Entre Brasil y las playas bonaerenses, Daniel Scioli quiere anotarse en la carrera presidencial de 2023
El embajador en Brasilia combina sus tareas diplomática con su intención de competir en las PASO oficialistas “si el Presidente no juega”; en sus recorridas de verano se mostrará lejos de “los extremos”
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Daniel Scioli regresó hoy a Brasil para recibir el año junto a su familia. Antes de retornar a su destino como embajador en Brasilia, dejó en claro a sus colaboradores de siempre que “está listo” para participar de la batalla interna que el Frente de Todos prepara para elegir a su candidato presidencial en 2023.
“Las elecciones se ganan desde el centro, nunca desde los extremos”, reflexionó en las últimas horas el embajador en Brasil, que mientras niega en público sus aspiraciones de revancha presidencial se prepara para el desafío. Convencido de que puede ser finalmente el candidato del kirchnerismo, en el que milita desde hace dos décadas, el exgobernador bonaerense piensa en combinar su rol diplomático (el domingo acompañará al presidente Alberto Fernández a la asunción de Lula da Silva) con escapadas veraniegas y trotes por las playas de Mar del Plata para sondear el clima popular, lo que él mismo denomina el “Bristol Test”.
Todo depende, aclaran sus voceros, de la decisión del Presidente. “Si Alberto va de candidato, Daniel no lo va a enfrentar”, aseguran. En el caso de que el Presidente decline esa posibilidad, que hoy desde el albertismo dan como “lógica”, Scioli se anotaría para la “gran PASO” de la que se habla en el Frente de Todos, que podría incluir a los ministros Sergio Massa (Economía) y Eduardo de Pedro (Interior), además del jefe de gabinete Juan Manzur, ya anotado en la carrera ni bien termine el test electoral en Tucumán, en la que será candidato a vicegobernador de Osvaldo Jaldo.
“Tenemos que contrapesar la interna de Juntos por el Cambio (JxC) entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que seguramente será muy potente”, cuentan cerca del embajador, para quien ser candidato oficialista en las actuales circunstancias es casi “un acto de servicio”.
El escenario, evalúan en el sciolismo, se presenta “más que difícil”, no sólo por la cohesión de JxC sino por la consolidación como tercera fuerza del libertario Javier Milei, cuyos votos son “más afines a Macri y Patricia Bullrich que a nosotros” en un eventual ballottage.
Optimista por naturaleza, Scioli cree que aún en los partidos con ideas distantes de las suyas “hay cosas para destacar”. Cerca suyo recuerdan un llamado del entonces candidato presidencial a Vilma Ripoll, del MST, que derivó en algún leve cambio de discurso de Scioli y según concluyen en su entorno, “varios puntos recuperados” en la disputa de aquel ballottage de 2015, finalmente perdido por escaso margen contra Mauricio Macri. “Al igual que Milei, Daniel representó en su momento una novedad para el electorado. Y Milei habla bien de (Carlos) Menem, con quien Scioli empezó su carrera política”, conjeturan desde el búnker sciolista y la embajada en Brasilia, con intenciones de captar al electorado de derecha.
La relación con Massa
En este contexto de dificultades reconocidas, Scioli asegura en los ámbitos de discusión política que limó asperezas con Massa, quien al asumir con “plenos poderes” el Ministerio de Economía provocó, en buena medida, la renuncia de Scioli al Ministerio de Producción y su regreso sin gloria a Brasil. “Conversaron largo y tendido, trabajan juntos y no hay conflicto”, afirman cerca del exmotonauta, y dan como ejemplo la reciente visita de Massa a Brasil, quien acompañado por Gustavo Martínez Pandiani y el titular del Indec, Marco Lavagna, se reunió con el nuevo vicepresidente y ministro de Industria y Comercio de Brasil, Geraldo Alckim y con el nuevo ministro de Economía, Fernando Haddad, dos actores clave del gobierno de Lula, que comienza su gestión partir del domingo próximo.
“Daniel habla con todos”, afirma otro colaborador sciolista a la hora de hablar de los activos del ex mandatario bonaerense. E incluye en la lista a medios de comunicación (en conflicto con el Presidente y su vice Cristina Kirchner) y opositores como el ex presidente Mauricio Macri y-con menos asiduidad-al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, por estos días criticado sin concesiones desde el kirchnerismo, con el fallo de la Corte Suprema favorable a la ciudad por la coparticipación como eje central del conflicto.
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