En la Ciudad, la educación es una prioridad
Todos estamos haciendo un gran esfuerzo para hacer frente a la situación económica que golpea particularmente a la clase media. Muchas familias no pueden pagar la escuela de sus hijos. Es dramático para un padre o una madre decirle a un hijo que lo tiene que cambiar de escuela porque no la puede pagar. También las instituciones educativas tienen hoy dificultades para sostenerse y seguir adelante.
El martes pasado anunciamos una medida destinada a pagar el 50% de la cuota programática de los alumnos que concurren a las escuelas públicas de gestión privada, subvencionadas por la Ciudad. Son 212.000 los alumnos alcanzados por este benificio, que se obtiene anotándose de manera simple en el portal MiBA; y 853 unidades educativas de los tres niveles, inicial, primario y secundario, las que recibirán directamente esta ayuda durante los meses de mayo, junio y julio.
En las primeras 24 horas de realizado el anuncio se anotaron más del 30% de los estudiantes. Ese número inicial no paró de crecer y ya supera la mitad, es decir, 106.000; en su mayoría son alumnos de primaria. La Comuna donde mayor cantidad de inscriptos tenemos es la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda), con más de 11.000 alumnos, seguida por la Comuna 12 (Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón) y la Comuna 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita). Estos primeros datos, parciales y dinámicos, muestran el alcance y la repercusión de esta iniciativa que busca ayudar a las familias y a las escuelas privadas de la Ciudad.
Mi compromiso como Jefe de Gobierno es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que ninguna escuela cierre y para que ningún alumno se quede sin su escuela. Hay pocas cosas más dolorosas que el cierre de una escuela. Son lugares icónicos e identitarios de nuestra cultura, parte del tejido social de cada barrio, que generan trabajo y que las familias eligen por los valores que comparten. Nuestra responsabilidad es garantizarles la libertad de decidir dónde educar a sus hijos.
Y esto lo hacemos sosteniendo el único sistema educativo de la Ciudad, ocupándonos tanto de las escuelas de gestión pública como de las de gestión privada. Esta unidad del sistema permite que, a lo largo de su vida escolar, un alumno pueda pasar por ambos subsistemas naturalmente. Maternales, hay más privados que públicos. Entonces, ese alumno puede comenzar en un maternal privado. Luego obtiene una vacante en un jardín de la Ciudad. Después, en primaria, quizás va a la escuela parroquial de su barrio y en la secundaria, elige de nuevo la pública, una técnica, por ejemplo, la Raggio. Incluso dentro de una misma familia, un hijo puede ir a una privada y otro a la pública.
La ayuda que decidimos ofrecer es un puente para atravesar estos meses difíciles. Lo hacemos convencidos de que, en esta nueva etapa, es necesario ordenar prioridades, algo que las familias están haciendo, ajustándose o renunciando a gastos superfluos. Por eso le pedí a mi equipo que analizara dónde recortar gastos que eran postergables. Desde que comenzamos la gestión estamos reduciendo el gasto. Achicamos la estructura de gobierno, no renovamos 5500 contratos políticos y redujimos la flota de vehículos de alquiler y pasajes. También achicamos la cantidad y los fondos que la Ciudad ponía para la organización de eventos como el Campeonato Federal del asado u otros similares. No vamos a dejar de hacerlos, pero entendemos que, en función del momento que vivimos, es necesario achicarse y dirigir los fondos públicos hacia otras prioridades.
Lo más valioso que tiene nuestra Ciudad es su gente, su capital humano. Por eso, para nosotros, priorizar la educación es poner en primer lugar la formación, el talento y el aprendizaje de los alumnos en las escuelas de todo el sistema educativo, independientemente de la silla que ocupen. Es ahí, en cada escuela pública y de gestión privada, donde se forman y aprenden los futuros profesionales, los futuros emprendedores, los futuros ciudadanos que son lo más importante que tiene esta Ciudad. Crecer y poder progresar implica poder educarse en libertad, elegir lo que cada uno quiera para su futuro. Siempre haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que nadie quede atrás. En la Ciudad, la educación siempre será una prioridad porque a nuestros hijos lo mejor que podemos dejarles es una buena educación.
El autor es Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
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