El 65% de la población cree que las clases presenciales deben comenzar sí o sí
Mientras los gremios docentes discuten las condiciones bajo las cuales empezarán las clases y el Ministerio de Educación busca coordinar un esquema presencial con cada jurisdicción, un 65% de la población cree que deben comenzar sí o sí las clases presenciales, y un 61% cree que la cantidad de contagiados de coronavirus avanzará de la misma manera que ahora.
El clamor social por retomar la normalidad educativa quedó evidenciado en la última encuesta de Poliarquía Consultores a la que tuvo acceso LA NACION: fueron ocho las preguntas formuladas por vía telefónica a un universo de 1247 casos a nivel nacional entre el 27 y 29 de enero, de las que surge un alto grado de interés por el retorno de las clases bajo la modalidad presencial.
El 88% de los entrevistados dijo tener mucho (67%) o bastante (21%) interés por el comienzo de las clases, y el 64% considera correcto que ocurra a fines de febrero y comienzos de marzo con los recaudos necesarios. Un 25% de los entrevistados consideró que las clases presenciales no deben comenzar por el momento.
"Los entrevistados que identificamos como cristinistas tienen una posición mayoritaria de rechazo frente al comienzo presencial del ciclo lectivo. Es el único segmento político que opta por continuar con la virtualidad en la enseñanza, mientras los independientes, los cercanos al cambiemos, los macristas y los peronistas no K abogan por el comienzo presencial de las clases", dijo el director de Poliarquía Alejandro Cattergberg a LA NACION.
El rol de los gremios docentes es interpretado por los encuestados, según arrojan los resultados del monitoreo, como un factor de presión en contra de la presencialidad. El 60% de los encuestados consideró que, si finalmente las clases no comenzaran, sería debido a la presión de los sindicatos y no para cuidar la salud de la población.
Y en lo que refiere a esa pregunta ("Si finalmente las clases presenciales no comienzan, ¿usted cree que se debe a una decisión para cuidar la salud de la población o se debe a la presión de los sindicatos?"), de los etiquetados como "cristinistas" que respondieron, un 73% considera que si las clases presenciales no comienzan sería para cuidar la salud de la población; mientras que de los rotulados como "macristas" un 86% respondió que sería debido a la presión de los sindicatos.
Un 67% considera, además, que "los maestros y docentes deberían trabajar de forma presencial como lo hacen tantos otros trabajadores como los choferes de colectivo o cajeros de supermercado".
Según dejaron trascender ayer algunos de los 17 gremios porteños que se reunieron con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en las últimas horas, varios de ellos dejaron de lado el rechazo manifestado en las últimas semanas y reconocieron avances para ir hacia la presencialidad con los protocolos correspondientes.
En el Gobierno Nacional pesa la preocupación por que se vuelva a perder el control de la curva de contagios. Según informó este medio, se prorrogará el DNU que fija el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) pero se habilitarán actividades educativas de acuerdo a lo que fije el Consejo Federal de Educación.
La gestión de la pandemia
En tanto el humor respecto de la vuelta a clases se vio claramente a favor de la presencialidad en la encuesta, creció la cantidad de gente que pide flexibilizar las medidas de restricción (de 24% a 30%) y bajó la cantidad que dice que las medidas deben endurecerse (de 47% a 41%).
Y una mayoría consideró que los casos de coronavirus aumentan porque la gente se cuida menos y no por la flexibilización de las medidas de restricción.
Además, la desaprobación a lo que hace el presidente Alberto Fernández para controlar el virus subió del 48% al 51% entre la primera y la última semana de enero, superando a los que apoyan el accionar del Estado, que cayeron del 41% al 38%.
Sin embargo, un dato notable del estudio realizado por Poliarquía Consultores expone un incremento del 7% en la cantidad de gente que "seguro se vacunaría" contra el coronavirus. Desde que comenzó la campaña de vacunación, esa cifra ascendió del 38% al 45%.