En plena crisis, redoblan la presión sobre Lousteau para que la UCR se expida sobre Lijo y García Mansilla
En una carta, referentes del radicalismo pidieron que el Comité Nacional se pronuncie por la paridad de género e instruya al bloque de senadores a que se abstenga de tratar ambas nominaciones
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La guerra interna en la Unión Cívica Radical (UCR) se desarrolla en diversos frentes de conflicto. Mientras el bloque de Diputados quedó al borde de la fractura por los cinco legisladores que se fotografiaron con Javier Milei y cambiaron su voto en el debate sobre la reforma jubilatoria, un grupo de autoridades y referentes del radicalismo de todo el país redoblaron hoy la presión sobre Martín Lousteau para que el centenario partido se expida respecto de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, los candidatos que propuso el Presidente para ocupar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia.
A través de una carta que elevaron ante el Comité Nacional, que conduce Lousteau, solicitaron que la UCR reclame de manera formal que se respete el requisito de diversidad de género en la composición del cuerpo. En concreto, solicitan que la cúpula partida instruya al bloque de trece senadores a que se “abstengan” de tratar las propuestas del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) hasta que hasta que “se nominen mujeres a la Corte, garantizando así la igualdad real de oportunidades y el cumplimiento de la ley”.
“La nominación de dos varones para integrar la Corte es inconstitucional, arbitraria, discriminatoria y contraria a tratados internacionales con jerarquía constitucional que obligan al Estado Argentino a garantizar la igualdad de género en los espacios de poder”, puntualizaron en la misiva que presentaron, vía mail, ante Lousteau. A su vez, resaltaron que “el equilibrio de género en la Corte no es una opción, sino un mandato constitucional y convencional que debe ser respetado”.
El texto fue firmado por varios dirigentes del radicalismo que ya se manifestaron en contra de la llegada de Lijo a la Corte, como los actuales vicepresidentes del partido, Inés Brizuela y Doria y Luis Naidenoff; Ricardo Gil Lavedra y Jesús Rodríguez, entre otros. Creen que la UCR no puede mantener una posición indiferente y “mirar para otro lado” frente a un asunto trascendental para preservar la calidad institucional. Sugieren que Lousteau debería exhibir la misma celeridad con la que actuó para ordenar que se separe a los cinco diputados que cambiaron su voto y sostuvieron el veto de Milei a la ley jubilatoria. Por lo tanto, piden que el tema se trate sobre tablas en la próxima reunión de la mesa nacional.
“La independencia judicial y las instituciones firmes, que son base de la república, son banderas del radicalismo, como la protección de los más vulnerables o la educación pública, gratuita y de calidad”, aseguró a LA NACION Brizuela y Doria, exintendenta de la ciudad de La Rioja y número dos de Lousteau en el partido.
También rubricaron el comunicado el senador nacional Flavio Fama (Catamarca) y los diputados Fabio Quetglas, Gabriela Brower de Koning y Marcela Coli, además de intendentes, embajadores, legisladores provinciales, concejales o integrantes de la mesa nacional de la UCR, como Lorena Matzen (Río Negro), Lidia Ascarate (Tucuman), Luis Cerini (Sec. Gral. OTR), Horacio Pernasetti, Elsa Kelly, María Luisa Storani, Luis “Changui” Cáceres, Raúl Galván, Horacio Ravenna y Adolfo Rubinstein, entre otros. El reclamo para que el partido se expida y presione por la paridad de género en la integración del cuerpo es transversal. Incluso, agrupa a dirigentes que acompañaron a Lousteau y Gerardo Morales en la renovación de autoridades del año pasado.
Lousteau abrió el debate interno sobre la integración de la Corte a fines de agosto. Pero ese día las autoridades partidarias no lograron unificar posturas. Mientras que un sector reclamó que se rechace las candidaturas impulsadas por Milei, otro grupo pidió actuar con prudencia y dilatar una definición ante la presunta negociación entre el Gobierno y el kirchnerismo sobre la ampliación de la Corte o cientos de designaciones en puestos codiciados de la Justicia, como la Procuración General de la Nación. Por esa razón, Lousteau dispuso un cuarto intermedio para activar una serie de consultas con los cinco gobernadores de la fuerza y el foro de intendentes. Hasta ahora, pese a los pedidos de los opositores internos de Lousteau para que retome el debate, el jefe de la UCR no definió una nueva fecha para retomar la reunión.
Con esta jugada, Brizuela y Doria, Naidenoff y el resto de los firmantes pretenden instar a Lousteau a que convoque a un nuevo encuentro de la mesa de conducción nacional del radicalismo para clarificar qué hará el centenario partido frente a la pretensión de Milei de proponer a Lijo y García Mansilla para reemplazar a Elena Highton y Juan Carlos Maqueda, quien se retirará en diciembre cuando cumpla 75 años. Frente a la grieta interna que produce Lijo o la incomodidad que conlleva para muchos dirigentes radicales pronunciarse sobre el controvertido juez federal, optan por empujar una salida intermedia: rechazar ambos pliegos con el argumento de que Milei incumple el requisito de diversidad de género en la composición del cuerpo.
Sospechas internas
Quienes cuestionan la conducción de Lousteau sospechan que evita que el partido fije una postura porque Emiliano Yacobitti, su gran aliado en el radicalismo, es uno de los promotores de Lijo en la UCR. También Daniel Angelici, Martín Ocampo, socios de Lousteau y Yacobitti en la Capital, y Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes.
Hoy, el jefe de la UCR insistió en que comparte el planteo de que la Corte respete el “equilibrio de género”, pero consideró que el desenlace de la discusión sobre los pliegos de Lijo y García Mansilla “no depende del radicalismo, sino del kirchnerismo”.
Lousteau remarcó que las autoridades del partido desconocen el “tenor” de la presunta negociación entre el Gobierno y Unión por la Patria por los pliegos. Planteó que hay dudas respecto de si esas conversaciones también incluyen la eventual ampliación de la Corte, el cargo de la Procuración general de la Nación y los nombramientos de puestos vacantes en la Justicia federal. Por eso, sugirió que busca proteger el “interés” de los gobernadores o intendentes radicales, quienes, consideró, deben tener un rol preponderante en caso de que se abra una discusión más amplia con Milei sobre las designaciones en la Justicia.
“Está en juego que los 140 jueces que se vayan a nombrar los designen en acuerdo entre el Gobierno y el kirchnerismo. ¿Qué tienen que hacer un partido? Trabar las cosas y decir ‘no vamos a permitir que pase’. Que si hay discusión más grande, tengamos un criterio en que se mejore la Justicia acerca de cómo se llenan los lugares”, relató en diálogo con La Nación +. Por último, evitó decir si firmará el dictamen para habilitar el tratamiento en el recinto del juez Lijo. Y repitió que el candidato de Milei “tiene luces y sombras”.
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