Claudio Poggi festejó su triunfo contra el PJ de Alberto Rodríguez Saá, tras 40 años de dominio oficialista
La coalición opositora se adjudicó un triunfo sobre el PJ del gobernador, que había anunciado su retiro de la política; en medio de un lento conteo, en el gobierno puntano primaba el silencio
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SAN LUIS.- Con menos frío de lo esperado, esta provincia terminó de decidir el nombre del sucesor de Alberto Rodríguez Saá, quien junto a su hermano Adolfo Rodríguez Saá dominaron la política puntana en los últimos cuarenta años. Será Claudio Poggi, que desde las 22, y pese a la lentitud del escrutinio oficial, se adjudicó el triunfo sobre el candidato oficialista, Jorge “Gato” Fernández.
“La carga de datos es muy lenta, pero los datos que llegan son muy alentadores”, dijo Poggi a LA NACION al llegar al búnker partidario, pasadas las 21.30. ¿Se siente gobernador? “Todavía no, pero estoy muy cerca”, contestó el postulante opositor con una ancha sonrisa. Una hora después, ya con los números a su favor, Poggi se fundiría en un abrazo con el expresidente Rodríguez Saá. “He venido a saludar al nuevo gobernador”, dijo el senador nacional, feliz por haber ganado también una batalla personal contra su hermano, con quien sigue sin hablarse desde hace al menos cuatro años. Con el 90% de los votos escrutados, Poggi obtuvo el 53,1%, contra el 45,9% de Fernández.
Ya con el escrutinio por encima del 40% y con su victoria que parecía consolidada, Poggi se subió al escenario rodeado por sus aliados provinciales y nacionales. “No vamos a gobernar con revanchas ni rencores, sino para todo San Luis, para los que nos votaron y los que no”, afirmó, para despejar incertidumbres. Pero también envió un mensaje al gobernador Rodríguez Saá: “Vamos a asumir la gestión dentro de seis meses, con lo cual seguramente primará la madurez política del Gobierno saliente y entrante para coordinar por el bien de todos los sanluiseños”.
El cierre de las urnas (atrasado en algunos distritos donde todavía se estaba votando) había dejado sensaciones contrapuestas en los dos principales contendientes. A las 17, la asistencia había alcanzado más del 62 por ciento. Y terminó siendo superior al 70 por ciento. Y si bien los primeros resultados dieron ventaja inicial la Fernández, la sensación de triunfo de Poggi, con sus aliados de Juntos por el Cambio se mantuvo firme.
Desde el búnker del opositor Cambia San Luis, que llevaba como candidato a gobernador a Poggi, dejaron trascender sondeos de boca de urna que daban una supuesta diferencia de entre 8 y 12 puntos de ventaja sobre Fernández, exministro del Superior Tribunal puntano y delfín del gobernador Alberto Rodríguez Saá.
Alrededor de las 20, el optimismo en el búnker de la calle Rivadavia (una agencia de motos organizada para la ocasión) era notable. “Entre San Luis, Villa Mercedes y Merlo tenés el 70 por ciento del padrón. Y ganamos en las tres”, afirmaba el diputado radical Alejandro Cacace mientras cotejaba datos que llegaban a su celular. Y a las 21, aún sin datos oficiales, Adolfo Rodríguez Saá, enemistado con su hermano y aliado de Poggi, habló de una “tendencia irreversible” de “veinte puntos”. En los parlantes comenzó a sonar a todo volumen “Cambia, todo Cambia”, de Mercedes Sosa, un hit que se mantendría hasta la madrugada.
Los partidarios del mandatario provincial, en tanto, se mantenían en silencio y evitaban dejar trascender datos, aunque hablaban sí de una elección “pareja”. En la sede del PJ abundaban las caras largas y escaseaban las respuestas.
El primero en votar fue Poggi, quien llegó al colegio Pascual Pringles minutos antes de las 10. Paciente, esperó más de veinte minutos en la fila antes de emitir su voto, y en ese lapso hasta tomó con una sonrisa un corte de luz que dejó el establecimiento a oscuras. “Vamos a estar con el cuchillo entre los dientes para evitar pillerías”, dijo Poggi, quien cuestionó la coyuntura social, económica y de inseguridad del país y expresó sin dudar que los puntanos “van a votar por la libertad y la esperanza”, antes de abandonar la escuela, sonriente y tranquilo. A la misma hora, Fernández votaba, con mucho menos presencia mediática, en una escuela de su pueblo, Tilisarao, y expresaba también, aunque con menos énfasis, su confianza en el triunfo. “Siempre es una alegría votar”, afirmó el candidato oficialista, que luego almorzó en una gomería y descansó hasta llegar a la sede del gobierno puntano, Terrazas del Portezuelo, dónde lo esperaba el gobernador Rodríguez Saá.
Luego de emitir su voto, en la escuela Bernardino Rivadavia de esta ciudad, el gobernador fustigó al kirchnerismo, evitó pelearse de frente con su hermano Adolfo, enrolado en la oposición, y dejó una sentencia sorpresiva: anunció que no seguirá en política luego de diciembre cuando venza su mandato, aunque el resultado de las elecciones podría hacerlo cambiar de idea.
“En principio, no”, contestó a LA NACION el gobernador cuando fue consultado sobre si continuará ligado a la gestión o competirá en futuras elecciones, en tras finalizar este último ciclo en el Ejecutivo local. Fue en el marco del diálogo con medios nacionales y locales que cubrían su votación. Cuando terminó la rueda de prensa, el mandatario provincial consultó a este diario si había “contestado” la consulta, como para que quede claro lo que había dicho.
Al rato, fue Adolfo Rodríguez Saá quien votó cerca de su casa, en Potrero de los Funes. ”De tener la provincia que causaba sensación porque tenía los mejores indicadores, pasamos a los peores lugares”, fustigó el ex presidente, en alusión al gobierno de su hermano. Cuando le preguntaron si sería jefe de gabinete de un eventual gobierno de Poggi (que fue su ministro de Hacienda), recurrió a una humorada. “Yo soy El Adolfo, y voy a contribuir si me lo piden”, contraatacó el ex mandatario, que participó a través de candidatos propios a cargos legislativos y municipales, pero apoyando a Poggi en la elección a gobernador.
Dada la cantidad de candidatos que se presentaron-en capital había 70 boletas distintas-el conteo, que comenzará a difundirse a las 21, podría extenderse hasta la madrugada. Desde Juntos por el Cambio esperaban un guiño para llegar a festejar, sobre todo Horacio Rodríguez Larreta, principal apoyo nacional de Poggi, quien llegó desde Corrientes minutos antes de la medianoche. En representación de su rival interno, Patricia Bullrich, el ex presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, había llegado por la mañana a la provincia, y arribado al búnker de Poggi cerca de las 20 horas, con la expectativa de un batacazo histórico que alimente los sueños de la oposición a nivel nacional, algo que finalmente se concretó.
Desde el radicalismo, su presidente y también pre-candidato presidencial Gerardo Morales arribó a esta ciudad con el mismo objetivo: sumarse a la foto con el ganador, de cara al cierre de listas para las Paso. Lo acompañaban en el escenario, eufóricos, Martín Lousteau, Margarita Stolbizer, José Luis Espert, Maximiliano Ferraro y Emiliano Yacobitti.
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