En un clima de presión interna, Lousteau convocará a una cumbre de la UCR para definir qué hacer con el pliego de Lijo
El jefe del radicalismo reunirá al comité nacional del partido, los gobernadores y el bloque de senadores para definir la posición sobre los candidatos de Milei para la Corte; incomodidad entre los referentes
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A medida que el Senado avanza con el tratamiento del pliego del controvertido juez Ariel Lijo, uno de los candidatos que propuso Javier Milei para cubrir las vacantes en la Corte Suprema de Justicia, crece la incomodidad y el desconcierto en las filas de la Unión Cívica Radical (UCR), una de las llaves que tiene el Gobierno para destrabar las votaciones en el Congreso.
En un clima de presión y convulsión interna, Martín Lousteau, titular del radicalismo, resolvió que convocará a una reunión a los integrantes del Comité Nacional de la fuerza, los cinco gobernadores y el bloque de senadores para definir qué hacer con el pliego de Lijo, según confirmaron fuentes partidarias. Lousteau aún no fijó una fecha para la cumbre. Por lo pronto, el oficialismo planea realizar las audiencias públicas a mediados de agosto.
Como ocurrió con las arduas peleas para sancionar la Ley Bases y el paquete fiscal o avalar el megadecreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 para desregular la economía, la apuesta de Milei por Lijo divide aguas y provoca una fuerte discusión tribal en el radicalismo, que tiene trece representantes en la Cámara alta.
No es casual que hasta el momento la UCR no haya fijado una posición orgánica sobre un asunto trascendental para la calidad institucional. Tampoco reclamó de manera formal la incorporación de mujeres ante la decisión de Milei de impulsar a dos hombres -Lijo y Manuel García Mansilla- para reemplazar a Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, quien se retirará en diciembre cuando cumpla 75 años. Al igual que ocurre en Pro, la fuerza que lidera Mauricio Macri, el silencio y el pragmatismo se imponen en el radicalismo.
Es que, por el momento, Lousteau y el resto de las autoridades partidarias no encontraron una salida efectiva a la encerrona en que los puso la Casa Rosada. El dilema que plantea la nueva integración de la Corte y, sobre todo, el posicionamiento de la UCR ante el caso de Lijo, quien fue denunciado por su patrimonio o por su accionar al frente de causas sensibles para el kirchnerismo y recibió más de 300 impugnaciones, provoca escozor y temores en aquellos dirigentes radicales que ocupan cargos de gestión o tienen ambiciones políticas. Por eso, manejan el tema bajo un fuerte hermetismo.
El pliego de Lijo volvió a exhibir las diferencias entre las distintas líneas internas de la UCR. Los apoyos y rechazos son transversales. Por un lado, están los que respaldan la candidatura del juez, como Emiliano Yacobitti, referente de Evolución Radical y principal ladero de Martín Lousteau, Daniel Angelici, Martín Ocampo y Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes.
En el andarivel del “ni” caminan los mandatarios, autoridades partidarias y legisladores que exhiben cautela, equidistancia y neutralidad. Dispuestos a cuidar sus intereses y preservar sus conexiones en la política y la justicia, argumentan que esperarán a que termine el proceso de audiencias públicas en el Senado para pronunciarse. En ese grupo están desde Lousteau hasta Alfredo Cornejo, Maximiliano Pullaro, Rodrigo de Loredo y Maximiliano Abad. Y, por otro lado, aparecen los que rechazan abiertamente ante la opinión pública la postulación del polémico juez federal, como los senadores Carolina Losada y Pablo Daniel Blanco, o Luis Naidenoff y Inés Brizuela y Doria, ambos vicepresidentes de la UCR.
Está claro que la figura de Lijo, quien ostenta sus lazos con todos los partidos o sectores de poder y una voz influyente en los tribunales de la Justifica federal, genera incomodidad en las filas del radicalismo. Por caso, hay dirigentes que en la intimidad se muestran en contra de su postulación, pero prefieren no pronunciarse. “Nadie se lo quiere poner en contra a Lijo, porque es la ‘orga’ judicial”, resume un dirigente radical que transita los pasillos del Senado.
El médico Facundo Manes es uno de los más críticos de Lijo dentro del universo radical. Avaló la impugnación a la candidatura del juez que presentó un grupo de diputados de la UCR ante el Ministerio de Justicia, pero evitó firmarla. El documento lo presentaron Fernando Carbajal (Formosa), Pedro Galimberti (Entre Ríos), Manuel Aguirre (Corrientes) y Marcela Coli (La Pampa), quienes lucen alineados con el neurólogo a la hora de votar. El 24 de abril, en pleno debate por los fondos para las universidades, Manes deslizó su rechazo a Lijo en pleno recinto. Pidió “ejemplaridad” a los gobernantes y abogó por “instituciones fuertes, sólidas y transparentes”. “Eso espero del peronismo y del kirchnerismo para la votación de los jueces de la Corte”, enfatizó.
Silencios e incomodidad
Esta semana hubo tensas deliberaciones en los grupos de WhatsApp que nuclean a dirigentes con trayectoria en la UCR y se produjeron ruidos en el bloque que conduce De Loredo. Varios legisladores recibieron llamados de personas influyentes en el partido para sondear sus posiciones respecto de Lijo. A los que se expresaban en contra, pero aún no manifestaron su opinión públicamente, les pidieron prudencia y discreción por motivos estratégicos.
El argumento que les dieron es que se podría activar una discusión integral con el Gobierno en el Senado para negociar una ampliación de la Corte o los cargos de titulares de la Procuración General de la Nación, un puesto clave en el mundillo judicial, y la Defensoría del Pueblo. “La UCR no puede quedarse afuera de esa discusión”, resumen. En el radicalismo hay quienes sospechan que Milei no logrará conseguir los votos del peronismo para aprobar el pliego de García-Mansilla, por lo que se verá obligado a modificar su plan original de aprobar “los dos o ninguno”.
En paralelo, integrantes de la vieja guardia de la UCR, como Juan Manuel Casella, los diputados Carbajal y Coli redoblaron la presión para que Lousteau convoque a una reunión del Comité Nacional en la que se discuta un eventual pronunciamiento del centenario partido. Lousteau definió que avanzará por esa vía y sumará a los gobernadores y senadores. ¿La UCR dará su opinión para darle cobertura política a los senadores o instruirá al bloque para que vote a favor, en contra o se abstenga? “Algo vamos a decir; lo estamos discutiendo en la mesa, pero aún no sabemos ni qué ni cómo”, dice uno de los integrantes del Comité Nacional.
Luis Naidenoff, vicetitular segundo del radicalismo, fue la primera autoridad partidaria en condenar la postulación de Lijo, por haber beneficiado a Gildo Insfrán en la causa Ciccone. En tanto, Brizuela y Doria, exintendenta de la ciudad de La Rioja y vice de la UCR, también fue una de las promotoras de la idea de abrir una discusión interna. Considera que Lijo no “reúne las condiciones académicas” y exhibió “un manejo discrecional en causas importantes”. Lo considera un exponente de la “casta judicial” y, además, reclama que se respete la diversidad de género en la composición del cuerpo, como expresó el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, que preside Ricardo Gil Lavedra.
Karina Banfi, vicetitular del bloque de Diputados de la UCR, reunió el apoyo de legisladoras provinciales para pedir espacios de representación equitativos en la Corte. “La igualdad de oportunidades no solo es un derecho, sino también una necesidad para garantizar un sistema judicial inclusivo y equitativo que refleje la diversidad de nuestra sociedad”, sostuvo Banfi, referente en Buenos Aires.
Por su parte, Lousteau ratificó esta semana que tomará una decisión sobre los pliegos de Lijo y García Mansilla cuando finalicen las audiencias públicas. “Lo quiero escuchar a Lijo, quiero ver cómo responde las preguntas que se les hacen a los dos. Quiero ver de las objeciones que vinieron, estudiarlas una por una”, puntualizó Lousteau en diálogo con La Nación +. Además, señaló que “la trayectoria” de Lijo “tiene puntos buenos y malos”. Otros referentes nacionales de la UCR estaban pendientes de sus dichos, ya que sospechan que el senador está condicionado por su cercanía a Yacobitti, uno de los defensores de Lijo, y su alianza táctica con Angelici y Martín Ocampo en la ciudad.
Hasta ahora, el jefe de la UCR fue uno de los opositores más críticos del rumbo económico y político del gobierno de Milei. Enfrentado con el Presidente, suele decir que los valores de la UCR están en las “antípodas” del modelo de los libertarios. Entre los radicales que defienden su visión sobre Milei, le sugieren que no acompañe con su voto la designación de Lijo. “¿Cómo lo va a explicar? Lo tienen que liberar de ese compromiso”, dice uno de los aliados de Lousteau en el partido.
El titular del radicalismo es uno de los indecisos dentro del bloque de Senadores de la UCR. Tampoco definieron su voto Víctor Zimmermann (Chaco), quien intentará consensuar con el gobernador Leandro Zdero, ni Daniel Kroneberger (La Pampa). En tanto, los mendocinos Rodolfo Suárez y Mariana Juri, ambos referenciados en Cornejo, aguardarán a que terminen las audiencias públicas para dar su opinión. El lunes pasado, Cornejo elogió el desempeño de la Corte, donde están dos jueces con nexos en la UCR: Carlos Rosenkrantz y Maqueda. En cambio, Carolina Losada (Santa Fe), Eduardo Galaretto (Santa Fe) y Pablo Daniel Blanco (Tierra del Fuego) ya anticiparon su rechazo al pliego de Lijo.
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