En la despedida de Martínez de Hoz su familia habló de "persecución"
"Murió como vivió, con dignidad; amó a su país y se jugó por él sin especulación", dijo su hijo José, en el último adiós
Los restos de José Alfredo Martínez de Hoz , ex ministro de Economía durante la última dictadura militar, fueron despedidos hoy en el Memorial de Pilar ante apróximadamente 200 personas.
En el último adiós, su hijo José dijo que su padre afrontó una "persecución" y, aunque no lo nombró de manera explícita, se refirió así a la condena que pesaba sobre él desde el 2010, por la que cumplía prisión domiciliara, por el secuestro extorsivo, en dos oportunidades, del empresario Federico Gutheim y su hijo
"Murió como vivió, con dignidad. Amó a su país y se jugó por él sin especulación", dijo. De inmediato recordó una anécdota. "Cuando yo estaba muy mal por la persecución que sufría, él me agarró fuerte el brazo y, con tranquilidad, me leyó un poema", expresó. Y citó: "Si puedes conservar la cabeza alta cuando a tu alrededor todos la pierden y te echan la culpa; si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti".
Las palabras escritas originalmente por Rudyard Kipling ,de nacionalidad británica, y que pertenecen al verso "Si", fueron la manera de describir lo que a su entender le tocó vivir al ex funcionario del gobierno de facto. "Cuando le tocó el encierro y la enfermedad lo transitó sin quejas. Vivió fiel a sus principios e ideales y fue, sobre todo, un hombre honesto", señaló.
La misa duró 17 minutos. Elvira Martínez de Hoz, su hija, también dijo unas palabras. "No puedo agregar más que lo que dijo José. Te quiero papá", expresó.
No había funcionarios, ni militares de la época de la dictadura, tampoco personalidades económicas de entonces. La familia lo prefirió así.
Martínez de Hoz, según pudo saber LA NACION , murió en su casa, de un paro cardiaco. "No llegó al hospital", dijo a este medio José. Ayer ya estaba muy mal, pero le hablé de Bergoglio", contó.
Todo fue muy rápido. La noticia del fallecimiento se supo en los medios alrededor de las 11. A las 13 fue el funeral. Un familiar lejano se sinceró y dijo que quisieron evitar los medios y los escraches.
El creador de la llamada " tablita cambiaria " estaba muy enfermo. Había tenido tres intervenciones previas. Vivía en su departamento con la ama de llaves de "toda la vida", y nunca estaba solo debido a su enfermedad.
"Pueden creerlo o no, pero él estaba sereno. Nunca se quejó ni se consideró una víctima. Así era él", dijo José. Y agregó que siempre estuvo acompañado de amigos. "No lo dejaron solo, por eso son amigos", dijo.
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