En medio de frenéticas negociaciones, crecen las posibilidades de que los asilados venezolanos sean derivados a sedes diplomáticas europeas

El gobierno argentino lleva adelante intensas negociaciones diplomáticas para conseguir un salvoconducto para los seis asilados venezolanos que están refugiados en la Embajada argentina en Caracas desde el último 20 de marzo. Al caer la noche, fuentes gubernamentales confiaban en que “había avances” en esos diálogos y confiaban en la posibilidad de que los asilados, todos colaboradores de campaña de la líder opositora, María Corina Machado, pasaran a manos de otra delegación diplomática en la capital venezolana. La idea que se maneja es que sean distribuidos en distintas embajadas de países miembro de la Unión Europea.

La decisión final (contemplada en la Convención sobre Asilo Diplomático, en su artículo 19) está sujeta a la decisión del régimen de Nicolás Maduro, que en los últimos cuatro meses les negó sistemáticamente la posibilidad de un salvoconducto para que salgan del país. La sede diplomática tiene cortado el suministro de energía desde este martes por la noche y tiene la presencia de un móvil policial desde la mañana de este miércoles. Y el cuerpo diplomático argentino fue expulsado por el régimen y mañana saldrá del país.

La situación de todos los asilados se agravó el último lunes, precisamente cuando se anunció que los diplomáticos argentinos eran expulsados y debían dejar el país este jueves. Los cinco diplomáticos y sus familiares, un total de 14 personas, llegarán a Buenos Aires en un vuelo procedente de Madrid, España, tras hacer escala en Lisboa, Portugal. El arribo en el aeropuerto de Ezeiza será en la madrugada de este sábado 3 de agosto, confirmaron a LA NACION cerca del Palacio San Martín.

Durante la jornada de este miércoles, los diplomáticos, encabezados por Andrés Mangiarotti, encargado de negocios en el país bolivariano, procedían “a seguir protocolos de seguridad, cierre de archivos y cuestiones informáticas para proceder al cierre de la embajada tras la partida”, detallaron desde Casa Rosada.

Por toda la situación habló este miércoles en Washington la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino. La funcionaria pidió a la comunidad internacional que se permita “salir” a los asilados en la Embajada argentina en ese país. Mondino pidió no ser “cómplices del fraude”. Luego ironizó: “no los dejan salir, ¿acaso tienen alas los asilados para volar?” Sobre el final Mondino pidió a los representantes de los demás países del organismo: “Tenemos que ser capaces de distinguir entre el bien y el mal”, en un intento que resultó infructuoso por la falta de apoyos para un mensaje en contra de lo que sucede en Venezuela.

Desde los comicios del último domingo, en medio de fuertes y serias sospechas de fraude denunciadas por la oposición y con una escalada de tensión con Venezuela, el Palacio San Martín, cifró sus expectativas en el artículo 19 de la Convención sobre Asilo Diplomático. Allí se sostiene que “si por causa de ruptura de relaciones el representante diplomático que ha otorgado el asilo debe abandonar el Estado territorial, saldrá aquel con los asilados”. Y agrega que: “Si lo establecido en el inciso anterior no fuere posible por motivos ajenos a la voluntad de los asilados o del agente diplomático, deberá éste entregarlos a la representación de un tercer Estado Parte en esta Convención, con las garantías establecidas en ella. Si esto ultimo tampoco fuere posible, deberá entregarlos a un Estado que no sea Parte y que convenga en mantener el asilo. El Estado territorial deberá respetar dicho asilo”.

En medio de la tensión, Estados Unidos pidió hoy, a través de su embajada en Caracas, la “aprobación inmediata” de un salvoconducto para los seis asilados.

“Las amenazas y persecución en contra de los miembros de la oposición democrática resguardados en la embajada de Argentina en Caracas deben detenerse. Hacemos un llamado para la aprobación inmediata de su salvoconducto”, afirma el comunicado de la embajada norteamericana, publicado en redes sociales.

El mensaje llegó horas antes de que la OEA fracasara en su objetivo de condenar el fraude electoral y la represión ilegal del régimen de Maduro.