En el oficialismo intentan rearmar una nueva "ala política"
LA NACIONJaime Rosemberg
El cierre de listas de candidatos para las elecciones dejó claro el reparto de espacios de poder entre las principales figuras del oficialismo. Y más allá de la continuidad, muy cerca del presidente Mauricio Macri , del jefe de Gabinete Marcos Peña como principal motor y cerebro del Gobierno, los movimientos de piezas reconfiguraron en los últimos días el surgimiento de lo que algunos funcionarios y legisladores se animan a denominar la "nueva ala política" de Juntos por el Cambio , en donde ubican a Horacio Rodríguez Larreta , María Eugenia Vidal y Rogelio Frigerio , más la incorporación del peronista Miguel Ángel Pichetto y los radicales Martín Lousteau y Alfredo Cornejo .
Se trata de un espacio todavía en gestación en el que pocos siguen incluyendo a Emilio Monzó , cuyas espadas legislativas fueran borradas de las listas de candidatos nacionales y bonaerenses luego de las consultas previas entre Peña y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Cerca del ministro del Interior confirmaron que Frigerio no compartirá hoy, "por problemas de agenda", con Pichetto el recorrido que llevará adelante por San Juan, en la continuidad de un tándem que ya recorrió La Rioja y Salta. La visita incluirá un recorrido de obras con el gobernador Sergio Uñac, enrolado en el espacio kirchnerista, y un encuentro con Marcelo Orrego, el candidato de Balcarce 50 que en las elecciones del 3 de junio pasado terminó segundo, aunque con un aceptable 34% de los votos.
Más allá de la suspensión puntual, Pichetto está entusiasmado con su rol de "defensor" de políticas como la obra pública, un tema que lo conectó, días atrás, con Rodríguez Larreta, en un recorrido por obras de la ciudad de Buenos Aires. El senador rionegrino retomaría la semana próxima sus recorridos junto a Frigerio, con Río Negro y Tucumán como destinos probables.
Larreta, Vidal y Frigerio bregaban desde hacía tiempo por la "apertura del espacio" oficialista a fin de ganar fortaleza de cara a lo que viene. Lousteau, en tanto, se consideró "liberado" para incorporarse a las listas del oficialismo cuando Pichetto aceptó la candidatura a vicepresidente, y acordó con Larreta. El hoy candidato a senador nacional almorzó con Frigerio en el restaurante Osaka, según publicó el diario Perfil días atrás, y comparte -según afirmaron cerca suyo- la necesidad de afianzar el espacio "aperturista" para dar las batallas internas dentro del Gobierno. "La llegada de dirigentes con peso y votos propios va a hacer que todo funcione mejor, siempre coincidiendo en que no se puede volver al pasado", afirmaron cerca del diputado porteño. El dirigente consultado se refería a Cornejo y Lousteau, pero también a Rodríguez Larreta y Vidal, que -siempre y cuando logren sus respectivas reelecciones- "van a colaborar para que el reequilibrio de fuerzas se dé en la práctica", reflexionó otra fuente del oficialismo.
"Esta apertura no es algo que ya esté, hay que pelearla", comentaron desde el espacio, conocedores de la tendencia del Gobierno a "expandirse y retraerse" de acuerdo a los vaivenes de la economía y la política. Macri y Peña, según esta visión, buscaron homogeneizar las listas "para que en la campaña no hubiera voces disonantes", y por eso excluyeron a Monzó y a la mayoría de sus dirigentes de los espacios que reclamaban en las listas.
Desde ese espacio descreen que los planes para un eventual segundo gobierno que Macri encargó al vicejefe de Gabinete Andrés Ibarra y los exfuncionarios Francisco Cabrera y Mario Quintana sean los que finalmente se utilicen.
"No veo a Cornejo, Lousteau o Pichetto aceptando todo lo que se proponga sin cuestionar nada", expresaron cerca de uno de ellos.
Cerca de Peña, en tanto, relativizaron las diferencias de criterio. "El ala política no existe por la sencilla razón de que el primero que hace política es el Presidente", definieron, tajantes, intentando relativizar los movimientos internos.
Por Jaime Rosemberg
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