Europa llevó a Alberto Fernández a definiciones más nítidas contra el “avance sangriento de Rusia”
Tanto en su reunión con el español Pedro Sánchez, como con el alemán Olaf Scholz, el Presidente debió reafirmar su condena a la estrategia de Moscú, aunque marcó su diferencia por el envío de armas y las sanciones económicas
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BERLIN (ENVIADO ESPECIAL). – Sobre los edificios públicos de Berlín ondean miles de banderas ucranianas. Incluso hay casas particulares que las pegaron en sus ventanas. La guerra se percibe cercana en cada esquina. Y empuja como una marea las exigencias de reacción. La demanda se descubre también en el énfasis del canciller alemán Olaf Scholz cuando, en una conferencia de prensa junto a Alberto Fernández, repite una y otra vez el rechazo conjunto a la “guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”.
La frase es calcada a la transmitida por el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, después de recibir el martes a Fernández. Y seguramente sonará hoy nuevamente de boca del presidente francés, Emmanuel Macrón. La prioridad de enfrentar a la Rusia de Vladimir Putin sin fisuras atraviesa los mensajes de los tres líderes europeos como un guion inamovible. Es el mensaje que volcaron sobre Fernández, para intimarlo diplomáticamente a dejar en el pasado su acercamiento a Putin.
Desde aquel tibio comunicado inicial a las posturas expresadas en la gira por Europa, Fernández fortaleció su condena a “la agresión a Ucrania”. Y a lo largo de un viaje que se armó sobre la marcha, el presidente argentino buscó responder con la propuesta de aumentar las exportaciones de alimentos y energía al nuevo escenario político. Pero la oferta de llevar gas licuado a Europa necesita todavía grandes inversiones en materia de transporte para volverse realidad. No fue una gira de anuncios, sino de declaraciones.
“Celebro la condena de Argentina a la invasión a Ucrania y destaco el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI); Argentina tiene mucho potencial en materia de energías renovables y podemos cooperar en estos aspectos”, contestó Scholz.
Fernández dio un paso más en su condena y, por la tarde, en declaraciones al canal DW cuestionó el “avance sangriento que Rusia generó”. Incluso tomó distancia de China: “Es una gran potencia, pero no tiene lazos culturales fuertes con América latina”, dijo.
Sin embargo, el Presidente marcó dos diferencias con la postura europea frente a la invasión en Rusia: no acompañó las sanciones contra el país invasor con el argumento de que causan efectos negativos en otros confines del mundo; y cuestionó el envío de armamento. “La Argentina no mandaría armas a nadie para que nadie más muera”, argumentó. Tanto Alemania como España han enviado armamento para que los ucranianos lo usen en su defensa.
El Presidente volvió a insistir con la necesidad de impulsar acuerdos comerciales con los gigantes de Europa. “Es muy importante que avancemos en acuerdos entre el Mercosur y Europa. Hay que ver cómo actuamos sobre el proteccionismo de algunos países. Con Alemania, tendríamos que empezar por los acuerdos no económicos, sino por los científicos y culturales, que son los que nos sacan del debate proteccionista”, planteó Fernández, que además se mostró interesado en ser parte del bloque de los Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, pese a la presencia de Putin.
En el capítulo de las exigencias, Fernández reconoció que Scholtz le planteó su “preocupación con el Club de París para alcanzar rápidamente un acuerdo” y le dio garantías que equipararán los beneficios de los bonistas privados.
En el ámbito doméstico, el canciller Scholz había enfrentado críticas por un comienzo titubeante frente a la invasión rusa. Al principio, Alemania demoró el envío a Ucrania de material militar adecuado. Y en su partido, el Socialdemócrata (SPD), existe una historia de militancia pacifista y una apuesta por la integración económica de Rusia a Europa como forma de evitar los conflictos, que iban a contrapelo del discurso bélico.
Pero el 8 de mayo, el día que marca el fin de la Segunda Guerra Mundial, Scholz, aprovechó la conmemoración de los 77 años de la derrota del nazismo para expresó que estaba orgulloso de la unidad de los aliados a favor de Ucrania y dijo estar convencido de que “Putin no ganará la guerra”. Scholz aseveró que Alemania aprendió el “¡Nunca más!” a la guerra y, por eso, expresó: “Apoyamos a Ucrania en contra del agresor”. La definición terminó con las ambigüedades. Y ayer sonó junto a Alberto Fernández.