En su primera cumbre frente a Biden, Alberto Fernández reclamó por la deuda
El presidente argentina aprovechó el encuentro virtual de líderes por el clima convocado por la Casa Blanca para plantear la necesidad de “renovar la arquitectura financiera internacional”
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WASHINGTON.- El Presidente Alberto Fernández aprovechó la cumbre virtual de líderes sobre el clima convocada por el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, para plantear la necesidad de “renovar la arquitectura financiera internacional” con una amplia agenda en la que incluyó el reclamo de la Argentina para acceder a mejores condiciones en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), originado en el cristinismo.
Alberto Fernández fue uno de los 40 líderes convocados por Biden para una cumbre virtual en el Día de la Tierra que aspira a acelerar la lucha contra el cambio climático. Al abrir la cumbre, Biden anunció que Estados Unidos reducirá las emisiones de gases del efecto invernadero a la mitad para 2030 en relación con 2005.
“Celebro que los Estados Unidos retomen esta agenda esencial para el futuro de la humanidad. La República Argentina ha puesto la acción climática y ambiental en el centro de sus convicciones”, dijo Fernández, al abrir su discurso.
Justo antes de las palabras del presidente argentino, Biden se puso de pie, pidió disculpas y momentáneamente se ausentó de la cumbre porque debía atender a la reunión diaria en el Salón Oval en la cual recibe el briefing de su equipo de seguridad nacional, un rito que respeta a rajatabla.
Luego de renovar los compromisos de la Argentina en la lucha contra el cambio climático, Fernández cerró su breve mensaje –los discursos de los líderes duraron en general menos de cinco minutos– con su reclamo por la deuda, que ató a la transición a una economía verde, e incluyó una cita al papa Francisco, un líder admirado por Biden, quien tiene una foto suya en su despacho.
“Para que esta transición sea justa y comience por los últimos para llegar a todos necesitamos recordar lo que magistralmente nuestro querido papa Francisco suele decir, la crisis ecológica y la crisis social son dos caras de un mismo problema que están unidos. Como bien ha dicho el presidente [de Francia, Emmanuel] Macron necesitamos renovar la arquitectura financiera internacional”, dijo.
Fernández incluyó en la agenda de esa reforma dos pedidos de la Argentina al Fondo Monetario Internacional. El primero, que la nueva asignación especial de derechos especiales de giro (DEG) que el Fondo prevé realizar para los próximos meses se haga “sin discriminar a los países de renta media para mejorar nuestro medio ambiente”. La Argentina recibirá una inyección de unos 4400 millones de dólares en las reservas del Banco Central, pero la Argentina y México hicieron un pedido al G20 para poder acceder también a los fondos que reciban otros países.
El segundo pedido tiene que ver con el reclamo que salió del cristinismo: obtener mejores plazos, y una quita en la tasa de interés que cobra el FMI en la renegociación por la deuda de US$ 45.000 millones que tomó el gobierno de Mauricio Macri.
“En atención a los fenómenos de sobreendeudamiento irresponsable provocados antes de la pandemia y agravados por la presencia de este virus, [es necesaria contar con una] mayor flexibilidad de plazos, de tasas y de condiciones”, dijo el presidente argentino, al cierre de su mensaje. “En síntesis, aspiro que en esta cumbre nazca un nuevo camino. Es la hora histórica de soñar juntos”, cerró.
Primer cara a cara
La cumbre del clima convocada por Biden ofrecía la primera oportunidad de un cara a cara entre Fernández y Biden. La agenda del presidente norteamericano le impidió escuchar el mensaje de Fernández, que fue seguido por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el enviado especial de Biden para el clima, John Kerry, quien lideró la diplomacia de Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama.
Fernández dijo al inicio de su discurso que la Argentina elevó su meta para reducir las emisiones de gases al elevar la llamada “Contribución Determinada Nacional” un 27,7% respecto a la de 2016, algo que calificó como “pasos consistentes con la meta de 1,5° grados centígrados, y con la neutralidad de carbono al 2050”.
El Presidente ofreció un nuevo objetivo: lograr que el 30% de la energía que utiliza la Argentina en el año 2030 provenga de energías renovables.
La agenda del cambio climático es una de las prioridades del gobierno de Joe Bien, quien se propuso enfrentar cuatro grandes crisis: la pandemia del coronavirus, la crisis económica, el cambio climático –una crisis que Biden considera “existencial”– y el racismo.
El mensaje de Fernández quedó partido en dos. Al inicio se refirió a la crisis climática y los objetivos de la Argentina. Fue un mensaje al mundo. Pero en el segundo tramo pasó a pedir las reformas en el sistema financiero internacional, un pedido anclado en los problemas de la economía argentina, y en la intención del Gobierno de obtener del FMI condiciones más favorables que las actuales, una meta poco probable, pero a la cual la Casa Rosada se muestra decidida a perseguir de todos modos.
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