En plena era Trump, Macri se exhibió como militante contra el proteccionismo

MADRID. Mauricio Macri se muestra mucho más cauto que hace unos meses cuando le preguntan por Donald Trump , ese viejo conocido suyo que ahora manda en la Casa Blanca. Ya no dice que es un hombre "totalmente chiflado". Prefiere definirlo como "un personaje particular" al que "hay que darle tiempo".

Pero pese al tono diplomático, dejó en claro en sus presentaciones ante empresarios españoles que no comparte la visión proteccionista del nuevo presidente de los Estados Unidos y se presentó como un "convencido defensor del libre comercio" que se dedicará activamente a tejer alianzas con otras naciones.

"Queremos desarrollarnos de forma integral, inclusiva. Y eso se logra participando activamente en la globalización", dijo en el Teatro Real, al aceptar un premio otorgado por el lobby empresarial Nueva Economía Fórum. Horas antes, en un simposio sobre inversiones en la Argentina organizado por el Grupo Prisa (editor del diario El País), anticipó su voluntad de intensificar lazos con México y Brasil para coordinar posiciones en el G-20 y en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el fin de interactuar en un mundo en plena revuelta aislacionista.

En ese ámbito, lo entrevistó en público el número uno de Prisa, Juan Luis Cebrián, que quiso escuchar su opinión sobre Trump. "Es un hombre de mucho olfato, muy pragmático. Va a ir actuando, según vea lo que es posible. Él siente, como muchos norteamericanos, que el suyo es un país rico del que todos quieren aprovecharse. Quiere encontrar un lugar nuevo desde el cual negociar. Veremos si lo encuentra."

Después cuestionó la reacción de Trump contra México. "¿A quién castiga cuando se cierra? El sistema económico de los Estados Unidos está muy entrelazado con el mexicano. Es un momento de mucha preocupación acerca del futuro del empleo y eso causa muchos miedos. Pero el problema no es la globalización sino la revolución tecnológica." Macri insinuó que su intención es construir un nuevo eje regional Brasil-México-Argentina. Es el liderazgo que aspira a ejercer y estos días madrileños le sirvieron para ensayar ese papel.

Del mismo modo, insistirá para impulsar al fin el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Uno de los detalles que más lo conformaron de su diálogo con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy fue la promesa de que España será el abogado del bloque sudamericano ante sus socios europeos. Rajoy quiso expresar ayer otra vez sus coincidencias con Macri. Al celebrar el premio empresarial entregado a su invitado, previno contra "los vientos proteccionistas" y dijo que sólo con más integración se garantiza el desarrollo. El argentino lo siguió: "En los últimos 20 años los únicos países que crecieron sostenidamento son los que apostaron al libre comercio".

Durante los tres días que duró la visita de Estado a Madrid, el mensaje de Macri que esta noche vuelve a Buenos Aires, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas estuvo articulado y bien estudiado, a riesgo de parecer reiterativo. Al eje de "previsibilidad y reglas claras para los inversores", le agregó las promesas de "transparencia y cifras verdaderas" y finalmente el alegato contra el repliegue proteccionista. En todos los foros de los que participó se repetían las inquietudes sobre la viabilidad de largo plazo de sus políticas liberales.

La sombra de las próximas elecciones en un contexto de fragilidad económica obligaron al Presidente a insistir en que el país está cambiando: "Nosotros no tenemos mayoría y sin embargo pudimos sacar las leyes que necesitamos le respondió ayer a Cebrián. Entre reforma estructural y reforma estructural, (los opositores peronistas) tratan de volverme loco y sacarme todas las canas posibles. Pero cuando llamo y digo que algo es decisivo, me lo votan". Defendió también su filosofía gradualista: "No se puede salir del populismo de un día para el otro". Antes de saludarlo por última vez en la semana, Rajoy se comprometió ante Macri a impulsar la candidatura argentina a ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club de los países ricos.

Y mandó un mensaje final al recordar que Pro fue uno de los pocos partidos que se opuso en el Congreso a la estatización de Repsol, el caso que congeló las relaciones. "Lo hizo cuando no era popular y lo fácil era mirar para otro lado", remarcó.

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