Difunden las escuchas del prefecto que está preso por el robo a la casa de Sergio Massa
En unas escuchas ordenadas por la Justicia, el suboficial de Prefectura Alcides Díaz Gorgonio, preso en la unidad penitenciaria San Martín, admite ser el autor del robo y ser agente de inteligencia
El sábado 20 de julio de 2013, en plena campaña electoral, Alcides Díaz Gorgonio, un suboficial de la Prefectura Naval, irrumpió en la casa de Sergio Massa en Tigre armado con una pistola con silenciador y robó una caja fuerte.
Antes de forzar una ventana y entrar a la casa de la familia Massa-Galmarini, el prefecto había esperado en la guardia del country Isla del Sol durante dos horas -junto con dos prefectos encargados de la seguridad del ingreso- hasta comprobar que Malena Galmarini -la mujer de Massa- abandonaba la casa y el barrio.
El robo marcó el cierre de campaña de las primarias bonaerenses de 2013: no sólo porque el Gobierno acusó al líder del Frente Renovador de ocultar el hecho y, luego, de hacer política con su difusión, sino por la reacción de Massa y de Galmarini, contra el kirchnerismo y el sciolismo, cuando se supo que el ladrón cumplía tareas de enlace e inteligencia en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Díaz Gorgonio, alias "Goly", fue acusado del delito de robo doblemente agravado "por haberse cometido con efracción y por ser miembro integrante de las fuerzas de seguridad". Está preso, a la espera del juicio oral, que se celebrará en marzo.
El diario Clarín publicó hoy que unas escuchas ordenadas por la Justicia y ejecutadas por la Secretaría de Inteligencia revelaron que Díaz Gorgonio admitía ser el autor del robo y agente de inteligencia. Horas después, radio Mitre difundió los audios. A continuación, el texto desgrabado de esas escuchas.
Primera conversación
En este diálogo, Díaz Gorgonio le cuenta a su mujer, Graciela Garate, una charla con una enfermera que le hizo un análisis de sangre después de pedir la excarcelación por problemas de salud.
"Me dijo la que me saca sangre... Me dice «Yo lo conozco a usted, yo lo veo en las cámaras, ¿usted es de Prefectura?». «Sí», le digo. «¿Usted es el que le robó a Massa?». «Sí», le digo. «Esto, de hecho, es para mi excarcelación -le digo yo- porque hubo todo este problema... «Más o menos le expliqué». Y me dice: «Quedate tranquilo que yo te voy a ayudar»", le relata Díaz Gorgonio a su mujer.
Segunda conversación
En este diálogo, el prefecto le explica a su mujer el proyecto de renovación de la Secretaría de Inteligencia y admite que trabajaba para un organismo que depende del Poder Ejecutivo.
Díaz Gorgonio: La Presidenta, ¿viste que derogó todo?
Graciela: ¿Derogó todo? No, no escuché, ¿qué hizo?
Díaz Gorgonio: Borró la Secretaría de Inteligencia, ahora se llama Agencia Federal de Inteligencia
Graciela: ¿Qué hizo?
Díaz Gorgonio: borró todo, no existe más la Secretaría de inteligencia
Graciela: A la mierda…tipo Berni…
Díaz Gorgonio: Se llama Agencia Federal de Inteligencia y donde estaba yo, la Dirección de Inteligencia que pasó a la órbita de ellos, a la Agencia Federal.
Graciela: ¿Eso es bueno o malo?
Díaz Gorgonio: No, es bueno. Las cosas que graban, que filman, la ojota, todo eso
Graciela: Sí…
Díaz Gorgonio: Ahora pasó al Ministerio Público Fiscal, el único autorizado para las escuchas, todo eso, ¿viste?
Graciela: Y eso, ¿está bueno? No sé si está bueno porque los fiscales se venden como nada
Díaz Gorgonio: Y bueno sí, lamentablemente, sí, se van a la mierda… Está bien para un gobierno sano.
Graciela: No para este.
Díaz Gorgonio: Al Gobierno le conviene mantener la Inteligencia de su lado, qué se yo.
Graciela: ¿Y eso tiene que ver con la frontera y todo eso también?
Díaz Gorgonio: No, no, no, va a seguir, reporta a la inteligencia criminal.
Graciela: Eso funcionaba arriba de tu oficina, ¿no?
Díaz Gorgonio: Está ahí todavía… Tercero, cuarto y quinto piso.
Graciela: Claro.
Díaz Gorgonio: Yo estaba en el segundo
Graciela: Mirá vos...
Tercera conversación
En esta escucha, según publicó el diario Clarín en su edición de hoy, Díaz Gorgonio le pide a su esposa que pase a retirar una "sobres" de una sede de Prefectura. Para la Justicia, en esa conversación, queda al descubierto que el prefecto "se interesó y buscó influir" en un expediente para suspender el juicio oral en su contra. Además, Díaz Gorgonio le habla a su mujer del director de Inteligencia Criminal, Gustavo Roque Logozzo.
Graciela: Y ya le hago pago algo de adelanto de este mes y ya estoy más tranquila, ¿viste?
Díaz Gorgonio: Tenés que ir a retirar los sobres vos…
Graciela: Por eso, por eso, quiero ir a hacer todo eso, ¿viste? Porque el muchacho está hasta las cinco, este González, que siempre me llama. Él me dijo que si yo voy, que a las dos justa nunca está porque salen a almorzar, pero él se queda hasta las cinco ahí. Entonces voy a ver si me voy en tren tranqui, ¿viste? Ahora que andan bien los trenes, me voy tranquila en tren y chau. Porque como ellas trabajan ahora. N, por ejemplo, no puede ir mañana, porque entra a la una.
Díaz Gorgonio: Darle una copia de lo de "Jaunarena".
Graciela: A coso, a "Trabucco".
Díaz Gorgonio: No, no, al jefe de "Cachito Borelli".
Graciela: No sé. Después lo voy a buscar el número de "Cachito". Lo borré cuando cambié el Blackberry.
Díaz Gorgonio: No importa.
Graciela: Por acá en tu listado lo tengo eh.
Díaz Gorgonio: Listo, fue el tipo que me vino a ver. Se llama Roque Logozzo.
Graciela: Ah bueno.
Díaz Gorgonio: Está en el sexto piso.
Graciela: Está en Jurídicas.
Díaz Gorgonio: No, no, es el director de inteligencia.
Graciela: Bueno, mañana me decís.
Díaz Gorgonio: Ahí está mañana te digo.
Graciela: Me anoto y yo voy. Sí.
Díaz Gorgonio: Presenta eso nomas porque el tipo siempre se portó bien conmigo.
Graciela: Sí, bueno.
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