Eugenio Zaffaroni defendió a Roberto Navarro por sus dichos contra periodistas de LN+ y lanzó una fuerte advertencia: “Hay loquitos sueltos”
El exjuez de la Corte Suprema de Justicia planteó que, pese a que la mayoría de la audiencia toma los “discursos de odio” de forma tranquila, “cualquiera puede ser víctima” de “tipos desequilibrados” que reciben esos mensajes
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Tras los dichos del periodista Roberto Navarro contra varios colegas suyos de LN+ y luego de la denuncia que tanto el conductor de esa señal, Eduardo Feinmann, como la abogada Silvina Martínez le hicieron por “incitación a la violencia colectiva”, salió en su defensa el exjuez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni. No solo lo respaldó, al decir que no incitó a “ningún delito”, sino que también lanzó una advertencia ante los mensajes que, dijo, se ven en televisión. “El discurso de odio la mayoría de la gente no lo comparte, no pasa nada, pero hay casos excepcionales de loquitos sueltos, qué se yo”, deslizó el antes magistrado.
La situación comenzó cuando el creador de El Destape dijo que iban “a terminar mal” Feinmann, Luis Majul, Jonatan Viale, Alfredo Leuco, Jorge Lanata y Baby Etchecopar. “No es joda, ellos agarran todo el día el micrófono y generan violencia, esa violencia puede ir contra ellos también, son generadores de odio”, lanzó el periodista, que se llevó -además de las denuncias en la Justicia- el repudio no solo de los agredidos sino también de otros colegas, de parte del arco político opositor, de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y del Foro de Periodismo Argentino (Fopea).
📌 Roberto Navarro amenazó a periodistas de LN+ en su programa de radio.
— La Nación Más (@lanacionmas) August 16, 2022
👉🏼 @majulluis repasó las declaraciones en #830AM pic.twitter.com/WoZtylfuSe
En tanto, hoy Zaffaroni se mostró en una línea discursiva similar a la de Navarro, invitado a participar en la radio de la que es dueño el periodista. En un primer término el exjuez dijo no creer que Navarro “haya incitado a la violencia” y trató de interpretar sus afirmaciones. “Cuando dice que algo hay que hacer se supone que no está incitando un delito, algo hay que hacer en el ámbito del derecho”, buscó justificar.
Además, aseveró que lo dicho por Navarro sobre las agresiones “es cierto” y alegó que, pese a que “cada uno se gana la vida como quiere y puede”, existen periodistas que forman parte “de una especie de partido político-mediático”. Sin embargo, inmediatamente aclaró que tienen “derecho a hacerlo” y volvió, entonces, sobre lo que él considera como “discursos violentos”. Dio así su principal argumento de respaldo al conductor, con quien tiene una afinidad ideológica entre sí y cercana al kirchnerismo.
“La víctima puede ser cualquiera”
“Habría que decirles que paren y los frenen, no por el discurso mismo. Vos en los medios masivos de comunicación, sobre todo en una comunicación dominante, te estás dirigiendo a una población de 45 millones de habitantes de los cuales no todo el mundo tiene el mismo nivel de salud mental. Hay locos sueltos, tipos que no son muy normales”, comenzó.
Y acotó: “Estás largando un discurso que la normalidad de la gente lo puede repeler o compartir, o puede calentarse, tirar una puteada. Pero hay algo que lo estás largando a una cantidad de gente que puede victimizar a cualquiera, de un lado y del otro, guarda. Cuando vos largás un discurso de violencia sobre una población, cuidado que cualquiera puede ser la víctima”.
En ese sentido, agradeció que en la Argentina no haya “proliferación de armas” como en Estados Unidos, pero siguió: “La víctima puede ser cualquiera, de un lado y del otro. No todo el mundo tiene el mismo nivel de salud mental. Hay tipos que están desequilibrados, que se vuelven delirantes, que se sienten perseguidos... Qué se yo. Hay que tener cuidado. En cualquier población, un discurso de odio el peligro que tiene es ese”.
Convencido de que deben existir “pautas de ética y autocontrol” que apliquen para los discursos televisivos y de que existen periodistas que “manejan fake news [por noticias falsas]”, expresó sobre eso: “Cada uno se gana la vida como puede, pero cada uno tiene que tener un cierto límite ético y tener en cuenta este riesgo. Lo que Navarro decía es cierto: la mayoría de la gente el discurso de odio no lo comparte, no pasa nada, pero hay casos excepcionales de loquitos sueltos, qué se yo... Tenés que tener en cuenta [eso], incluso los políticos cuando largan un discurso de esta naturaleza”.
“Navarro no ha incitado a la violencia”
Tras tildar como algo “descabellado” el hecho de que existan presentaciones judiciales contra el dueño de El Destape, Zaffaroni dijo que ahora “se denuncia penalmente cualquier cosa” con intenciones mediáticas y enfatizó su defensa al periodista. “Navarro no ha incitado a la violencia o al delito de ninguna manera. Advertir sobre el riesgo de la violencia es sano”, afirmó.
Dijo también que en la Argentina “mucha libertad de expresión no hay” porque existe “un monopolio de medios dominante” e insistió sobre la necesidad de aplicar límites éticos para la difusión de contenidos. “Estás jugando con la integridad física de cualquier persona, mismo de ellos. Cuidado. De ellos, o de los otros; de cualquiera. Porque nunca sabés cómo repercute eso y lo estás largando a una población en que hay gente normal y gente menos normal. Poca, pero hay. Eso es un riesgo tremendo”, remarcó para cerrar ese tema.
La causa Vialidad y la reforma judicial
Por otra parte, se refirió a los alegatos por la causa Vialidad contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y dijo que son “un disparate”. Lo hizo en base a las denuncias del kirchnerismo por supuestos vínculos entre parte de los magistrados intervinientes con el macrismo, que motivaron una ola de recusaciones por parte de la defensa de la antes mandataria, rechazada por el tribunal del caso. “Acá la intervención es de pocos jueces, un grupo reducido, y algunos nombres se repiten. En la [Cámara de] Casación se repiten los nombres de los visitantes a [Mauricio] Macri, es escandaloso”, puntualizó Zaffaroni.
Seguro de que la administración de Alberto Fernández “perdió la oportunidad” de realizar una reforma judicial, se mostró otra vez proclive a una modificación de la Corte Suprema y satisfecho de que al menos ahora exista un proyecto “coherente” y concreto de reforma del máximo tribunal. Lo hizo en relación con la iniciativa de los gobernadores peronistas que pretende elevar a 25 los ministros. Consideró, no obstante, que esas modificaciones recién se aplicarán en un momento donde se genere un “escándalo” en la Justicia “que afecte a todos” y por el que “ya nadie se sienta seguro”.
“A eso todavía no llegamos. Puede ser que se arme lío dentro de Pro, que empiece a manejar jueces un sector y no el otro, entonces la cosa afecta a todo el mundo y va a llegar un momento dado que van a decir: ‘Bueno, paren, se criminaliza todo, esto hay que arreglarlo’”, planteó para después aclarar que no trata de “pervertidos” a todos los jueces, sino a una “minoría”.
Bajo esa postura concluyó: “Va a llegar un momento en que el nivel de escándalo va a afectar a todos en forma tal que ni unos ni otros tendrán garantías. Estos defectos institucionales que tiene el Poder Judicial hacen que pueda ser mañana manejado por cualquiera, mismo que se peleen entre ellos. Va a haber un momento dado en que el deterioro provoque un escándalo”.