En el hospital Argerich, la unidad de atención presidencial permanece sin uso
Fue acondicionada hace una década para atender al presidente, su familia y ministros en casos complejos; Néstor Kirchner la usó en 2005; su esposa, nunca
En el segundo piso del hospital Argerich, la sala de cuidados intermedios que hace una década se reacondicionó para funcionar como unidad de atención presidencial se está utilizando como una sala de terapia intensiva temporaria. Es hasta que finalice la construcción de la nueva sala que sumará 13 camas a este hospital de alta complejidad en La Boca.
En sus pasillos, testigos en 2003 de la elección del hospital como centro de atención de Néstor Kirchner y su familia, recuerdan cuando el ex presidente ocupó una habitación para realizarse una videocolonoscopía. Fue en 2005. Dos años después, allí también operaron a su hija.
Muchos aún hablan del orgullo que causó esa elección sin antecedentes. "Si hubiese estado acá, el ex presidente no se habría muerto porque habría recibido la atención que necesitaba", dijo uno de los profesionales a LA NACION en el segundo piso, camino hacia el sector adaptado para recibir pacientes que requieren medidas de seguridad especiales.
En noviembre de 2003, mientras se realizaban los trabajos de reacondicionamiento, el responsable de la Unidad Médica Presidencial, doctor Luis Buonomo, explicaba: "Estamos eligiendo la red de salud de Buenos Aires. Centralizamos la atención en el Argerich porque está en el radio de la Casa Rosada, tiene acceso de helicóptero y es el centro público de mayor complejidad de la Argentina".
El traslado por aire no demoraría más de cuatro minutos desde la Casa de Gobierno y 12 desde Olivos. Dirigía el hospital el doctor Donato Spaccavento, ginecólogo cercano a los Kirchner. Había sido médico de planta del Argerich durante 23 años.
Las refacciones de la unidad incluyeron medidas de seguridad que recomendaron la custodia presidencial y el personal enviado desde la Casa Rosada, y comodidades que incluían la posibilidad de realizar una reunión de gabinete. Un recorrido por la unidad permite ver que todo sigue preparado para atender a la Presidenta. La unidad está ubicada en el segundo piso del hospital, donde también se encuentran los servicios de cardiología, hemodinamia y ecocardiografía. Luego de atravesar la entrada, un pasillo conduce hasta el área de terapia intermedia. Al fondo, una puerta de doble hoja blindada aísla dos habitaciones gemelas, una a cada lado del pasillo, para internar a un presidente. Y los monitores del sistema de seguridad instalado, pero sin funcionar.
Junto a las habitaciones, con baño privado y una cama para brindar los cuidados de terapia intensiva, hay dos pequeñas salas que se habían destinado a los familiares y la custodia. Hoy, funcionan como cuatro habitaciones con pacientes de terapia intensiva hasta que finalice la construcción de la nueva terapia.
Al final del pasillo hay una sala de reuniones que ahora usan los médicos. La unidad cuenta también con una salida de emergencia independiente. "Lo único que pidió el ex presidente fue que tuviera medidas de seguridad y que si no la precisaba que la utilizáramos para cualquier paciente. No es una habitación de confort", dijo el doctor Néstor Hernández, director médico del Argerich.
Cada vez que llega al país un jefe de Estado extranjero o un invitado presidencial, la Unidad Médica Presidencial informa de la visita y los equipos médicos se contactan con el hospital. "El hospital está en excelentes condiciones para recibir a cualquier paciente, no importa el rango, porque es un hospital de alta complejidad", dijo a LA NACION la doctora Graciela Reybaud, ministra de Salud porteña.
Pero la Presidenta nunca lo utilizó, aunque el Argerich cuenta con el servicio de medicina cardiovascular más importante del sistema público de salud y es centro de estudio de arritmias y de derivación de la red de neurocirugía. Optó, para recibir esas mismas prestaciones, por el Sanatorio Otamendi, el Hospital Universitario Austral y la Fundación Favaloro. En 2012 dijo: "Yo creo que hay sistema de salud pública cuando los presidentes se atienden en los hospitales públicos. Lo demás es puro cuento".
Cristina será sometida hoy a otro chequeo
La Presidenta será sometida esta tarde a un estudio cardiológico y neurológico en la Fundación Favaloro, para determinar si se le dará el alta médica para que reasuma sus funciones luego de cumplir 30 días de reposo posoperatorio. La Casa Rosada prevé que retome la actividad el lunes próximo, pero sólo desde la residencia de Olivos.
Los análisis consistirán en una tomografía computada de cerebro y un estudio cardiovascular para prevenir la reaparición de la arritmia cardíaca que la llevó a internarse en esa clínica el 5 de octubre último, cuando se le diagnosticó un cuadro de colección subdural crónica. En las últimas semanas, Cristina recibió a diversos funcionarios e incluso comenzó a dar directivas de gobierno, aunque no en asuntos conflictivos, como posibles cambios de gabinete o medidas económicas.
Por la sensibilidad del tema, esta nota fue cerrada a comentarios.
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