En su apuesta más fuerte, Mauricio Macri apeló a "la rebeldía de las personas de paz" en el Obelisco
"Yo estoy acá para defenderlos y siempre los voy a defender. No dejemos que nos digan con el dedo en alto que ellos son los que saben", exclamó Mauricio Macri en el acto más masivo que haya encabezado alguna vez. Una multitud se acercó a apoyar al Presidente al Obelisco: la gente colmó la avenida 9 de Julio, desde avenida Corrientes hasta Córdoba, y copó varias calles laterales.
El acto fue la mayor apuesta de la campaña del Presidente y buscó dar un golpe de efecto a una semana de la elección que puede ser definitoria. Desde la Casa Rosada difundieron que en el acto hubo "un millón de personas" y que superó todas las expectativas de convocatoria. Un cálculo realizado por infógrafos de LA NACION sobre una imagen panorámica, sin embargo, estimo la presencia en 320.000 personas.
"Estamos viviendo una semana histórica. Tenemos que dar vuelta la elección. El domingo 27 es la elección real que define nuestro presente y nuestro futuro. Hay que transformar esta energía en acción", dijo Macri en un discurso de media hora, más extenso que sus alocuciones habituales.
"Así es como se van formando las revoluciones, es la rebeldía de las personas de paz que no queremos violencia pero que no estamos dispuestas a que nos lleven por encima una y otra vez", agregó el Presidente. Con el multitudinario acto, Macri no solo quiso dar una inyección anímica para convencer a indecisos y sumar voluntades que le permitan cambiar la ecuación de las PASO. También quiso exhibirse como el referente político de sus votantes y decir que los seguirá representando, pase lo que pase en las urnas.
"Tenemos que reconocer que somos una mayoría que muchas veces miró en silencio. Sin darnos cuenta fuimos relegando espacios, fuimos dejando el país en manos de unos pocos que fueron por todo, hasta por nuestra libertad", exclamó el Presidente en un cruce al kirchnerismo. Mientras, en el campamento del Frente de Todos creen poder estirar la diferencia de las PASO.
La marcha del Sí Se Puede
Antes de acercarse al Obelisco, Macri ensayó en Olivos para la segunda edición del debate que lo cruzará mañana con Alberto Fernández en la Facultad de Derecho. También repasó el discurso que brindaría ante la multitud, y para el que se respaldó en su teleprompter.
El Presidente se trasladó por tierra hasta alcanzar la multitud, que lo esperaba con banderas de la Argentina repartidas por los colaboradores de la campaña. Macri caminó por Diagonal Norte en el medio de la gente mientras personal de Casa Militar abría el paso e intentaba contenerlo. Conmovido, el jefe de Estado frenaba a cada paso a saludar con un beso y a estrechar manos.
La Casa Rosada se montó sobre una convocatoria en redes que se empezó a gestar después de las PASO y buscó hacer una demostración de fuerza con un impactante desborde callejero. Por un lado, el comando de campaña de Juntos por el Cambio agitó la convocatoria con todos sus "fierros" digitales: difusión a través de referentes, mails a voluntarios, grupos de WhatsApp, aviso en apps y algo de publicidad digital. Por el otro, se movilizaron voluntarios de diferentes puntos del país.
El titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, devenido en el "manager" de la gira del "Sí, se puede", alquiló un amplio escenario y ocho pantallas gigantes, financiadas por Pro Nacional.
Fue tal la convocatoria que funcionarios y diputados se asomaban por los laterales del escenario para observar y sacar fotos. Uno de ellos fue el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, que finalmente fue el presentador del Presidente.
"Acá en Capital demostramos que sí se puede transformar la realidad para vivir mejor. Con Mauricio nos llevó mucho tiempo. Esa misma convicción Mauricio la está llevando a toda la Argentina", dijo Rodríguez Larreta, alineado con el objetivo nacional del Presidente. La gobernadora María Eugenia Vidal, en cambio, no logró alcanzar el escenario por la congregación de gente y finalmente siguió el acto desde una camioneta, agitando una bandera argentina.
"Estamos juntos defendiendo una forma de vivir. Quiero saludar a los agitcompañeros venezolanos que nos acompañan que defienden la libertad que en su país perdieron. No más a la resignación, no repitamos la historia una y otra vez. No nos vamos a quedar callados no vamos a dejar que vengan con deditos, con atril, con canchereadas, con soberbia", inició su discurso Macri.
"Llegar acá fue más difícil de lo que imaginábamos, los problemas eran mucho más profundos y resolverlos lleva tiempo. Demostramos que podemos integrarnos al mundo, demostramos que podemos generar energía en Vaca Muerta, que podemos hacer obras sin corrupción, que podemos tener políticas sociales sin clientelismo, que se puede gobernar sin generar miedo ni odios", dijo el Presidente. Y prometió: "Se viene una etapa de crecimiento y alivio para los argentinos, por todo lo que hemos hecho, por todo el hombro q han puesto".
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