Escenario | El dilema de Javier Milei en la decisiva región del país donde le va peor en las encuestas
En la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, el Presidente parece atrapado entre sus aliados competitivos y los rivales más acérrimos; su inquietud se percibió en Parque Lezama
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La reaparición de Javier Milei como líder de una fuerza política coincidió en el plano temporal con un hecho verificado en la opinión pública: el Presidente está perdiendo apoyo de sectores que lo votaron para llegar a la Casa Rosada, en un proceso que se inició hace cuatro meses y que se agudizó en septiembre. La caída de la imagen del mandatario se convirtió en una tendencia que, en forma evidente, inquieta al propio Milei.
Los destemplados ataques a la prensa que protagonizó desde un escenario montado en Parque Lezama así lo comprueban. El Presidente ensayó la construcción del relato libertario desde una retórica discursiva en la que, a partir de ahora, será “el partido de la libertad” contra “el partido de la casta”. Ese comportamiento es justamente uno de los motivos por los que las encuestas le traen malas noticias en los últimos meses.
A diferencia de otros referentes, Milei encarna un fenómeno nacional. En las elecciones presidenciales del año pasado fue votado en provincias a las que ni siquiera visitó. Pero a excepción del balotaje, donde contó con el favor de Juntos por el Cambio (JxC) y de sectores decepcionados con el peronismo, al libertario le costó convencer al conglomerado político-electoral que conforman la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
Esa percepción de la ciudadanía del AMBA no varió, sino que pasados más de nueve meses del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) se profundizó. Se trata de la región del país -decisiva en términos electorales- donde a Milei le va peor en las encuestas. Y donde se asientan desde sus rivales acérrimos, hasta sus aliados competitivos: el peronismo bonaerense y el macrismo porteño. Un juego de pinzas peligroso para el libertario, en el que luce visiblemente incómodo.
“Milei está perdiendo adhesión en los sectores populares por el ajuste, especialmente en el conurbano, y entre los adultos más conservadores, como los jubilados de la capital”, sintetiza un especialista en opinión pública al momento de hacer un zoom sobre la sangría de la imagen presidencial. Una combinación fatal entre la quita de subsidios al transporte y las tarifas, y el rechazo a las formas poco convencionales del mandatario.
Otro analista, que tiene acceso al entorno presidencial, admite en contacto reservado con LA NACION: “La promesa de baja de la inflación, que es la principal bandera del Gobierno, queda relativizada con el aumento de rubros sensibles para las familias, como las tarifas de los servicios y el transporte”. Eso provoca un contraste que impacta en la paciencia que amplios sectores de la población le tenían a la administración libertaria.
También genera reasignaciones presupuestarias forzosas, como lo muestran los números de una encuesta de la consultora Casa 3, que dirige Mora Jozami: 7 de cada 10 argentinos resignaron consumos, en medio del ajuste fiscal que impacta en el sector privado. La retracción económica -que el gobierno ubica en el pasado- provoca otros efectos en el estado de ánimo de la sociedad: el 65% de los empleados temen perder su fuente laboral.
De ahí que la imagen de Milei y la del Gobierno hayan sufrido un “quiebre de expectativas” y comenzaran a descender. Los elevadísimos índices de pobreza e indigencia, difundidos esta semana por el INDEC pero correspondientes al primer semestre, no hicieron más que ratificar un escenario complicado para el oficialismo, en medio del cual el Presidente intenta recrear la esperanza que generó al comienzo de su gestión.
Proyección electoral
Por eso Milei hizo su presentación desde un lugar simbólico para los libertarios. El Parque Lezama porteño estuvo dentro de los hitos de la campaña de 2021, cuando el actual mandatario no tenía muchas chances de llegar a la Casa Rosada. De hecho, quedó tercero en esos comicios legislativos en la Ciudad, detrás del macrismo y del kirchnerismo. Hoy, todavía, le cuesta tener predicamento en su distrito de origen.
En la Casa Rosada hacen circular el nombre del vocero presidencial, Manuel Adorni, como posible candidato a senador nacional por la Ciudad para 2025. En la jurisdicción que es la base política del macrismo, la gran duda que sigue abierta es si LLA se presentará a los comicios legislativos en confluencia con Pro -en cuyo caso tendrá que negociar el orden de las listas- o habrá una compulsa que pondría en peligro la alianza entre ambas fuerzas.
“Creo que no les queda otra, a ninguno de los dos”, advierte un encuestador, números en mano, sobre la forma en que LLA y Pro se necesitan de cara a las elecciones del año próximo. La incertidumbre incluye nombres relevantes de la política, como los de Mauricio Macri –que se mostró no sin intención con su primo Jorge, el alcalde porteño– y Patricia Bullrich, quienes se cruzaron por efectos colaterales de la votación del Código Urbanístico en la Legislatura de la ciudad. En su discurso, Milei dejó en claro su preferencia por Bullrich.
En territorio bonaerense, el oficialismo perfila como primer candidato a diputado a José Luis Espert, quien regresó a las filas libertarias y es una de las principales espadas del gobierno en el Congreso. Pero en la Casa Rosada y también en la quinta de Olivos -donde también se registran las charlas de tinte electoral- entienden que en la Provincia el Pro tiene referentes mejor posicionados, como el caso de Diego Santilli, y jugadores de peso como Cristian Ritondo, que los forzará a negociar en desventaja.
De todos modos, un dirigente con acceso a Olivos deslizó una pregunta: “¿Las PASO no fueron derogadas no?”. Así buscó sugerir que los libertarios y el macrismo podrían dirimir las listas conjuntas el año próximo a través de las elecciones primarias. La lógica que guía a los partidarios de la confluencia electoral de LLA y Pro es que “la sociedad demanda que vayan juntos” para enfrentar al peronismo. Y suman con entusiasmo: “Hay que aprovechar la pelea entre Máximo (Kirchner) y (Axel) Kicillof”.
Aunque lo que los libertarios no dicen es que aplican, también ellos, viejos métodos de la política, a juzgar por la cantidad de micros que movilizaron ayer desde el conurbano bonaerense. “Después nos dicen a nosotros, los peronistas”, ironizó un no tan lejano rival de Milei. Del otro lado, apareció Karina Milei como oradora por primera vez: “No van contra Javier, van contra todos nosotros”, advirtió. Y pidió “llenar el Congreso” de legisladores libertarios pero, ahora, de la mano de un partido político.
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