Envuelto en contradicciones, se frustró el operativo para detener al iraní Mohsen Rezai en Rusia
El gobierno argentino recibió información de que el acusado de participar del atentado de 1994 se encontraba en Moscú y la justicia libró órdenes para capturarlo, pero su paradero es desconocido; contrapuntos con la Justicia y una confusión con la fecha de su estadía
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El pedido de detención y de extradición emitido ayer por la justicia argentina contra el iraní acusado de participar en el atentado contra la AMIA, Mohsen Rezai, con información provista por la Cancillería, quedó frustrado envuelto en una serie de contrapuntos y confusiones: tanto por un posible error en la identificación de la persona que viajó a Moscú junto al presidente iraní, como por el momento en que el acusado supuestamente estaría presente en Rusia.
Según fuentes oficiales, la Cancillería argentina, encabezada por Santiago Cafiero, recibió el dato de que Rezai, que recientemente estuvo en Nicaragua en la reasunción de Daniel Ortega, se encontraba en Moscú junto a la comitiva iraní que asistió a un encuentro con Vladimir Putin. La Cancillería le transmitió esta información a la UFI AMIA, a cargo del fiscal Sebastián Basso, que le pidió al juez Marcelo Martínez De Giorgi -temporalmente a cargo del juzgado que tiene la causa AMIA- que librara un pedido a las autoridades de Rusia para la extradición de Rezai, y a Interpol para que este fuera detenido. Sin embargo, horas después de que trascendieran las acciones de la justicia argentina, sobrevolaron versiones acerca de si Rezai efectivamente había estado en Moscú o si era otro funcionario iraní con su mismo apellido.
“Se presume que si la Cancillería manda la información a la Justicia es porque hay un chequeo previo. Si la Justicia recibe un pedido de la Cancillería lo da por válido y lo emite”, dijo una fuente judicial a LA NACION sobre la eventual confusión. Fuentes de Cancillería tomaron distancia de esa afirmación y sostuvieron que: “eso no es así. No es función del servicio exterior hacer eso”. Tras lo que refirieron en que el Cuerpo no tiene funciones ni policíacas ni de espionaje.
“Por la información que mandó Cancillería, efectivamente es él. De cualquier manera iba a estar 24 horas en Moscú, y no tuvimos noticias que lo hubieran detenido”, dijo, con pocas expectativas, otro funcionario judicial a este medio. Desde Cancillería insistieron en que no hay dudas respecto de la identidad de Rezai.
Pero la confusión no solamente se instaló sobre si Mohsen Rezai fue realmente quien viajó a Moscú o si se trató de otra persona con su mismo apellido. Hay un contrapunto más grave y que versa sobre el momento en que el acusado por el atentado a la AMIA estuvo en territorio ruso. Una fuente de Cancillería dijo a este medio ayer a la noche que la visita sería durante la próxima semana. Sin embargo, en la justicia argentina emitieron la orden de detención y de extradición bajo la hipótesis de que el iraní ya se encontraba en Rusia.
Los medios internacionales dieron cuenta de la visita del presidente iraní Ebrahim Raisi al Kremlin, que ocurrió en las últimas 48 horas y fue la primera desde 2017. En la agenda de Raisi se incluía un encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin, a quien también visitará el jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, el 3 de febrero. El viaje de Raisi y su comitiva duró dos días. Es decir que el pedido de detención que se activó desde la Argentina ocurrió cuando el funcionario iraní ya estaba dejando el territorio ruso.
Según las sospechas de la justicia argentina, Rezai tuvo participación en las tareas de inteligencia desplegadas por el estado iraní antes de atentar contra la AMIA y causar la muerte de 85 personas.
El Embajador argentino en Rusia, Eduardo Zuain, se refirió en diálogo con El Destape Radio al pedido de detención y dijo: “Es una política constante de la Argentina, a través de su oficina del Interpol y también del Gobierno. Sostener las Alertas Rojas y que estas alertas puedan ser cumplidas”.
Fuentes de cancillería aseguraron que tras el incidente protagonizado por el embajador argentino en Managua, Daniel Capitanich, que compartió la ceremonia de reasunción de Daniel Ortega con Rezai sin tener idea de quién se trataba, se pidió especial atención a todas las embajadas argentinas del mundo respecto de las alertas y pedidos de captura vigentes. Y que fue en ese marco que tomaron conocimiento por la embajada argentina en Irán, que el miércoles 19 se informó la visita presidencial iraní a Rusia y se hizo referencia a que Rezai formaría parte de la delegación iraní en Moscú.
Agregaron que la Cancillería envió un cable a la Embajada solicitando que se verificara la información respecto a la presencia de Razai en comitiva iraní en Rusia, y que a partir de eso fue que se informó a la UFI AMIA y a Interpol, que tomó conocimiento de esa situación.
Luego de eso, señalaron, llegó el pedido de la justicia argentina pidiendo la detención preventiva con fines de extradición de Rezai, lo que Cancillería remitió a la embajada en Rusia, quien lo presentará a la Cancillería de Rusia. Tramo en el que insistieron en aclarar que la Cancillería “no tiene funciones para ordenar detenciones, sino que es el intermediario ante las otras naciones”.
Respecto del “pedido” de Cancillería a la justicia, fuentes cercanas al Palacio San Martín, indicaron que “la detención la ordena la justicia, no puede haber un pedido de Cancillería”. Tras lo que insistieron en que “había información” de que Rezai podría viajar y que eso fue lo que informó la misión diplomática y se transmitió a la justicia. Y que, a raíz de eso, esta “tenía varias opciones”. Entre ellas pedir a Interpol que certifique que esté ahí por ejemplo, pero que preventivamente envió el pedido de captura, algo que sucede habitualmente, agregaron.
De momento se desconoce con exactitud el paradero de Rezai que, al momento del atentado en la AMIA, en julio de 1994, era comandante de la Guardia Revolucionaria. Desde 2007 es buscado por Interpol, que tiene una circular roja en su contra por homicidio agravado por haber sido cometido por odio racial o religioso. En la actualidad ocupa el cargo de vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán.
La voladura de la AMIA es el mayor ataque terrorista de la historia local. Terminó con la vida de 85 personas y dejó más de 300 heridos. El próximo 18 de julio se cumplirán 28 años del atentado que aún permanece impune.
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