En modo “halcón”: María Eugenia Vidal enfrenta el desafío de retener al núcleo duro del macrismo en el bastión de Pro
La postulante de Larreta enfatizó sus críticas al kirchnerismo y dirige sus propuestas a los jóvenes, donde abreva la fuerza de Milei; el rol de Patricia Bullrich en la campaña y el temor del macrismo
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En una campaña anómala por el clima social y la apatía electoral, la precandidata a diputada nacional María Eugenia Vidal (Juntos podemos Más) lidia con el desafío de retener al núcleo duro de votantes del macrismo en la Capital, casa matriz de Pro, en las próximas legislativas.
Concluida la etapa introspección por la derrota de 2019, la exgobernadora vuelve a calzarse el traje de candidata en el terruño porteño de la mano de su socio más cercano: Horacio Rodríguez Larreta. El regreso a la ciudad de Buenos Aires, su cuna política, la pone a prueba: en un escenario de creciente polarización, la lista de Vidal tiene como meta imponerse en las elecciones porteñas por entre el 45 y el 50% de los votos, para garantizarle al espacio 8 de las 10 bancas de diputados nacionales que Juntos por el Cambio pone en juego en la Capital. Esa meta, señalada por fuentes del oficialismo porteño, no encuentra eco en el equipo de campaña, que evita mencionar números.
Para acercarse al 55% de apoyo que obtuvo Larreta para conseguir la reelección en primera vuelta, Vidal, quien anhela reconvertirse para pelear por la Casa Rosada en 2023, necesita asegurarse el respaldo de los sectores más extremistas de Pro y evitar el peligro de fugas a la fuerza de Javier Milei (Avanza Libertad).
En las primarias, especulan en Pro, los votantes más radicalizados del espacio, que comulgan con el estilo de Patricia Bullrich, jefa de los “halcones”, podrían tentarse con la boleta de Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), rival de la exgobernadora en la interna de Juntos por el Cambio. Está claro que con la incorporación del exministro de Economía, un recolector de votantes de centroderecha, Larreta buscó contener a los duros.
Fuentes cercanas a Vidal indican que esperan sacar el 70% de los votos de la alianza en las PASO. Y dan por descontado que los sufragios del exministro se sumarán a la cosecha de Vidal en las generales, cuando Juntos por el Cambio se medirá con Leandro Santoro (Frente de Todos). En cambio, en un sector de Pro temen que una buena performance del “bulldog” y de Milei en las primarias deje “mal parado” al macrismo en su bastión de cara a los comicios de noviembre.
Giro discursivo
Con el correr de la campaña, Vidal abandonó el tono moderado y el discurso antigrieta que había empleado desde que volvió al ruedo político y apostó por endurecer sus críticas al gobierno de Alberto Fernández. Durante los últimos días dijo que el Presidente cometió un abuso de poder con las restricciones sanitarias y lo acusó de “machista”, “cínico” y “mentiroso” por su reacción frente al “Olivos Gate”. Es más, se mostró a favor de que Fernández sea sometido a un juicio político, un escalón al que no llegaron los moderados Larreta y Martín Lousteau.
Al presentar sus propuestas para el Congreso, Vidal reforzó su perfil confrontativo: “El kirchnerismo te quiere burro, pobre y sometido”. Los “halcones” de Pro, siempre escépticos de los beneficios de la estrategia “zen” de Larreta, leyeron el giro discursivo de Vidal como una reivindicación a su estilo: “Ahora, están preocupados, pero fueron necios. Habrá que ver si el cambio es creíble”, deslizan en el pelotón de Bullrich. A la exfuncionaria también le sorprende ver al alcalde cambiar al modo “halcón”, sobre todo después de sus últimos dardos públicos a Fernández.
Antes de que se cerraran las listas, Larreta y la titular de Pro chocaban por el método para ampliar a Juntos por el Cambio. Mientras que el alcalde pregonaba alejar a la coalición de los extremos para ensanchar la oferta electoral, Bullrich reclamaba cuidar al núcleo duro para blindarse ante el crecimiento de los libertarios.
Un alfil del vidalismo reconoce que la campaña de Vidal “no tuvo el arranque esperado”, pero lo vincula a la apatía electoral. “Hay mucha bronca y es complicado conectar con la gente”, opina. Esa misma fuente percibe que Vidal ya encontró el “tono justo” para su mensaje proselitista. En Pro –incluso entre sus allegados– hay quienes notan cierta incomodidad de la postulante con la estrategia. “La veo muy enfocada en la gestión. Es el lanzamiento de Larreta”, apunta una fuente del comité de campaña. Los voceros de Vidal niegan de forma tajante cualquier malestar.
En el equipo de campaña porteño, que comanda el larretista Fernando Straface, confían en que podrán retener al núcleo duro sin sobresaltos. En la intimidad, Larreta repite que los focus group no reflejan un enojo de los seguidores de Pro con Vidal. Y, remarca, que no se escuchan reproches en las recorridas. “Los que la cuestionan son tuiteros o personas muy politizadas”, dicen sus allegados. Sin embargo, alfiles macristas que caminaron con la candidata por los barrios arrojan un diagnóstico menos alentador. Algunos militantes, cuentan, le reprochan haber marcado sus diferencias con Macri.
Tras declinar su candidatura, Bullrich recorre el país para tejer alianzas y nutrir su proyecto presidencial. Sus armadores notan un aumento de las demandas de la Ciudad para que la exministra apuntale a Vidal. Le piden que la acompañe en recorridas, que haga entrevistas con ella en medios televisivos y que su imagen aparezca en la vía pública. Bullrich, cuentan, prometió aparecer “una vez por semana” en actividades proselitistas de Vidal, ya que tiene compromisos con postulantes del interior. “Hubo un quiebre entre su discurso y la realidad política”, les dijo Bullrich a los “halcones”.
Entre los estrategas larretistas relativizan el protagonismo de Bullrich y la aparición de Macri en la campaña de Vidal y no lo vinculan a un intento de seducir al núcleo duro: “Ya estaba previsto y es natural”, reiteran. En el entorno de Macri, en cambio, comentan que se acrecentaron los llamados para que vuelva a exhibirse con la exgobernadora.
Fiel a su estilo y motivada por el feedback de la militancia cambiemita, Bullrich declaró el jueves que ella “hubiera sacado más votos que Vidal” en la Capital en estas legislativas término. “Es lo que veo. He construido una representación profunda y siento que es así”, manifestó, en pleno prime time televisivo. Horas después de la filosa confesión, la exgobernadora prefirió no polemizar: “No hay un enfrentamiento entre nosotras. Si Patricia hubiera querido competir, lo hubiera hecho”, afirmó en LN+.
La interna
En las PASO, Vidal medirá fuerzas con López Murphy y Adolfo Rubinstein (Adelante Ciudad). La exgobernadora repite ante sus interlocutores que no le preocupa que López Murphy crezca en los sondeos. Entiende que las PASO son un proceso virtuoso que le permite a Juntos por el Cambio ampliar su base de sustentación. “No queremos que le vaya mal a Ricardo. Nosotros decidimos sumarlo”, les dice Vidal a los suyos. Cerca de Larreta remarcan que uno de los objetivos de incorporar al exministro de Economía era “contener” una posible fuga de votantes duros a las ofertas de la derecha liberal. “Si sucede, era lo planificado. Y nuestro objetivo final es noviembre, no septiembre”, señalan.
En el larretismo también relativizan el eventual impacto de la irrupción en el tablero de Milei, a quien califican como un “lobo solitario” que pesca votos en el corredor norte. “Es un fenómeno de Barrio Norte, pero en el sur no existe”, minimizan. Otros macristas avisan que el economista podría convertirse en la tercera fuerza en las PASO y alcanzar los dos dígitos –en torno al 10%–. De todos modos, el Pro intentará seducir al electorado joven, semillero de militantes de los “libertarios”, con un set de propuestas durante las próximas semanas. De hecho, Vidal ya participó de una cumbre con jóvenes que militan en el partido.
Para Vidal, las credenciales de la gestión son un “valor agregado” para su campaña. “Lo que prometemos lo hicimos en la Ciudad, la Nación y la provincia”, sostuvo al presentar su plataforma electoral. Insiste en que elude el debate con López Murphy y Rubinstein porque el verdadero adversario es el kirchnerismo. Sus rivales en la interna, en cambio, sospechan que no quiso ser interpelada.
Los “halcones” advierten que las supuestas “falencias” en la estrategia electoral en la Capital podrían dejar “mal parado” a Pro en las PASO. Ven una campaña “mini”, basada en “folletos” y el “marketing”, que no representa “valores” y la “identidad” de la fuerza. “Se les complicó con ‘palomas’ solamente y ahora necesitan a los ‘halcones’ y ‘gatos’”, espeta, con sorna, un ladero de Bullrich.
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