Espionaje: Larreta cierra filas con Macri y apunta al "kirchnerismo duro"
Fotos de su publicitado encuentro con Emilio Monzó, por entonces enemistado con Marcos Peña, en marzo del año pasado. Un hombre, celular en mano, que lo insulta durante varias cuadras durante una recorrida de campaña, a mediados del mismo año, y que también ocupó lugar en los medios. Registros de un almuerzo con su socia política, Graciela Ocaña.
Horacio Rodríguez Larreta se fue el martes del juzgado de Lomas de Zamora con la sensación de que las pruebas que le mostró el juez Federico Villena son insuficientes para hablar de un " espionaje " coordinado en su contra. "Una chantada, un papelón", lo define sin eufemismos un allegado con quien el jefe de gobierno conversó luego de su visita al juez, en la causa en la que también aparecen involucrados (y espiados) otros miembros de Pro, y la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien apunta al ex titular de la AFI, Gustavo Arribas, pero por sobre todo al ex presidente Mauricio Macri.
"Lo pusieron a Horacio para engordar la causa. Si hay alguien de la oposición, y encima de buena relación con Alberto Fernández, todo tiene más volumen", asegura otro dirigente cercano, que apunta-al igual que Macri-a la ex presidenta como motor de las denuncias.
Antes y después de declarar, Rodríguez Larreta-según fuentes cercanas a ambos dirigentes-chateó con el ex presidente sobre el asunto. "Yo repudio totalmente estos procedimientos. Estoy convencido que Macri no tiene nada que ver con esto (….) no tomó ninguna decisión política para actuar en este sentido", había dicho a CNN radio el lunes, antes de presentarse, en calidad de víctima, ante el juez Villena. Un doble intento por agrietar a la vez la relación con Macri y el vínculo con Fernández forma parte del análisis en lo más alto del poder porteño.
También el lunes, Rodríguez Larreta compartió un almuerzo reservado con María Eugenia Vidal (también aparece en la lista de eventuales espiados) y la presidenta de Pro, Patricia Bullrich. Más allá de las explicaciones formales (según un vocero "se habló del partido, y de la posibilidad de una nueva campaña de afiliación a Pro"), la investigación por espionaje también habría sido parte de la charla.
"Horacio se presentó como querellante porque lo tenía que hacer", agregan en su entorno. Y dejan en claro que, más allá de su extenso y por momentos oscilante vínculo con Macri, no pondrían las manos en el fuego por Arribas. "Se conocen, claro. Pero él nunca alimentó esa relación", contestan, tajantes, desde la administración porteña.
Cerca del ex presidente señalan que la insistencia de Cristina Kirchner con el tema es una señal clara de lo que Macri define como un "plan político y judicial" de la ex presidenta en la búsqueda de "impunidad" propia y "venganza" sobre el gobierno anterior. "Mandó tres videos en diez días. Si eso no es estar atrás de la causa y querer inflarla, ¿ qué es?", asegura uno de los incondicionales del ex presidente, quien niega de manera enfática que el ex presidente haya tenido algo que ver con los seguimientos a Larreta, Vidal, Monzó, Diego Santilli, Waldo Wolff y Nicolás Massot, entre otros dirigentes macristas que fueron o serían citados en los próximos días.
Según publicara este diario el martes, Macri asegura ante colaboradores y dirigentes que las causas de presunto espionaje son, en realidad, "fotos y trucos de la línea permanente" de la ex SIDE. Y que el kirchnerismo duro utiliza el caso-y otros, como la investigación sobre la ayuda financiera a Vicentín-como "bombas de humo para distraer", y a la vez "embarrarlo y subirlo al ring". De todos modos, sus argumentos no terminan de convencer a algunos de los espiados, sobre todo luego de las declaraciones del espía Leandro Araque, el viernes, ante la comisión bicameral de seguimiento de organismos de inteligencia, reunión en la que habría dado detalles de los seguimientos. "Los hechos existieron, aunque la duda es si se trató de cuentapropistas, o si había órdenes de más arriba", afirmaron cerca de uno de los dirigentes que será llamado a declarar en los próximos días.
En relación al presunto espionaje a periodistas que asistieron al G20 a fines de 2018, también denunciado por la actual conducción de la AFI y con derivaciones judiciales, desde la "línea dura" de Pro hablan de responsabilidades compartidas. "Pudo haber habido errores graves, pero la idea era cuidar la seguridad de los líderes mundiales, y la tarea fue coordinada entre Nación, provincia y ciudad", aseguraron desde ese sector.
"Estamos más unidos de lo que muchos creen", escucharon decir en las últimas horas al ex presidente en relación a Rodríguez Larreta, cabeza del sector "dialoguista" de Pro, y con nunca negadas ambiciones presidenciales para 2023.
Quedarán para más adelante las definiciones electorales, como las eventuales candidaturas a diputado de Vidal y Santilli el año que viene, o la del propio Macri, que sería "un problema" para los planes electorales del larretismo. "Estamos lejísimos de eso", afirman cerca del jefe de gobierno, que enfrenta múltiples focos de fuego político y judicial, mientras combate día a día contra la expansión del coronavirus en su territorio.
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