Espionaje ilegal: Ramón Muerza, el sindicalista macrista que busca ahora ser querellante y apunta a Gustavo Arribas
Ramón Muerza fue el osado retador de Armando Cavalieri en las últimas elecciones del Sindicato de Empleados de Comercio. Siempre se jactó de que su intento por desbancar al eterno jefe mercantil, que tiene al gremio en un puño desde 1986, fue avalado por el empresario supermercadista Alfredo Coto, a quien considera "un padrino"; y por el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, quien le abrió las puertas de Cambiemos.
Hoy, a dos años de desafiar a Cavalieri en una elección nublada por sospechas de irregularidades aunque validadas por la Justicia, Muerza se alejó del macrismo y busca ser admitido como querellante en la causa de espionaje ilegal que tramita en los tribunales federales de Lomas de Zamora.
Muerza denunció a Gustavo Arribas, jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista, y al exagente Alan Ruiz. Patrocinado por el abogado Carlos Broitman, los acusó por ser víctima de presunto espionaje desde agosto de 2017 hasta octubre de 2019.
"La situación recrudeció en 2018, sobre todo entre agosto y septiembre, porque había elecciones en el gremio", expuso Muerza en su pedido en el expediente que está ahora a cargo del juez federal Juan Pablo Auge. El magistrado indagará hoy Arribas.
Muerza presentó como pruebas las escuchas telefónicas y filmaciones que se divulgaron en un programa de televisión de A24 a partir de unos disturbios vinculados a la elección del Sindicato de Comercio. De acuerdo a las escuchas, lo responsabilizaban a él y a Santilli por los incidentes.
"Al que escuchaban es a Santilli y ahí caigo yo. La escucha es del día en que Cavalieri hizo la junta electoral en Parque Norte cuando el predio estaba clausurado. Ahí nació el fraude", dijo Muerza, quien perdió el comicio por 461 votos. También señaló en su presentación judicial que lo filmaron "en varias ocasiones" en la puerta del gremio. "Me seguían hasta donde estacionaba el auto. Siempre había uno cuando entraba o salía del gremio", precisó a LA NACION.
Muerza es delegado gremial de los supermercados Coto y fue secretario de Organización del sindicato hasta que se convirtió en opositor. Tiene 57 años y su trayectoria laboral fue en un frigorífico. Desafió en 2018 a Cavalieri jactándose de que tenía el respaldo de Santilli y hasta de la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
"A Santilli lo citaron a Olivos y le dijeron que tenía que ganar Cavalieri, que no joda más. También le dijeron que Comercio no podía moyanizarse, porque creían que a mi candidatura la apoyaban los Moyano. Con Pablo me junté y tengo más relación que con Hugo por una cuestión generacional", comentó Muerza, que denunció así una suerte de acuerdo entre la gestión macrista y Cavalieri para que retener el control de uno de los sindicato más poderosos del país.
De la mano de Cambiemos, Hernán Muerza, su hijo, asumió como concejal en Cañuelas. Hoy, al igual que su padre, tomó distancia del macrismo y formó un monobloque que se denomina "Haciendo lío", en referencia a una frase que el papa Francisco les dedicó a los jóvenes. En el Concejo Deliberante funciona como aliado del Frente de Todos.
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