires, siente que le soltaron la mano. Que lo usan de “carnero”. Y quiere hablar. “Yo tenía relación con ‘Chocolate’ Rigau, claro que sí”, admite, “pero hay otros que tienen que hacerse cargo”.
“Alguien pidió nombrar a cada una de esas 48 personas que ingresaron a la Legislatura bonaerense y cuyas tarjetas tenía Rigau. Y no fuimos nosotros”, dice Facundo Albini, concejal electo por la lista de Julio Alak, a LA NACION. “Hacernos responsables a mí o a mi padre por todo esto es un montón, es un error”, dice, junto a su abogado Gustavo Galazzo.
El juez de Garantías, Guillermo Federico Atencio, ordenó la detención de los Albini y de 16 titulares de las tarjetas de débito que Julio “Chocolate” Rigau tenía en sus manos cuando fue detenido, por primera vez, a principios de septiembre, mientras extraía dinero de un cajero automático en pleno centro de esta ciudad. Concluyó que existen evidencias suficientes para sospechar que los titulares de esas tarjetas eran “ñoquis” de la Legislatura y que Rigau recolectaba los fondos que entregaba a sus jefes, los Albini.
Mientras se dirige a su detención, sin embargo, Facundo Albini dice a LA NACION que ellos, él y su padre, Claudio, otrora número dos de la Dirección de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense, no eran los verdaderos jefes de “Chocolate” Rigau, ni de los titulares de esas tarjetas de débito a los que el juez Atencio también ordenó detener: Graciela del Carmen Anivarro, Raul Boragina, Marisol Correa, María Cecilia D’Ovidio, Lourdes Gabriela Degollada, María Cristina Degollada, Rosana Silvia Delgado, Teodomiro Falcon Ramírez, Raúl Marcelo Falone, Diego Guillermo Koster, Daniel Alfredo Mederos, Sheila Belen Maroni, Ricardo Mario Sánchez, Alberto Sosa Ramón y Paula Alejandra Valdata.
-¿Chocolate Rigau respondía a ustedes?
-No, alguien más pidió nombrar a cada una de esas 48 personas que ingresaron a la Legislatura bonaerense y cuyas tarjetas tenía Rigau. Y no fuimos nosotros.
-¿Quién?
-Fíjese quién firmó sus contratos; quién pidió que los contrataran. Hacernos responsables a mí o a mi padre por todo esto es un montón, es un error.
-Pero usted tenía relación con Rigau, según surge del análisis del teléfono de Chocolate…
-Sí, claro, yo tenía relación política con Chocolate. Eso es innegable. Rigau es un militante histórico del PJ y yo soy apoderado de Unión por la Patria en la provincia, y vengo del Frente Renovador. Si revisan a fondo ese teléfono van a encontrar miles de mensajes entre nosotros. Hablamos sobre la distribución de las “copas de leche” para los pibes, sobre dónde poner pasacalles de nuestro espacio y mucho más. Por eso le pagaba yo 200.000 pesos por mes. Pero, ¿de lo otro? Otros se tienen que hacer cargo de eso. ¡Si yo hace cuatro años que no estoy en la Legislatura y mi viejo no tenía firma para designar empleados!
-¿Usted dice que el actual director de Personal de la Legislatura, Pablo Parente, es el responsable?
-No, apunte más arriba. La Justicia tiene que ir para arriba. Parente no es el que pide que se designe a un empleado, ni el que decide a quién se contrata. Tienen que buscar quién dijo “quiero designar a este o a este otro”. No hay que buscar al que firma, sino al que pide.
-Dos nombres clave para entender el entramado del Frente Renovador en la provincia, y en la Legislatura, son dos exdiputados provinciales, Raúl “Cabezón” Pérez y Jorge D’Onofrio.
-[Categórico] No, ellos dos no tienen nada que ver… Esto no es que cualquiera pasa por la vereda de la Legislatura, entra y dice que quiere ser empleado y ya está. Alguien tiene que pedir que lo designen. O un diputado… o una autoridad de la Cámara. Conozco cómo funciona el sistema para la designación de empleados o para cargar subsidios y pensiones.
-¿Usted dice que ese “alguien” es o era el verdadero jefe de Chocolate?
-…
-¿Alude usted al vicepresidente tercero de la Cámara, Rubén “Turco” Eslaiman?
-[Calla durante un segundo] Tengo muchas ganas de hablar ante el juez.
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