En medio de las tensiones, JxC busca unificar una postura frente al acuerdo con el FMI
La conducción de la coalición opositora intentará acordar la estrategia legislativa; Mauricio Macri recibió a Gerardo Morales; el jujeño se quejó por el destrato del Pro a Manes
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Con tensiones latentes en el seno del espacio por la retirada de los bloques de Pro en medio del discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, Juntos por el Cambio buscará unificar una postura frente al acuerdo que cerró el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda en una cumbre de la mesa nacional de la fuerza prevista para la semana próxima.
A la espera de que la Casa Rosada envíe el proyecto al Congreso, los jerarcas de JxC aceleran el debate interno para consensuar una estrategia legislativa y discuten el costo político de facilitar o no el aval al entendimiento. Sobre todo, luego de que el macrismo saliera a marcarle la cancha a sus socios de la UCR y la CC, no solo con el gesto de abandonar el recinto frente a las críticas de Fernández a Mauricio Macri la deuda, sino al advertir que el trato que cerró el Gobierno es “una bomba inflacionaria y fiscal” que explotará en 2023.
Tras el encuentro entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y las autoridades de los bloques, el sector de la UCR que responde a Gerardo Morales y Mario Negri y las espadas legislativas de la CC, de Elisa Carrió, redoblaron la presión para que el Ejecutivo modifique el texto de la iniciativa con el fin de que legisladores sólo aprueben la autorización a un nuevo crédito con el Fondo, no sus condicionamientos.
Es decir, en sintonía con el planteo de los economistas de Pro, Hernán Lacunza y Luciano Laspina, y del liberal Ricardo López Murphy, quieren que el Frente de Todos habilite “un desdoblamiento” de la ley, para que el Congreso solo apoye la operación crediticia, no la política económica que aplicará el Gobierno para cumplir con las metas pactadas. El encargado de hacer el planteo fue Juan Manuel López, jefe de la bancada de la CC. Sería aplicar la fórmula que propuso Carrió para evitar que se ponga en riesgo la aprobación de la ley por la discusión de los temas más espinosos del memorándum. Morales, quien aboga por darle al Gobierno la herramienta para cierre el acuerdo y evite un default, lo habló con Macri en una reunión a solas en Olivos. “El desdoblamiento facilitaría todo. No podemos dejarlos sin la ley”, dicen desde la UCR.
Morales y Macri charlaron sobre el tema de la deuda. El expresidente insistió en que el programa es una “bomba” para el próximo gobierno y el jujeño le advirtió que “lo mejor ahora es evitar el default”, señalaron las fuentes consultadas por LA NACION. Morales también le pidió Macri que “ordene a su espacio”, a raíz de las declaraciones subidas de tono que surgieron desde el Pro contra el diputado radical Facundo Manes.
Mientras la UCR, la CC y Pro piden separar en el texto de la ley la aceptación del pacto y los anexos con las medidas de ajuste, Evolución Radical, el espacio que responde a Martín Lousteau, sostienen que no es posible el desdoblamiento. Argumentan que todo acuerdo con el FMI implica condicionamientos, que afectan la política económica y/o monetaria de un país y tiene un impacto en materia fiscal. Además, sostienen que el comunicado de prensa del organismo internacional especificó que el directorio del Fondo aprobará el trato una vez que el paquete reciba el visto bueno del Congreso. Por esa razón, piden que se discuta el combo en el parlamento.
Economistas cercanos a Pro sospechan que el ministro de Economía, Martín Guzmán, buscó blindarse con la ley 27.612 del costo político y eventuales consecuencias legales que exige al Ejecutivo pedir autorización al Congreso para acordar con el FMI. “Este es el peor de los escenarios. Mandan el programa en la misma caja”, bramaron desde la cúpula de Pro apenas se conoció que el proyecto de ley del Ejecutivo tenía tres artículos, acompañado de dos anexos. Los sectores duros y moderados de Pro coinciden en un punto: entienden que el Gobierno quiere empujar a JxC a un debate sobre la letra chica del pacto para “corresponsabilizar” a la oposición de las medidas “antipáticas” que surjan del entendimiento. A su vez, muestran preocupación y resquemor no solo por la inusitada demora del Gobierno en materializar el acuerdo por la interna feroz en el oficialismo, sino por la “improvisación”
Macri, quien se reunió con el embajador de EE.UU. en la Argentina, Marc Stanley, está convencido de que el acuerdo “no es bueno”, porque no soluciona los problemas estructurales de la economía. “Es un puente para 2023″, dicen en su entorno. Y aboga por que la UCR y la CC midan las implicancias futuras del programa y no se preocupen tanto por la debilidad de Fernández frente a la rebelión de Máximo Kirchner.
A Horacio Rodríguez Larreta le inquieta la avalancha de deuda doméstica que heredará la próxima administración. Entre tanto, el jefe de gobierno porteño continúa con sus recorridas por el conurbano bonaerense para fortalecer su proyecto presidencial. Ayer, fue hasta la localidad de Malvinas Argentinas donde se mostró junto al concejal Lucas Aparicio (JxC). “La situación no es fácil, pero estamos acá para dar la pelea, para cambiar las cosas, para que se valore su esfuerzo y la vocación emprendedora de tirar para adelante”, afirmó Larreta, con tono de campaña.
Por lo pronto, la oposición aguarda con ansias el contenido de la iniciativa que elevará el Ejecutivo. La mayoría de los referentes económicos de la fuerza coinciden en que el pronunciamiento de la mesa nacional de hace tres semanas fue apresurado, ya que el Gobierno hasta ahora no mostró la letra fina del acuerdo.
Los tiempos apremian, ya que Massa anticipó que apuesta a que el trato con el Fondo se debata en el recinto la semana próxima. Es que el objetivo del oficialismo es que el Senado sancione la ley antes del 22 de este mes, cuando el Gobierno debe afrontar un nuevo vencimiento con el FMI. Por eso, Patricia Bullrich (Pro), quien se encontraba en Mendoza, Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano) activaron una ronda de consultas para organizar una reunión urgente de la mesa nacional de JxC, con el objetivo de discutir la postura con la letra fina del acuerdo con el Fondo sobre la mesa.
Más allá de que todas las tribus del conglomerado opositor pretenden evitar que el país caiga en default, hay visiones disímiles sobre si JxC debe abstenerse o votar en contra del acuerdo. Los radicales, la CC y la tropa de Emilio Monzó se muestran proclives a colaborar y cuestionan la intransigencia del macrismo. “Que ellos busquen los votos en su espacio para hacer más kirchnerismo”, repiten en la cúspide de Pro.