El ministro Francos retomó el diálogo con gobernadores, en medio del enfrentamiento entre las provincias y Javier Milei

Mientras hacia afuera la tensión de Javier Milei con los gobernadores sigue escalando -en buena parte, gracias a la pirotécnia verbal del Presidente en X-Twitter contra la “casta política”- por debajo la Casa Rosada mantiene diálogos discretos con algunas provincias para intentar, aún sobre tierra arrasada, fomentar un acuerdo político que incluya el paquete fiscal junto con las reformas de fondo que el líder libertario quiere imponer.

Con el conflicto con Chubut judicializado y en un pico de tensión, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, este martes ingresó a la sede del Gobierno para mantener una reunión con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Según pudo saber LA NACION, mañana esta previsto que Francos reciba al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. Se trata de los mandatarios patagónicos que se solidarizó con Ignacio Torres por el descuento en la coparticipación por la deuda que Chubut no pudo refinanciar y que hoy acompañaba el reclamo de su par en el Senado. De no frustrarse, el encuentro en Casa Rosada sería por la mañana.

Voluntarioso, Francos sigue intentando tender puentes en medio de los bombazos que el Presidente lanza desde sus redes sociales y vuelve a reactivar la vía política mientras Milei sigue llevando el conflicto al terreno de la batalla cultural.

Sáenz públicamente fue crítico de la Casa Rosada pero también viene promoviendo públicamente el diálogo entre la Nación y las provincias. Es el mismo mandatario que una semana atrás reunió en su provincia a otros cuatro gobernadores del norte con el propio Francos y con la vicepresidenta, Victoria Villarruel.

En aquel encuentro, Francos tuvo como misión pasar un mensaje: que Milei estaba dispuesto a hacer un gran acuerdo que contemple que el Gobierno trate la cuestión fiscal con las provincias a cambio de apoyos para resucitar reformas de la ley ómnibus. Es decir, que la Nación estaba dispuesta a discutir la cuestión de los fondos -por ahora el grifo nacional está muy cerrado- a cambio de consenso político para que avancen las reformas de fondo del gobierno libertario. “Un pacto de la Moncloa si salen las reformas de la ley Bases”, sintentizó días atrás un muy estrecho ladero de Milei. El jefe de Estado, sin embargo, nunca cesó en su hostilidad hacia los mandatarios provinciales.

“Buena reunión con el gobernador Sáenz, seguimos en el camino del diálogo para solucionar en conjunto los problemas de la provincia y avanzar en las normas necesarias para atraer grandes inversiones en sectores esenciales como el litio”, escribió el ministro político en X-Twitter.

Sáenz añadió en esa misma red social: “Coincidimos en que el diálogo y el consenso son un camino esencial en la búsqueda de soluciones para los salteños y todos los argentinos”.

Clima de hostilidad

El conflcito con Chubut, que devino en una puja judicial, complica fuertemente cualquier clima de acuerdo para el Gobierno. El descuento de $13.500 millones en la coparticipación de la provincia gobernada por Torres por una deuda con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial primero aglutinó los gobernadores patagónicos y luego encolumnó a los mandatarios de Juntos por el Cambio, que firmaron un comunicado conjunto pidiendo que no se afectaran los fondos coparticipables, habitualmente intocables. Menos el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, todo el resto de los caciques provinciales se solidarizó con Torres.

El clima de hostilidad con las provincias replica en distintas esferas. En el Senado, el Gobierno tiene serios riesgos de que se conforme una mayoría para rechazar el DNU 70/23, dado que un grupo heterogéneo de nueve senadores -muchos de los cuales responden a distintos gobernadores- presentaron un pedido de sesión especial para tratar la normativa, que así se suman a los 33 senadores de Unión por la Patria. “El conflicto con los gobernadores hizo que hoy el DNU se convierta en moneda de cambio”, reconoció un colaborador libertario.

Milei escribió hoy en X-Twitter: “Estamos frente a uno de los momentos más maravillosos de nuestra historia, donde es posible ver a la casta política revolcarse en la miseria y apelando a todo tipo de mentiras para defender sus privilegios y asi cargar los costos de sus delirios sobre los argentinos de bien”.

Con Torres a la cabeza, los gobernadores Gustavo Mellela (Tierra del Fuego), Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Sergio Ziliotto (La Pampa) daban hoy una conferencia de prensa en el Senado.

El mandatario de Chubut amenazó con cortar el suministro de gas y petróleo que se extrae de la provincia. Si bien hoy Melella amagó con efectivizar la amenaza del lock out energético este miércoles, lo cierto es que la opinión extendida entre los gobernadores patagónicos es que no avanzarán por ese camino. La advertencia de Torres buscó ser más un llamado de atención nacional que una amenaza real. El chubutense esperaba como primer paso tener un resultado positivo de la vía que activó el lunes en la Justicia. “Quiere avanzar por la vía institucional”, dijeron cerca de Torres. Esta tarde, finalmente el juzgado federal de Rawson Nº1 emitió un fallo favorable a la provincia.

En la Casa Rosada tampoco creen que el bloqueo energético vaya a prosperar, dado que afectaría a las mismas provincias que lo proponen y generaría fuertes resistencias políticas, especialmente en Juntos por el Cambio. Por eso, también apuestan a dar la pelea en la Justicia. “El juez de Rawson no es competente”, advirtieron en Balcarce 50. La réplica correrá por cuenta de la Procuración del Tesoro, a cargo de Rodolfo Barra.

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