Estados Unidos calificó como “muy positivo” el acuerdo y espera que sea cumplido
Más allá de esa señal de respaldo, un alto funcionario del gobierno norteamericano dijo que el pacto final debe tener “sustento propio” y obtener la aprobación definitiva del board del organismo
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WASHINGTON.- Estados Unidos brindó un guiño al preacuerdo anunciado por la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda al considerarlo un avance “muy positivo”, aunque a la vez indicó que el programa final debe tener “sustento propio” y obtener la aprobación definitiva del board del organismo, controlado por las potencias del G7.
Un alto funcionario del gobierno de Joe Biden dijo a LA NACION que el gobierno norteamericano ha estado involucrado “activa y constructivamente” en tratar de ayudar a buscar un resultado favorable a la negociación con el Fondo, y “muy interesado” en que el país pueda salir adelante de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus.
“La noticia marcó un avance muy positivo”, dijo el alto funcionario sobre el anuncio del preacuerdo entre la Argentina y el Fondo. “Un acuerdo final tiene que ser aprobado por el Directorio del FMI. Nosotros, la Casa Blanca, el Departamento del Tesoro, nos hemos estado involucrando activa y constructivamente para tratar de apoyar un resultado que lleve a la Argentina y al FMI a avanzar de una manera que sea constructiva”, completó.
El gobierno de Joe Biden ofreció así una primera señal nítida de respaldo a los progresos que presentaron el viernes el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo en la negociación para refinanciar la deuda por 44.000 millones de dólares que dejó la administración de Mauricio Macri. La Casa Rosada y el FMI anunciaron un “entendimiento sobre políticas claves” que contempla un sendero de ajuste gradual para eliminar el déficit fiscal y el financiamiento monetario del Banco Central al Tesoro para el año 2025. Aunque resta un trecho por recorrer y quedan muchos detalles por definir para llegar al programa final, la directora Gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, se mostró “alentada” por el avance.
Más allá de la voluntad de la Casa Blanca para ayudar en la negociación, en el gobierno de Biden indican que el programa definitivo debe tener “sustento propio”. Estados Unidos ha planteado que la Argentina ponga sobre la mesa un plan que ayude a encarrilar la economía, alivie los múltiples “cepos” que se apilaron en los últimos años, aliente el empleo, y coloque al país en una senda de crecimiento que sea sostenible.
“Creo que el FMI no enviaría un acuerdo al Directorio que no fuera creíble. En última instancia, cualquier cosa que apruebe el Directorio debe tener sustento propio”, indicó el funcionario, y agregó: “Estoy seguro de que habrá muchos puntos de vista, pero, en última instancia, debemos reconocer que estamos en una pandemia mundial y asegurarnos de que países como la Argentina y otros a medida que se acercan al FMI, nuestras instituciones de Bretton Woods sean capaces de responder a las necesidades de los gobiernos. Yo esperaría a la decisión del Directorio y a que salga el acuerdo y dejaría que los expertos den su opinión. Pero, una vez más, creo que hay mucho expertise en el equipo técnico del FMI y, en última instancia, el Directorio tendrá que aprobarlo”.
En Estados Unidos prevalece la idea de que la Argentina y el Fondo se encaminan a cerrar un acuerdo “light”, lo suficientemente potable como para ser aprobado por el board del Fondo y evitar que el país caiga en una crisis más seria, pero sin la profundidad o la sustancia suficientes como para atacar los problemas de fondo y terminar de arreglar la economía, y sin muchos de los ingredientes de un programa tradicional del FMI. Esta semana, la subdirectora Gerente del Fondo, Gita Gopinath, dijo que estaban trabajando estrechamente con la Argentina con un enfoque “flexible y pragmático”. El gobierno de Biden ofreció un mensaje en esa misma línea.
“Nuestras instituciones internacionales de Bretton Woods deben adaptarse”, afirmó el funcionario norteamericano. “Pero, en última instancia, cualquier acuerdo debe tener sustento propio y debe someterse a la aprobación del Directorio. No creo que la reputación del FMI se verá afectada si se trata de un acuerdo técnicamente sólido”, insistió.
El gobierno de Biden quiere asegurarse de que el eventual acuerdo entre el Fondo y la Argentina ofrezca un camino hacia adelante. Biden atraviesa un momento particularmente sensible de su gestión. Su popularidad ha caído a un piso similar al que tenía Donald Trump al inicio de su mandato, y los demócratas se encaminan a una derrota en las próximas elecciones legislativas. El mandatario tiene un frente muy caliente en Europa del este, donde el mundo observa en vilo la posibilidad de una guerra entre Occidente y Rusia en Ucrania. En la región, la Casa Blanca tiene otro frente delicado en América Central y la frontera con México, epicentro de una crisis de migrantes interminable que puede socavar aún más el respaldo de Biden. Ante ese panorama, en Washington creen que el gobierno demócrata quiere evitar más problemas regionales.
“Ciertamente no nos gustan los problemas. Pero al comienzo de la administración, una de las áreas en la que nos enfocamos fue brindar un fuerte contraste con los cuatro años anteriores, con la administración de Trump, que dividió a los países en aquellos que están con nosotros y aquellos que están en contra de nosotros. Fuimos a la Argentina muy pronto para transmitir un mensaje de que es posible que no estemos de acuerdo en todo con la Argentina, pero debemos trabajar constructivamente”, indicó el funcionario.
En el gobierno demócrata destacan el vínculo con Buenos Aires. El Gobierno buscó tejer una relación estrecha con la administración de Biden, un esfuerzo al que le han dedicado especial atención Gustavo Beliz, Sergio Massa, y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello. La última gestión al más alto nivel fue desplegada por el canciller, Santiago Cafiero, durante su visita a la capital norteamericana este mes, cuando se reunió con el secretario de Estado, Antony Blinken. Pero, más allá de las gestiones políticas, en el gobierno de Biden insisten en el sustento autónomo y técnico del plan final.
“Estados Unidos está muy interesado en asegurarse de que la Argentina y el pueblo argentino puedan salir adelante de esta pandemia. En última instancia, diría que el trabajo arduo fue realizado por el equipo argentino y los técnicos del FMI –indicó el alto funcionario demócrata–, y ese es en última instancia el que debe tener sustento propio”.
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