El ministerio del Interior indicó que un grupo de 39 personas ya fue desembarcado mientras se realizan más evaluaciones
- 5 minutos de lectura'
Cinco días después de haber recibido a sus primeros ocupantes, la polémica embarcación Bibby Stockholm -un enorme ferry en el que Reino Unido planea alojar a 500 solicitantes de asilo- debió ser evacuada al hallarse la presencia de una peligrosa bacteria.
El Ministerio del Interior británico informó este viernes que “muestras ambientales del sistema de agua en el Bibby Stockholm mostraron niveles de bacterias legionela que requieren más investigación”.
Voceros de esta cartera señalaron que “como medida de precaución, los 39 solicitantes de asilo que llegaron al barco esta semana están siendo desembarcados mientras se realizan más evaluaciones”.
También indicaron que “ninguna persona a bordo presentó síntomas de legionelosis”, la enfermedad causada por esa bacteria, también conocida como enfermedad del legionario.
“Los solicitantes de asilo reciben el asesoramiento y el apoyo adecuados”, aseguraron, agregando que “la salud y el bienestar de las personas en el barco es nuestra máxima prioridad”.
¿Qué es la legionela?
Se trata de una bacteria que puede desarrollarse en ambientes húmedos, en especial donde hay material orgánico y altas temperaturas.
Al inhalar pequeñas gotas de agua o vapores contaminados con la bacteria una persona puede contraer legionelosis o enfermedad del legionario, una infección pulmonar potencialmente mortal.
La enfermedad, que no se contagia de persona a persona, le debe su nombre a un grupo de veteranos llamado “Legión Americana” que asistía a una convención en un hotel de Filadelfia, en Estados Unidos, en el que fue identificado el primer caso, en 1976.
Desde entonces cada tanto aparecen brotes, muchas veces relacionados con viejos sistemas de aire acondicionado en hoteles.
La polémica barcaza
El pasado lunes 7 de julio subió a la embarcación, anclada en el puerto de Portland, en Dorset, en el sur de Inglaterra, el primer grupo de solicitantes de asilo que será alojado allí.
El gobierno británico dijo que el Bibby Stockholm alojará a unos 500 hombres de entre 18 y 65 años mientras están a la espera de que se resuelvan sus solicitudes de asilo.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, decidió habilitar este enorme ferry para esta función como parte de sus planes para reducir los costos de alojamiento destinados a los solicitantes de asilo.
Según señaló, en la actualidad el país gasta más de US$7 millones al día en alojar a más de 50.000 inmigrantes en hoteles.
El número de solicitantes de asilo en Reino Unido aumentó un 33% entre marzo de 2022 y marzo de 2023, con más de 75.000 peticiones anuales, según indicó la organización benéfica de asistencia a los refugiados Refugee Council.
Un hombre afgano que estaba entre las primeras 15 personas en subir al barco el primer día le dijo a la BBC que tenía “la sensación de estar entrando en la prisión de Alcatraz”.
“Mi compañero de habitación tuvo un ataque de pánico en mitad de la noche y sintió que se ahogaba. Hay gente entre nosotros a la que el médico de aquí dio fuertes medicamentos para la depresión”, contó.
El hombre -a quien la BBC prefirió no identificar- dijo que le asignaron una habitación pequeña y que el comedor contaba con capacidad para menos de 150 personas.
“Al igual que una cárcel, [la barcaza] tiene puertas de entrada y salida, y en un rango determinado de horas tenemos que tomar un autobús que, después de un largo recorrido, nos deja en un lugar donde podemos caminar. Nos sentimos muy mal”, afirmó.
Según las autoridades, los hombres tienen a su disposición autobuses que los llevan a Portland o Weymouth entre las 09:00 y las 23:00. Si no regresan en ese horario al barco se realizará una “llamada de bienestar” para verificar que estén bien.
El Bibby Stockholm tendrá seguridad a bordo las 24 horas y los hombres recibirán atención médica a bordo o de forma remota, dijeron.
¿Cómo es el barco?
Periodistas de la BBC que realizaron una visita guiada al Bibby Stockholm antes de que llegaran los primeros ocupantes dijeron que por dentro parecía “un viejo motel”.
“Los pasillos largos y confusos conducen a cabinas relativamente espaciosas que incluyen un escritorio, un armario, una caja fuerte, un televisor y ventanas grandes”, describieron Dan Johnson y Michael Sheils McNamee.
“Cada habitación tiene un baño privado con ducha y hay instalaciones adicionales en cada una de las tres plantas”, detallaron.
Los espacios comunes incluyen un gimnasio, una sala de televisión con una pantalla gigante y sofás, una sala de oración multiconfesional y un salón de clases que se puede utilizar para reuniones y actividades, además de un espacio recreativo al aire libre en los dos patios en el centro de la barcaza.
Aunque el ferry tiene 222 camarotes, se aumentó su capacidad a 506 colocando literas en cada habitación. Algunas áreas comunes también fueron convertidas en dormitorios adicionales para cuatro o seis hombres, pero ahí no se permitió el ingreso a los periodistas.
El uso de esta barcaza para alojar a solicitantes de asilo ha sido criticado por quienes consideran que es el equivalente a una cárcel.
No obstante, algunos de los periodistas que hicieron el recorrido consideraron que el estándar era mejor que el de algunos de los hoteles que actualmente albergan a solicitantes de asilo en Reino Unido.
Temas
Otras noticias de Reino Unido
Nuevas leyes. Los 100 perros al mes que sacrifica Reino Unido desde que prohibió la raza American XL bully
¿Influencia extranjera? Tras el impulso a Trump, Musk evalúa un aporte millonario para el principal partido populista británico
Fuerte malestar. La tajante decisión que tomó la familia real con el príncipe Andrés tras la polémica con un espía chino
- 1
El Colegio de Abogados de la Ciudad repudió la fiesta del fiscal Ramiro González
- 2
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti
- 3
La Justicia dispuso el desalojo de la ocupación ilegal en el Parque Nacional Los Alerces
- 4
Elisa Carrió pidió indagar a Sergio Berni acusado de contaminar la escena del crimen de Nisman