Equidad de género: las provincias van hacia la paridad en el Congreso
En las próximas elecciones comenzará a regir la ley de paridad de género para cargos legislativos nacionales, pero la normativa no se traducirá en cambios sustanciales en las boletas de este año si se compara con la elección legislativa de 2017, cuando, aunque el Congreso aún no había votado la ley, los principales partidos postularon casi la misma cantidad de hombres y mujeres.
La ley impone un piso mínimo de mujeres candidatas y tras la renovación el Parlamento se acercará a la paridad, pero lo que hará la legislación es dar un paso más hacia lo que se prevé como una consolidación de un cambio cultural motivado por la presión social, que ya había tenido su efecto en el interior de los partidos. No solo los del área metropolitana, sino también en varios espacios del interior en los que suele haber más resistencia de los valores "tradicionales" frente a los cambios.
En los comicios de 2017 , los principales partidos de la Argentina estuvieron muy cerca de la paridad y en ningún caso hubo boletas de candidatos a diputados que en su totalidad estuvieran integradas solo por hombres. Esto último contrasta con la foto actual de la Cámara alta, donde Salta, por ejemplo, está representada solo por hombres.
En la provincia de Buenos Aires, que renovó 35 bancas, Unidad Ciudadana fue el único espacio que respetó la paridad, al postular a 17 mujeres. Sin embargo, el resto de los partidos no se quedaron muy atrás: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) presentó a 15; 1País (massismo) postuló a 14, y Cambiemos y el Frente Justicialista estuvieron más lejos, con 12 mujeres cada uno.
En la ciudad de Buenos Aires la situación estuvo más pareja todavía. El FIT quedó al tope de la lista, con siete candidatas (se renovaron 13 bancas), seguido de Vamos Juntos (macrismo) y 1País, con seis, y por Evolución (el espacio de Martín Lousteau) y Unidad Porteña (kirchnerismo), con cinco cada uno.
En varias provincias del interior, que renuevan un número más reducido de bancas, se cumplió apenas con el mínimo exigido en la ley de cupo de 1991, que establece que tiene que haber al menos un 30% de representación femenina en el Congreso. En los casos en los que se renuevan tres bancas, por ejemplo, suele haber una sola candidata mujer.
Este año, en esos distritos (Salta, San Juan, Catamarca, San Luis y Misiones), los partidos pueden mantener la misma estrategia, pues lo que exige la nueva ley de paridad es que se intercalen los candidatos por género. Si se renuevan tres bancas y se decide que la cabeza de lista sea un hombre, en segundo lugar quedará una mujer y en el tercero, un hombre. Es decir, la presencia femenina seguirá siendo de un tercio y no se incumplirá la ley.
"Las listas de candidatos/as que se presenten para la elección de senadores/as nacionales, diputados/as nacionales y parlamentarios/as del Mercosur deben integrarse ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente", dice el texto aprobado en noviembre de 2017.
En otras provincias, como Tucumán, Chaco y Santa Fe, los partidos estuvieron un poco más cerca de la paridad en las últimas elecciones legislativas. En Santa Fe, por ejemplo, se renovaron nueve bancas en 2017. Cambiemos y el FIT postularon a cinco mujeres; el Frente Justicialista, a cuatro, y el socialismo y el massismo, a tres.
La presión social
Para Adrián Pérez, secretario de Asuntos Públicos e Institucionales del Ministerio del Interior, el impulso de amplios sectores de la sociedad para lograr la equidad de género en todos los ámbitos influye en algunas decisiones políticas, como en la confección de las listas, pero todavía hace falta que haya más cambios.
"Hay sectores que empiezan a empujar por estas transformaciones. Tenemos que hacer más que generarlos solo en lo legislativo, sino también para que haya más presencia de la mujer en lugares jerárquicos y en otros poderes", sostuvo en diálogo con LA NACION.
El funcionario -que trabajó con la colaboración del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM)- remarcó que, más allá del cambio cultural que se puede estar generando puertas adentro de los partidos hacia la igualdad de género, a veces se necesitan leyes para que se modernicen las prácticas y se evite un retroceso a los hábitos del pasado.
"Más que un cambio cultural, hubo una ley de cupo que funcionó muy bien para llevar la representación de las mujeres a casi el 40 por ciento en el Congreso. La ley de paridad va a llevar esa representación a un nivel aún mayor. Los cambios culturales se dan también con ayuda de los marcos legales", agregó Pérez.
Actualmente hay 100 mujeres sobre 257 diputados, el 39%, mientras que en la Cámara alta hay 30 mujeres de 72 senadores, el 41,6 por ciento. Aunque todavía hay provincias que no tienen representantes mujeres, hay otras, como Santiago del Estero, que no tienen diputados hombres.
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