Escala la pelea en Tigre: Malena Galmarini denunció “hostigamiento” de los agentes de seguridad municipales y responsabilizó al intendente Julio Zamora
La Justicia allanó el Centro de Operaciones Tigre tras una presentación de la titular de AySA, que este año competirá por la intendencia que supo dominar el massismo
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El Centro de Operaciones de Tigre (COT) fue allanado en las últimas horas tras una denuncia “por hostigamiento” por parte de la titular de AySA y precandidata a intendenta por el Frente de Todos (FdT), Malena Galmarini, que apuntó contra un agente municipal de seguridad de la comuna y responsabilizó al intendente Julio Zamora de “utilizar el COT para controlar, perseguir y amedrentar a candidatas”. El jefe comunal rechazó las acusaciones y sembró dudas sobre el accionar judicial.
Se trata de un nuevo capítulo, pero en una escala mucho mayor, del enfrentamiento que une a viejos aliados: Zamora fue durante años la mano derecha de Sergio Massa en Tigre y su reemplazante natural cada vez que el actual ministro de Economía se proyecto a nivel nacional: cuando asumió como jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, en 2008, o cuando enfrentó al kirchnerismo en las elecciones legislativas de 2013. La relación, sin embargo, se fue quebrando durante la presidencia de Cambiemos y terminó de fracturarse a partir de 2019. Entre Zamora y Galmarini los tironeos habían comenzado mucho antes, cuando la actual titular de AySA era funcionaria de Zamora.
Durante los últimos meses, el massismo cuestionó públicamente a la gestión de Zamora por la construcción de un hospital, el proyecto de una nueva alcaidía y la ordenanza que habilitó a los empleados municipales para abandonar la obra social bonaerense IOMA (vetada luego por el intendente). Zamora, por su parte, acusa a los concejales del Frente Renovador de impedir el avance de esas iniciativas solo por razones políticas.
El último enfrentamiento se enfoca en la obra que AySA inició sobre un predio en Madero y Tacuarí, en el centro de Tigre, que tanto la empresa estatal como el Municipio reclaman como propio. Desde AySA denuncian que, en medio de una disputa judicial por la propiedad del predio, el Municipio clausuró la obra luego de un control técnico. Pero, además, advierten que dispuso un móvil de la policía comunal al frente de la obra.
Según un comunicado que dio a conocer la titular de AySA, Galmarini denunció el 24 de marzo pasado el “hostigamiento” de parte de un agente municipal de un móvil del COT que se encontraba apostado en la puerta del predio. La funcionaria relató que se hallaba fuera del predio junto al referente de la organización “Mejor Tigre”, Lázaro Flores, cuando el agente del COT “les exigió identificarse para ingresar”, que tomó sus datos en “un cuadernito” y les dijo que estaban siendo monitoreados desde el COT. La funcionaria amplió que, una vez dentro de la obra, observaron el “arribo de un segundo móvil del COT” que estuvo “por unos minutos y se retiró”.
“Al día siguiente -prosiguió la denuncia consignada por Télam- comenzó a circular una foto de Galmarini y Flores tomada en la fecha y hora de los acontecimientos antes mencionados, obtenida desde adentro del móvil del COT. La imagen llevaba la leyenda: ‘Por lo visto nada que hacer en casa’. Y fue subida por el agente municipal a su estado de WhatsApp”.
Ante esos hechos, Galmarini amplió la denuncia el 27 de marzo, lo que derivó en el allanamiento del COT Tigre. En un comunicado, la funcionaria señaló que el municipio que conduce Julio Zamora “utiliza al COT para controlar, perseguir y amedrentar a candidatas”. Y añadió, en alusión a la foto y el mensaje del empleado municipal: “Además de un claro caso de malversación de recursos públicos, se trata de un caso de violencia por motivos de género”.
La respuesta de Zamora
En diálogo con Clarín, Zamora denunció que AySA “usurpa” la propiedad en el centro tigrense. “El predio era de Aguas Argentinas, pasó al Estado nacional y en 1992 se lo dio a Tigre. Meses atrás hubo una ocupación intempestiva. AySA hizo el reclamo y un juez de garantías de Tigre le dio la razón. Pero apelamos y la Cámara nos dio la razón a nosotros”, repasó Zamora.
“Clausuramos, volvieron a ocuparlo. Volvimos a clausurarlo y empezaron a edificar. Es una actitud recalcitrante”, agregó Zamora, que sembró dudas sobre la reacción judicial: “Sorprende el accionar tan rápido de la justicia de Tigre para averiguar el estado de WhatsApp de un empleado”.
El intendente rechazó la acusación de violencia ligada cuestiones de género que hizo Galmarini en la denuncia penal y que, esta noche, enfatizó por Twitter, bajo las consignas “Basta” y “ViolenciaPoliticaContraMujeres”. “Estamos en contra de todo tipo de violencia”, le dijo Zamora a LA NACION. Recordó que su esposa, Gisela Zamora, fue hostigada en el Concejo Deliberante de Tigre por un edil massista y que nunca hubo “solidaridad ni disculpas” de la otra parte.
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