En medio de la tensión con la Iglesia, Karina Milei recibió a monseñor Ojea

Horas después de que trascendiera la inquietud de la Iglesia por la demora del Gobierno en efectivizar nombramientos clave como el embajador en el Vaticano y el secretario de Culto, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, llegó al primer piso de la Casa Rosada. Allí lo esperaba Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, con quien sin aviso oficial previo conversaron sobre “la paz social y la atención a los más necesitados”, según comentó oficialmente el Episcopado.

“El presidente del Episcopado fue invitado personalmente por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei”, confirmó a través de un comunicado el padre Máximo Jurcinovic, director de la Oficina de Comunicación de la Conferencia Episcopal. En ese breve texto, se aclaró que la Secretaria General “participa con el Poder Ejecutivo en el fortalecimiento de la relación con las organizaciones y sectores representativos de la comunidad”, y que fue en ese contexto en el que “conversaron cordialmente” sobre “la misión de la Iglesia, la paz social y la atención a los más necesitados”.

Monseñor Ojea, en tanto, dio a su interlocutora detalles sobre el “proceso de renuncia a los aportes previstos en la ley 21.950, que comenzó en el año 2018 y finalizó el 31 de diciembre pasado”, y que consistía en aportes estatales a los sueldos de los obispos, a los que la Iglesia renunció en su momento y que dejó de percibir en su totalidad el último día del año pasado.

Mientras desde el Gobierno preferían el silencio –sólo Karina Milei y Ojea participaron de la reunión, que comenzó pasadas las 11 sin testigos–, fuentes eclesiásticas repetían que la demora en los nombramientos –remarcada por LA NACION en su edición de este lunes– inquietan a la Iglesia, y de algún modo retrasan la decisión del Papa Francisco, quien en su momento insinuó que podría viajar al país en los primeros meses de este año.

“La designación del embajador es una potestad del Gobierno y la Cancillería. Pero llama la atención que no haya sido nombrado el secretario de Culto, que no es sólo del catolicismo sino de todos los cultos del país”, habían hecho saber voces autorizadas de la Iglesia, sin ocultar su perplejidad. La Secretaría de Culto, que depende de la Cancillería y estuvo encabezada por Guillermo Oliveri hasta el 10 de diciembre, está hoy a cargo de Alberto Balboa Menéndez, exnúmero dos en la embajada argentina en Roma y que participó de la gestión anterior de la Secretaría.

En relación al embajador en el Vaticano, el nombre elegido por la canciller Diana Mondino era el del excanciller de Fernando de la Rúa Adalberto Rodríguez Giavarini, quien después de pensarlo durante una semana declinó el ofrecimiento, ya que según contaron cerca suyo, “se considera retirado de la primera línea”. Por esa razón, Rodríguez Giavarini dejó en su momento la presidencia del CARI y no aceptó ir la Academia de Ciencias Morales y Políticas, ni a la de Educación.

“Lo van a decidir Milei, su hermana y Mondino en breve”, afirman en el edificio de la Cancillería, y arriesgan que el nombre para llegar a la Santa Sede podría estar incluido en la nómina de embajadores políticos que el Gobierno enviará al Senado en los próximos días, listado en el que hasta el momento figuran Daniel Scioli (propuesto para continuar en Brasil), Gerardo Werthein (Estados Unidos), Axel Wahnish (Israel), Guillermo Nielsen (Paraguay), Mariano Caucino (India) y Sonia Cavallo (representante ante la OEA), entre otros.

Con respecto a la visita del Papa, él mismo mandó a aclarar durante la campaña electoral que su llegada “no dependía” de quién ganase las elecciones en el país, más allá de las agresivas declaraciones de Milei, quien lo tildó de “enviado del Maligno en la tierra” antes de ganar el balotaje contra el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa. Más allá de la charla telefónica que ambos tuvieron luego del triunfo de Milei, el Episcopado sigue esperando una respuesta formal a la invitación formal al Papa argentino para que llegue al país en un par de meses.

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