Entre pirómanos y decadentes
Milei alienta el incendio inflacionario; la decadencia de Insaurralde: firmas adulteradas, publicidad del juego para Cirio y un formidable piso en Miami
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En la Argentina sigue su curso una campaña electoral en medio de una tormenta económica que se va acelerando. El debate de este domingo es una de las discusiones que se está cursando en esta situación. Hay otro, que se produjo este lunes de manera indirecta entre Javier Milei, que decidió convertirse en pirómano, alentando el incendio, y Sergio Massa, respecto de la situación económica. Pero antes, hay que hacer algunas referencias a la discusión que hubo entre los candidatos que compiten para el 22 de octubre.
Hay que poner el ojo sobre un estudio que destaca a las figuras más mencionadas en las redes, relevo llevado a cabo por la consultora Políticos en Redes. Dicho trabajo consigna que Javier Milei tuvo 282.991 menciones en redes. En el 38% de esas menciones el sentimiento que predominó fue positivismo. De aquella conversación en redes sobre Javier, participaron más varones (59%) que mujeres (41%). Las palabras claves asociadas a la figura de Milei fueron “órganos”, “armas”, “mujeres”, “Myriam” por Bregman, y “listas”, aquellas que le señala Patricia Bullrich cuando le dice que están “llenas de chorros de Massa”. Sergio Massa, por su parte, tuvo 318.349 menciones. Más que Milei. Pero en más de la mitad de ellas (54%), el sentimiento es negativo. La discusión cuenta con más varones (55%) que mujeres (45%). Y, respecto de las palabras clave que usó, destacan “mujeres”, “FBI”, “Patricia”, “Tigre” e “Insaurralde”. Patricia Bullrich figura con 290.503 menciones: más que Milei, menos que Massa. El 32% de ellas apelan a un sentimiento positivo. Al igual que Milei y Massa, hay más participación de varones (56%) que mujeres (44%). Sobre las palabras claves asociadas a la exministra de Macri, tenemos “seguridad”, “armas” por la discusión con Milei, “Insaurralde”, “papas” y “puré”, que derivó de este mensaje irónico dirigido a Massa: “Agarraste la papa caliente y nos hiciste puré”.
El debate tuvo algunas curiosidades. Probablemente las más llamativas fueron lo deslucido que estuvo Milei respecto del domingo anterior, cómo se recuperó Bullrich en agresividad, nitidez y estrategia, y el castigo que le cayó a Massa en este segundo round. Hay algunas particularidades que sería interesante destacar de Javier Milei. La primera es cierta incapacidad para referirse a temas políticos. Una especie de economicismo extremo, de reduccionismo de todo a la idea y lógica de mercado. Tanto que cuando le preguntan por seguridad, termina hablando de teoremas de Gary Becker, un economista de la Universidad de Chicago y ex-Premio Nobel, muy poco conocido por el público en general y con ideas que conectan muy poco con los sentimientos que se viven respecto de la inseguridad. La otra particularidad de Milei, y esto sí es misterioso, es que tuvo dos oportunidades para encarnar en casos concretos que conmueven a la opinión pública su idea de que hay una casta de la que él está excluido. Una es el caso “Chocolate”, recaudación de políticos a través de sueldo que cobran empleados muy modestos de la Legislatura bonaerense y se lo tienen que entregar a los legisladores que los contratan a cambio de tener una jubilación y obra social. Milei sigue sin referirse a esto, que sería una imagen movilizadora de lo que él señala como un pacto de toda la política. Daría la impresión de que también La Libertad Avanza estaría metida en ese pacto. Y el otro silencio es sobre el caso Claudio Scapolan, un fiscal que fue removido por formar parte de una banda de policías vinculados al narcotráfico en la provincia de Buenos Aires. Hubo una denuncia de Sandra Arroyo Salgado, que es la que le inició una investigación a Scapolan, diciendo que había figuras ligadas a la política, concretamente a Cristian Ritondo. Habló también de un abogado, Marcelo D’Angelo, que fue asesor de Ritondo en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y era defensor de uno de los policías vinculados con narcos. Sin embargo, lo curioso de este domingo es que Milei no habló de este caso, que involucra muy de cerca a Sergio Massa. Tan estrecha es la relación de Massa con Scapolan que la única legisladora que lo protege en el jury que se le siguió al fiscal en la Provincia fue Sofía Vannelli, del Frente Renovador. Milei tenía a Massa con Scapolan y a Ritondo, primer candidato a diputado de la lista de Bullrich. Pero no abrió la boca. Para él esta idea de que hay una casta parece ser una idea abstracta, para movilizar a la campaña, pero que no desciende a cosas concretas, no entendemos muy bien por qué. Lo curioso es que el domingo fue Bullrich la que le tiró encima el caso Scapolan a Massa sin que éste contestara. Y Milei, quizás, no sabía ni de lo que estaban hablando cuando se hizo mención al fiscal.
Otros temas que pasan prácticamente sin estridencia. ¿Qué le quiso decir Patricia Bullrich a Massa cuando le habló de “Tongolini”? ¿Qué es “Tongolini”? Es Matías Tombolini, el secretario de Comercio, extraordinariamente sospechado, tanto él como su segundo Germán Cervantes, de que, para poder introducir mercaderías a través de la Aduana por medio de la Secretaría de Comercio, hay que dejar un diezmo. Se ha vuelto tan consistente esta versión que en un debate presidencial se habla del secretario de Comercio Tombolini y lo llaman “Tongolini”. Nadie preguntó sobre el tema, nadie lo explicitó. Pareciera que nos vamos acostumbrando a cierto nivel de degradación en relación con la ética y el manejo de los recursos públicos. ¿Por qué no se habla de esto? ¿Será verdad que hay gente de JxC y LLA que hace negocios con Tombolini, amigos de Massa, para poder introducir mercadería que está retenida en la Aduana? Es un gran signo de interrogación. Es curiosa la negligencia de la oposición, más allá de lo que dijo Bullrich. Pero hay una especie de silencio extraño. Estamos en campaña y es raro que no se levanten estos temas que podrían ser tan interesantes para una oposición más severa con el Gobierno.
Otra novedad del debate. Importante y relevante, porque tiene que ver con el juego general de la política en relación con esta campaña, y sobre todo de la campaña de Massa referida a Juntos por el Cambio. Es la presencia de Macri en la organización de las posiciones de Patricia Bullrich. El expresidente visitó a la candidata en el hotel donde se estaba preparando toda la exposición y le aportó ideas. Empieza a despejarse el rol de Macri en la campaña, confuso al comienzo: Macri respalda a Bullrich, Bullrich empieza a decirlo. y Macri lo explica en su entorno con términos bastante contundentes. “¿Quién puede creer que, con todo lo que hecho por la campaña de Bullrich, me conviene que ella no gane y se venga todo abajo?”. Esta idea de Macri desbarata un argumento de campaña de Massa, que era plantear un duelo entre Bullrich y Macri para introducir ruido en Juntos por el Cambio en plena campaña. Massa tiene otra línea argumental, igual de inteligente, para dañar a JxC. Es la idea de un gobierno de unidad nacional que él, en su fantasía, anunciaría el 22 de octubre si entra al ballotage, y en el que imagina, obviamente dañándolos, a a Carlos Melconian, a Emilio Monzó y a Gerardo Morales. Picardías de Massa frente a JxC dentro del cual, como sabemos, tiene infinidad de amigos.
Quedó flotando en el debate del domingo, si existió o todavía existe un pacto Milei-Massa. Es obvio que Massa pensó a Milei como un instrumento de su carrera hacia el poder, suponiendo que era un factor de división del voto de JxC, lo cual fue un consenso hasta las elecciones del 13 de agosto. A partir de allí, se empieza a advertir que Milei no solo le saca votos a Juntos por el Cambio. Se dieron cuenta de que alimentarlo implicaba también restarle votos al peronismo, es decir, al propio Massa. Ahí la visión de Massa respecto de Milei empezó a modificarse.
Pero daría la impresión de que hoy, si es que existió ese acuerdo, se rompió. ¿Y dónde se rompió? En el mercado financiero. Este es el contexto en el que se está llevando la campaña. Es un contexto donde hay una política muy desorientada y desastrosa de Massa como ministro de Economía, en parte por tener la cabeza puesta en su candidatura presidencial. Y esa política económica desastrosa está llevando a que, aceleradamente, la gente quiera desprenderse más y más de sus pesos.
De acuerdo a un trabajo realizado por la consultora Proficio, en base al comportamiento de los depósitos en pesos ajustados por UVA desde las PASO, podemos ver un aumento de los depósitos a partir del 14 de agosto, un día después de las primarias, un pico el 18 de agosto (107%) y, al 4 de octubre, estaríamos en el 95% de los depósitos en pesos. Hay una caída del 11% en términos reales. Esto no es solamente una corrida contra el peso que se verifica en los depósitos. También se verifica en todos los títulos en pesos que tienen los fondos de inversión, papeles del Tesoro de los que la gente se comienza a desprender porque piensa que va a haber una dolarización en el futuro. Este es el factor Milei. La promesa de dolarización acelera la destrucción del peso y hace que los fondos se desprendan de esos títulos que solo compra el BCRA. No sabremos qué pasaría si los dejara de comprar. Pero hay que destacar un detalle importante: para comprarlos, el Central emite. Emitir genera más inflación, más allá del “Plan Platita” de Massa que echó combustible en lo que ya era una hoguera.
Dentro de este contexto, hay una perspectiva que alimenta esta corrida, que es la idea de que, a la larga, va a haber una devaluación. Si nos fijamos en los contratos futuros del dólar, se están realizando transacciones para diciembre de 2023 con un dólar oficial a 729 pesos. Para enero del 2024, lo ponen a 920 al oficial. Febrero queda en 1065 y marzo en 1050. Esto es lo que está mirando el mercado y por eso hay un repudio al peso. Se supone una devaluación que afecta a los ingresos de todos aquellos que cobran en pesos. Es un panorama muy negativo y muy triste.
En medio de este panorama tan triste, Javier Milei dijo que “jamás hay que renovar un plazo fijo en pesos”. Y él pasa de la idea financiera a la política, que es la que está detrás de todo su concepto financiero. “La moneda peso debe ser repudiada porque la emiten los políticos”. En su visión de las finanzas, en su visión de la dolarización, hay una ideología política que supone que el político -que, bueno o malo, representa a la gente- no puede tener entre manos algo tan delicado como la moneda. Esto lo dijo el asesor de Milei en materia de dolarización, a quien él le promete el Banco Central, Emilio Ocampo cuando, en una conferencia de FIEL, afirmó que “tenemos que dolarizar para evitar los malos gobiernos”. Le tenemos que quitar a la democracia la posibilidad de tener una política monetaria porque el problema no es la moneda, el problema son los políticos. Hay un puente entre la idea de dolarización y la denuncia de la existencia de una casta.
Obviamente, cuando Milei dice que no hay que renovar plazos fijos en pesos acelera la corrida, acelera el incendio. Es el Milei pirómano. En parte, porque él sabe que en las encuestas sus posibilidades van de la mano de la inflación y de la dolarización de la economía, es decir, del dólar blue.
Hay una sociedad perversa entre Massa y Milei, una sociedad que perjudica a Massa. La mala política de Massa es el principal impulsor de Milei. Y él acelera la crisis y cruelmente, pide el incendio cuanto antes por algo que el mismo Milei se encargó de aclarar en Mar del Plata: “En la medida en que se destruya más el peso -la moneda en la que cobran el 99,9% de los argentinos- va a ser más fácil para mí dolarizar”. No dice algo más inmediato y, si uno quiere, más mezquino: “En la medida en que se destruya el peso, aumenta la inflación; en la medida en que se genera más incertidumbre, más inseguridad, se enciende más la hoguera y yo llego más fácil”. Tal vez, con este discurso costosísimo en materia económica, apuesta a ganar en primera vuelta las elecciones del 22 de octubre.
Frente a este panorama, aparecen los recuerdos: 1989, hiperinflación de Alfonsín. Guido Di Tella, por entonces miembro del equipo de Menem dice “cuando lleguemos vamos a tener un dólar recontra alto”. ¿Qué hago? Salgo a comprar dólares si se va a encarecer.
Alberto Fernández, agosto de 2019, recién electo candidato a presidente en las Paso: El dólar de Macri es un dólar que está muy barato. Además, no voy a pagar las leliq. Y, además, no vamos a reconocer la deuda con el Fondo Monetario Internacional”. Combustible para llegar mejor al poder, a costa de los tenedores de pesos.
Esta situación tan delicada, que se vuelve más frágil aún por de actores principales de la escena, como Milei: El Banco Central sacó un comunicado que casi empeora la cosa y que dice lo que uno ya sabe que no es: que el sistema financiero está sólido. Hay una degradación del peso de la que el Gobierno no se hace cargo. El comunicado se lo tendría que mandar Miguel Pesce a Sergio Massa porque uno de los factores principales de esta situación es la pésima devaluación que el ministro llevó adelante y la pésima política fiscal que lleva a cabo para comprar votos con emisión monetaria. Este es el motor de esta crisis que Milei acelera.
Por supuesto, hay respuestas de los economistas: desde la campaña de Patricia Bullrich habló Melconian y también habló un economista independiente, muy sensato, Miguel Kiguel, que dijo que es un delirio querer provocar una hiperinflación. Frente a esto estamos.
Hace tres domingos se publicó un artículo en LA NACION que, con el paso de las semanas, es muchísimo más interesante. Es un artículo de Marina Dal Poggetto donde plantea que ya no hay la opción entre gradualismo y shock. Es shock o shock. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? Que uno puede ser un shock ordenado, un programa económico de shock que lo conduce la política y que tiene cierta racionalidad porque es manejable y supone un acuerdo; el otro es un shock desordenado ¿Quién lo maneja? El mercado, a ciegas. A ciegas, sobre todo, ante el costo social. Ese es el shock que está buscando Milei.
Estas fantasías de que se produzca el incendio suponen que alguien va a poder frenar el incendio y que el próximo gobierno va a tener la legitimidad suficiente como para hacerlo. Lamentablemente, la historia tiene a veces otras ideas. Guido Di Tella dijo aquella frase del “dólar recontra alto”. Después, Menem asumió en medio de un incendio, el incendio continuó y casi se lo lleva puesto. Esto es algo que, en la memoria de los argentinos, probablemente, está desfigurado. Pero Menem asumió el poder el 9 de julio del año 1989 y la convertibilidad, el momento en que se podría decir que empezó o se consagró la estabilidad, fue del 1° de abril de 1991: dos años después, dos años de enorme incertidumbre y de crisis. Es una lección que tendría que estudiar Milei si es que piensa que va a ser presidente y que le conviene producir un incendio que él cree que después va a poder frenar. De acuerdo con un informe de la consultora Ex-Quanti, que estudia de forma trimestral los números de la pobreza y la indigencia que el INDEC da de forma semestral, en el segundo trimestre de 2023 la pobreza pasó del 38,7% a 41,5% en el total de los grandes aglomerados del país. En un gobierno peronista, en el cual el candidato a presidente es el ministro de Economía, la persona que está a cargo del problema. En cuanto a la indigencia, pasó del 8,8% a 9,8% en el período que va desde el cuarto trimestre del año pasado al segundo trimestre de este año, es decir, la gestión de Massa. Esta es “la papa caliente”, la tomó caliente y la calentó más: recalentó la papa. Por no decir, como dijo Bullrich, “que la hizo puré”.
El drama del kirchnerismo es la provincia de Buenos Aires. En el conurbano bonaerense, que es el lugar de repliegue de Cristina Kirchner y su grupo, el índice de pobreza alcanzó el 48,2% en el segundo trimestre de este año. Y la indigencia, pasó del 11,3% a casi el 12%: 11,9%.
Hay que aplaudir de pie al que esté pensando -probablemente sea él mismo- la campaña de Massa, que logra que no pague todo el costo discursivo, político, cotidiano de estos números, frente a los cuales está él como responsable. Crisis de inflación, huida del peso, aceleración de la devaluación. Este lunes, en Rosario, se compraban al final de la jornada dólares informales ya a mil pesos. Cerró formalmente, en Buenos Aires, a $945 pero se seguía vendiendo a más: terminó a $965 en algunas casas de cambio. Una aceleración de la pobreza que se va a proyectar dramáticamente sobre la inflación, produciendo esa devaluación y esa inflación estos números de pobreza.
Este es el paisaje sobre el que se recorta vergonzosamente el caso Insaurralde, que sigue dando noticias de un mundo decadente. Algunas de esas noticias le van a traer problemas penales o judiciales. Tenemos decretos de la provincia de Buenos Aires firmados por Insaurralde del 24 de septiembre, firmados digitalmente en la provincia de Buenos Aires, cuando él estuvo entre el 11 y el 25 de septiembre en Marbella con Sofía Clerici. Esto lo están estudiando en el bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura bonaerense, en la Cámara de Diputados, al frente de esta investigación está Maximiliano Abad, que es candidato a senador de la lista de Patricia Bullrich en la provincia.
Tenemos otro decreto de Insaurralde del 24 de septiembre, firmado también en Buenos Aires: estaba en Marbella. Y lo más interesante: Kicillof sinceramente no sabía que estaba en Marbella. Lo llamaba para verlo e Insaurralde le decía “no te puedo ir a ver porque estoy trabajando”. Supuestamente, en Lomas de Zamora o vaya a saber dónde le decía que estaba trabajando. Mientras, estaba en el Bandido, navegando con Sofía Clerici en Marbella, mientras firmaba decretos en Buenos Aires. Habrá que ver qué consecuencias penales tiene esta investigación que están realizando en Juntos por el Cambio.
No es el único problema que empieza a aparecer alrededor de la figura de Insaurralde como funcionario. Hubo, durante el año pasado, un programa televisivo conducido por Jesica Cirio que se llamó Mujeres de la Selección. Es un programa donde la expareja de Insaurralde se trasladó a Europa, visitaba capitales en las que realizaba entrevistas a esposas de jugadores de fútbol que estaban en ese momento jugando o iban a jugar el Mundial. ¿Qué es lo interesante de esto? Que Mujeres de la Selección era presentado por Casino Victoria. Un casino que queda en Entre Ríos, en la ciudad de Victoria, que pertenece a una figura clave del mundo del juego en la provincia de Buenos Aires, que se llama Daniel Mautone, al que ya nos referimos el lunes pasado. Mautone es dueño de bingos, tiene varios en la provincia de Buenos Aires, en algunos es socio de Daniel Angelici, que es una figura principal del radicalismo porteño de Juntos por el Cambio, amigo de Macri.
Este detalle es importante porque todo el mundo sabe que el negocio del juego en la provincia de Buenos Aires lo conduce y lo regula Martín Insaurralde, a través de un funcionario propio que se llama Omar Galdurralde, que dirige el Instituto del Juego con una funcionaria, María Laura García, que depende políticamente de Sergio Massa. El empresario, entonces, coloca publicidad en un programa conducido por la esposa de Insaurralde. Cuando ese programa, Mujeres de la Selección, se realizó, el ahora exfuncionario ya era jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires. Muy parecido al caso Hotesur y debería escandalizar de igual manera, si son formas de financiamiento indirecto de la política a través de empresarios comprometidos con determinados funcionarios.
No es lo único que sorprende de Insaurralde. Podemos trasladarnos ahora a Miami, que atrae tanto a los políticos argentinos, y principalmente a los políticos kirchneristas. En un extraordinario condominio que se llama Echo Aventura, ubicado en el 3300 NE de la calle 188, Aventura, hay un departamento que pertenece a una sociedad llamada J&M Twins. No lo podemos afirmar, pero todas las versiones dicen que J&M quiere decir “Jésica y Martín”. Esta sociedad tiene como representantes a Doron Corcos y Rachel Corcos, personas que suelen ser elegidas como máscaras patrimoniales por aquellos que arman sociedades Off Shore. ¿Es la casa de Insaurralde y Jésica Cirio? A ella se la ve muy seguido en ese departamento. Inclusive realizó videos desde la cocina. Preguntas para la Justicia. El departamento está tasado en 1.800.000 mil dólares. Tiene una pileta infinita, como Insaurralde, que empieza a ser infinito.
Hubo ya una denuncia de Graciela Ocaña por la presunción de que hubo un giro de 20 millones de dólares, correspondiente al divorcio de Cirio con Insaurralde, a una cuenta en Uruguay. Obviamente, Jésica Cirio dijo que no tiene ninguna cuenta, que nunca vio esa plata toda junta. Sería sorprendente si dijera lo contrario. Lo importante es que el Banco Central uruguayo ya empezó a investigar el tema.
Ayer se habló de todo en el debate. Pero, curiosamente, ni el domingo pasado ni durante el segundo debate entre los candidatos apareció un tema que nos está preocupando a los argentinos hace mucho tiempo, y que estalló con estos escándalos bonaerenses: cómo se financia la política y qué piensa hacer esta clase política con el problema del financiamiento. Es una pregunta que no se hace Massa, que no hizo Bullrich. Pero lo más interesante de todo, que tampoco formuló Javier Milei a pesar de su obsesión contra la casta.
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