En vísperas del encuentro de Alberto Fernández con las Fuerzas Armadas anuncian una equiparación salarial

En momentos en que el 50% de los efectivos de las Fuerzas Armadas orilla el límite de la línea de pobreza, una fuerte expectativa se concentra en el ámbito militar, frente a la comida de camaradería con las Fuerzas Armadas que encabezará el presidente Alberto Fernández esta noche, a las 21, en el edificio Libertador. Se trata de una instancia en la que históricamente se fijan lineamientos de políticas para el sector.

Horas antes del encuentro, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció en la Cámara de Diputados que a lo largo de 12 meses se avanzará en la equiparación salarial de los militares respecto de las fuerzas de seguridad e intentó descomprimir los focos de tensión por el malestar. Admitió, en ese sentido, que las Fuerzas Armadas están siendo “castigadas”, por una diferencia salarial que hoy ronda el 70%, aunque no dio precisiones sobre los aumentos que se evalúan para el personal castrense.

El ministro de Defensa, Jorge Taiana, insistió en los últimos cinco meses en ese objetivo –al dirigir sendos mensajes en mayo, en el Día Del Ejército y en el Día de la Armada–, por lo que confían en descomprimir la tensión en el sector.

Más allá de las diferencias con los haberes del personal de seguridad, fuentes militares señalaron a LA NACION que el 50% del personal militar percibe salarios inferiores a $119.757, la cifra establecida por el Indec para acceder a la canasta básica y superar la línea de pobreza. Perciben ese monto los que alcanzan los grados de teniente primero o teniente de fragata, entre los oficiales, y los cabos, entre los suboficiales. Los grados inferiores están por debajo de la línea de pobreza: la porción del 30% corresponde a los suboficiales y el 20%, a los oficiales, indicaron fuentes militares

Al admitir que se trata de un reclamo persistente desde hace varios meses en las Fuerzas Armadas, Massa aseguró que el programa de rejerarquización salarial se llevará delante en un período de 12 meses, por lo que ahora la expectativa gira en torno de los detalles que se podrían conocer tras el mensaje de Fernández.

En la actualidad, un general de brigada del Ejército cobra $249.802, frente a los $407.657 que percibe un oficial con grado equivalente en las fuerzas de seguridad, lo que marca una brecha salarial del 63 por ciento. Las diferencias se amplían en los grados inferiores del escalafón y llegan al 75% en el grado de teniente coronel y capitán de fragata, en relación con sus pares de la Prefectura y la Gendarmería.

El 17 de mayo pasado, ante 2000 oficiales y suboficiales formados en la plaza de armas de la Base Naval de Puerto Belgrano, el ministro Taiana compartió la celebración del Día de la Armada con la promesa de comenzar a poner fin a la brecha salarial.

El reclamo es sostenido desde hace tiempo por la Unión del Personal Militar Asociación Civil (Upmac), que preside el coronel retirado Francisco Verna, que planteó sus reclamos en una carta enviada al presidente Fernández.

“Doce meses es un tiempo muy largo, que además va a desembocar en el período electoral”, evaluó con desconfianza una fuente castrense.

En ámbitos oficiales, en cambio, destacaron que el ministro de Economía garantizó que el presupuesto de 2023 va a sostenerla inversión del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), al tiempo que contemplará recursos para favorecer la soberanía argentina en la Antártida, a partir de la construcción de la Base Naval Ushuaia, el desarrollo del polo logístico antártico y la recuperación de la Base Petrel. Se destinarán, para ese fin, $2500 millones a la construcción del muelle, instalaciones y viviendas del servicio del personal.

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