Envían a juicio oral por negociaciones incompatibles y lavado al exfuncionario kirchnerista de la “dolce vita”
Gustavo Gentili llevaba una vida ostentosa de lujos, viajes y propiedades, gracias a los negocios que hizo a partir de contrataciones con testaferros para el Occovi, organismo que él mismo presidía
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Gustavo Gentili, el exfuncionario kirchnerista que se hizo famoso por su ostentosa vida de lujos, mansiones, joyas, autos caros y viajes, deberá afrontar un juicio oral, acusado de comprar una constructora a través de testaferros para beneficiarla con fondos públicos que después lavó para que lleguen a su bolsillo.
El juez federal Sebastián Casanello consideró concluido el primer tramo de la investigación sobre Gentili por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública en concurso real con el lavado de activos, tras ubicarse de ambos lados del mostrador, como titular del Órgano Contralor de las Concesiones Viales (Occovi) entre 2008 y 2015, y socio oculto de firmas que amasaron fortunas por la intervención de ese organismo.
Casanello dispuso que Gentili deberá sentarse en el banquillo de los acusados ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal que resulte por sorteo. Y que lo hará junto a un grupo de presuntos partícipes en sus maniobras delictivas: Ricardo López Naón, Alejandro Luchetti, José Manuel Guzmán, Andrés Pasman, Héctor José Giuffrida y Miguel Andrés Ducotte.
El magistrado, al igual que el fiscal federal Federico Delgado, estimaron que existen pruebas suficientes para acusar en la instancia oral a Gentili de haber adquirido, en las sombras, el 30% de las acciones de la firma Sycic, de la fue socio desde el 16 de octubre de 2012 y hasta noviembre de 2016.
Para eso, Gentili recurrió a López Naón, quien actuó como su prestanombres y capitalizó la “Cooperativa Credinver Vivienda, Crédito, Consumo y Servicios Sociales Ltda”, en la que actuó Andrés Pasman como director, una operación en la que también participó Luchetti. A partir de allí, de acuerdo a las probanzas judiciales, Gentili se habría abocado a tomar decisiones como titular del Occovi que beneficiaron a la firma Sycic. Es decir, a él mismo. Por ejemplo, al imponerle a las concesionarias viales que contrataran a su propia consultora.
“La intervención de Gentili, en carácter de funcionario público y de socio de la firma, en la contratación entre Ausol y Sycic”, explicó Casanello en su auto de elevación a juicio, respondió al “interés personal volcado en ese negocio mediante el desvío del interés estatal”. En la misma senda, Gentili intervino en los procedimientos licitatorios de los corredores viales 4 y 8, de modo que las empresas involucradas requirieron el “aval técnico” de la consultora Consular, cuyos socios actuaron en connivencia con él, cuyo “interés personal condicionó la voluntad negocial estatal”.
Al igual que en la firma Sycic, sin embargo, Gentili también era uno de los socios en las sombras de la consultora Consular, para lo cual recurrió a Ducoté como testaferro, concluyó Casanello, “permitiéndole continuar con la percepción del provecho económico proveniente del acto de corrupción antes señalado”. En ese contexto, el juez rechazó los planteos defensivos de Gentili, Pasman y Giuffrida, quienes plantearon que debían desarrollarse más medidas de prueba, o llegaron a solicitar incluso sus sobreseimientos.
Ahora Casanello debe avanzar con otros tramos de la pesquisa sobre Gentili y su entorno familiar y de negocios, que incluye a su esposa, Laura Andino, también exfuncionaria, con quien compartió desde una mansión en un country exclusivo, camionetas de alta gama, propiedades en Uruguay y viajes frecuentes en primera –para él, su segunda esposa y sus once hijos–, a joyas de oro, fajos de dólares y diamantes y rubíes.
Las evidencias obrantes en el expediente exponen la participación de otros allegados a Gentili, como los abogados Eduardo Roca y Horacio Díaz Sieiro, en las operatorias cuestionadas, como la compra de la constructora. “Ambos mantenían una regular relación, al menos vía correo electrónico, con López Naon, Gustavo Gentili y Ducoté”, remarcó Casanello al dictar el primer procesamiento de Gentili. “Tanto esta operación como la adquisición de la parte de Gentili fue coordinada entre todos los nombrados”.
Esas mismas evidencias que recuperó la Justicia al allanar múltiples domicilios y secuestrar computadoras y teléfonos registran los intentos desesperados de los involucrados por acelerar y ocultar sus huellas en la operatoria delictiva. “Dale pala porque se viene el agua”, le escribió López Naón a otro involucrado en noviembre de 2016, cuando LA NACION ya había sacado a la luz la vida lujosa de Gentili y la Justicia iniciaba su investigación.
Al dictar aquellos primeros procesamientos, el magistrado también dispuso embargos por más de $ 811,5 millones sobre Gentili, López Naon, Pasman, Luchetti, Giuffrida, y las firmas Sycic, Cooperativa Credinver, Perugia SA, Rocma Equities Corp y El Maitén Emprendimientos, y de $ 1623 millones sobre Guzmán, en tanto que lo elevó a $ 1211,5 millones contra Ducoté.