Enriquecimiento ilícito: acusan a Ricardo Jaime por tener un avión y un barco
En el tramo final del megajuicio que se le sigue por enriquecerse ilegalmente, la fiscal Baigún le enrostró haber usado testaferros para hacerse de un Learjet de US$ 5 millones y un yate de US$ 1 millón
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En las últimas audiencias del megajuicio oral que enfrenta el exsecretario de Transportes Ricardo Jaime, la fiscal Gabriela Baigún lo acusó de adquirir a través de testaferros un yate valuado en un 1 millón de dólares y de haber tenido para su uso personal un Lear Jet comprado mediante una compleja trama de sociedades offshore, valuado en casi 5 millones de dólares.
La fiscalía continuará la semana que viene con el pedido de condena por este tramo del juicio por enriquecimiento ilícito, y continuará con la acusación por otros hechos, como ser la compra de trenes chatarra a España y Portugal por 100 millones de euros, donde además de Jaime, está acusado el exministro y exdiputado Julio de Vido.
Jaime, que está preso, no concurrió al juicio que se realiza por Zoom, por problemas de salud. La fiscal describió la compleja maniobra de la que se valió para adquirir el avión, un Lear jet matrícula norteamericana N786YA, mediante las gestiones de su jefe de asesores Manuel Vázquez.
La fiscal destacó que el avión nunca se destinó a su explotación comercial, porque nunca fue matriculado en la Argentina. “La aeronave fue adquirida para el uso de Ricardo Jaime”, afirmó la fiscal ante los jueces Julio Panelo, Fernando Canero y José Martínez Sobrino. Jaime se movía todos los fines de semana hacia su Córdoba natal y viajaba con frecuencia al sur de Brasil donde vivía su hermano.
La aeronave se compró mediante una sociedad en Costa Rica y terminó siendo pagada en cuotas a un banco de Utah, que sigue reclamando las cuotas por el avión. La aeronave nunca se secuestró en la causa y se supone que está en los Estados Unidos. Jaime utilizó la aeronave hasta dejar el cargo y para fiscal no hay dudas de que el era suyo.
Otro tramo de su alegato estuvo dedicado a la adquisición de la otra joya del patrimonio de Jaime: el yate Almatar 64. Se trata de una embarcación de 1 millón de dólares, decomisada y utilizada por al Prefectura Naval para patrullar, ploteada con la frase; “Embarcación recuperada de la corrupción”.
Ese barco fue adquirido en marzo de 2009 por Dalia Ventures LLC, con domicilio en Delaware Estados Unidos. Los pagos se hicieron mediante otras offshore de Panamá y Belice. La fiscal destacó que en la operación participó Carlos Lluch, acusado de ser testaferro de Jaime y empleado de TBA, la empresa de trenes que Jaime debía controlar.
La fiscal dijo que las personas autorizadas a retirar el yate eran Manuel Vázquez y Silvano Mazzuchelli. Y que Vázquez le hizo firmar a Mazzuchelli para no seguir comprometiéndose. Dijo la fiscal que se habían armado dos coartadas para esconder la verdadera propiedad del barco: una que se le adjudicaba aun empresario uruguayo y otra a un brasileño, pero lo cierto es que nadie reclamó la embarcación, que patrulla el Delta.
La fiscalía le enrostró a Jaime la compra mediante testaferros de un Honda Legend, adquirido en una concesionaria de Martínez para la mujer de Jaime, pero con la cédula verde a nombre de un empleado de una cochera a quien le pagaron 3000 pesos por figurar como el propietario.
Una vez que se supo de esta causa, nadie quería el auto que terminó en el taller de la concesionaria, sin que nadie lo retirara, una vez que lo habían llevado para un service. Asimismo la fiscal explicó como Jaime adquirió mediante otros prestanombres un departamento de casi medio millón de dólares en la avenida Figueroa Alcorta al 3000, en Barrio Parque.
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