Escepticismo económico en Francia ante las reformas argentinas
Macri aún genera dudas entre inversores; para la prensa, es un ultraliberal
PARÍS.- La reunión prevista entre Mauricio Macri y su homólogo francés, Emmanuel Macron, es un "encuentro del tercer tipo" entre dos "pospresidentes". Esa audaz interpretación de la reunión prevista para este viernes en París fue acuñada por el escritor Pierre Grenet en un blog furiosamente opositor al gobierno argentino, publicado por el prestigioso sitio francés de información Mediapart. "Se trata de dos bárbaros de la política, adeptos de la disrupción, es decir, del movimiento de startups que predican la muerte del Estado y su desregulación. Ambos son millonarios", afirma, antes de concluir que las políticas "represivas, ultraliberales, antisociales y elitistas" de Macri y Macron están destinadas al fracaso.
A pesar de su tono encendido, esa última opinión traduce algunas reservas que se plantean los inversores y medios económicos franceses. En uno de sus informes confidenciales destinado a su cartera de inversores vip, el banco francés Crédit Agricole publicó esta semana un comentario extremadamente crítico sobre el gobierno y su política financiera:
"El Banco Central no tiene credibilidad porque debe ocuparse de demasiadas cosas (inflación, empleo, crecimiento equitativo, etc.), lo que conduce a adoptar políticas monetarias incoherentes y reduce su credibilidad y la previsibilidad de sus acciones. Los objetivos de inflación [?] no permiten [hacer previsiones] a los agentes económicos, que continúan calculando sus precios en relación con las tasas de inflación pasadas".
En un artículo mucho menos técnico, el periódico de centro-izquierda Libération habla de "reformas que demoran en concretarse". "Las estadísticas reflejan una reactivación económica, pero el poder adquisitivo no aumentó. La pobreza afecta al 28,6% de los 41 millones de argentinos, estrangulados por una inflación superior al 20% desde hace una década", anota el periódico.
Y los eventuales inversores, esos que el presidente Macri tratará de convencer en su visita a París, parecen escaldados. "En un país que declaró siete cesaciones de pagos y pasó 78 años de su historia en defaults, el endeudamiento de estos últimos dos años inquieta. Según nuestros números, la deuda pública aumentó 30% después de la llegada del presidente Macri en 2015", señaló a LA NACION un miembro del Medef, la poderosa asociación de empresarios franceses, donde el presidente debe desayunar mañana.
Los eventuales inversores franceses se muestran mucho menos inquietos por el antiguo fantasma de la seguridad jurídica en el país. Si bien aún quedan algunos litigios por resolver, el gobierno de Macri parece decidido a avanzar en el camino de su resolución.
"El acuerdo entre la Argentina y Suez después de 12 años de litigio, anunciado esta semana por la prensa norteamericana, es una excelente noticia. Los gestos siempre cuentan mucho más que las palabras", advierte la misma fuente, dirigente de una multinacional del seguro.
Otros sectores menos alarmistas consideran que la situación no es dramática y el nivel de endeudamiento, razonable. La agencia norteamericana Standard & Poor's (S&P) elevó en octubre la nota de los bonos soberanos del país, anotando, no obstante, que "Argentina es vulnerable ante el contexto global debido a su fuerte dependencia de fondos externos para financiar su déficit fiscal".
"Después de la elección de Mauricio Macri, hace dos años, la confianza del sector empresario se restablece poco a poco. Pero los esfuerzos son enormes y la confianza es una de las cosas más difíciles de recuperar", dice el economista Norbert Gaillard, que fue consultor de la International Finance Corporation (IFC), la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) y el Banco Mundial.
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