En el Gobierno reconocen que el proyecto a la renta inesperada no avanzaría en el Congreso
Se lo comunicó Sergio Massa a Alberto Fernández durante el vuelo a Los Ángeles; el jefe de Diputados también lo conversó con Cristina Kirchner; se inaugura hoy la Cumbre de las Américas
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LOS ÁNGELES.- En pleno vuelo los temas de la agenda nacional se mezclan con los objetivos del presidente Alberto Fernández. Pese a los esfuerzos por focalizar el viaje en la Cumbre de las Américas, a pocas horas de anunciar el proyecto de ley de la renta inesperada, en el Gobierno reconocieron que las posibilidades de que la iniciativa supere el primer paso en la Cámara de Diputados son prácticamente nulas.
El encargado de llevar las malas noticias fue Sergio Massa. Primero lo habló con el Presidente, con quien mantuvo tres encuentros en las últimas 72 horas. A esta altura, el líder del Frente Renovador oficia como uno de los principales asesores del jefe del Estado. El tigrense también se reunió ayer con la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien definieron el cronograma legislativo de las próximas semanas. Massa es parte de la comitiva que aterrizó hoy en esta ciudad para participar de la cumbre, que se inaugurará esta noche. Fueron recibidos por Jorge Argüello, el embajador argentino en Estados Unidos.
La expresidenta le preguntó a Massa por la suerte que podría correr la iniciativa con la que el gobierno nacional busca imponer un nuevo impuesto a las empresas que facturen más de 1000 millones de pesos. Hoy, según las cuentas que realizó el titular de la Cámara baja, la oposición cuenta con unos 130 legisladores dispuestos a obturar cualquier iniciativa que implique la creación de nuevos impuestos.
La única ventana de oportunidad se da por uno de los artículos del proyecto que involucra a la coparticipación. “Quizás logremos el apoyo de algún gobernador”, dijeron, con poco entusiasmo, fuentes oficiales en el vuelo nocturno que transporta a la comitiva presidencial.
El primer encuentro entre el Presidente y Massa fue el sábado en la quinta presidencial de Olivos. Ese día, tras el escándalo que desató el exministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el mandatario le ofreció el cargo. El diputado no aceptó. La razón: fue una oferta que consideró insuficiente.
Massa nunca aceptaría ser parte de un equipo económico que tiene a Martín Guzmán como ministro de Economía y principal estratego. Desde hace tiempo se transformó en uno de sus principales críticos. La segunda opción fue Cecilia Todesca, que no aceptó por complicaciones personales. Finalmente, la responsabilidad recayó sobre el embajador y exgobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Resuelta la urgencia, las conversaciones del sábado, lunes y martes rondaron la crisis del gobierno nacional. “Alberto, tenés que entrar el auto a boxes”, fue la recomendación que Massa le repitió al Presidente por tercera vez en cuatro días.
Sin chances para implementar una mesa de conducción de la coalición que integren el Presidente, la expresidenta y Massa –ya todos coinciden en que “no tiene sentido”–, ahora el objetivo es tratar de “esconder debajo de la alfombra” los temas que generan divisiones y malestar y trabajar en la agenda de coincidencias, según explicó en la madrugada, a unos 10.000 metros de altura, un importante dirigente del espacio.
El mensaje fue claro: hacen falta más cambios. La salida de Kulfas y la incorporación de Agustín Rossi como titular de la AFI asoman como jugadas insuficientes en la mirada de los principales dirigentes del Frente de Todos.
Otro pedido fue dejar de usar la figura de la vicepresidenta como una excusa para los conflictos internos y focalizar los esfuerzos en el enemigo común: Mauricio Macri.
La distancia de Buenos Aires no aplacó la bronca con Kulfas. Pese a los esfuerzos de los voceros por evitar el tema, la carta de renuncia en la que lanzó durísimas críticas contra Cristina Kirchner y La Cámpora aún resuena internamente.
“Es la diferencia entre los que tienen compromiso político y los que tienen vocación de funcionarios”, resumió uno de los dirigentes que se acercó a hablar con los periodistas durante la larga noche. La comparación incluyó las salidas de Agustín Rossi, Marcela Losardo, María Eugenia Bielsa y Roberto Felleti, entre otros.
El Presidente y sus colaboradores, que se enteraron del contenido de la carta de renuncia al mismo tiempo que se hizo pública, masticaban bronca. La relación personal quedó seriamente dañada, según confirmaron cerca del mandatario. “Es un tema terminado”, dijo la portavoz Gabriela Cerruti.
El rol regional
Mientras en primera clase el Presidente hablaba con Massa, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, el canciller Santiago Cafiero hizo una pequeña exposición sobre las metas con las que aterriza Fernández en Los Ángeles.
El foro, según explicó, puede ser una gran oportunidad para Fernández. Parte de esa conclusión se basó en que las ausencias de varios mandatarios de peso, como Manuel López Obrador (México), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Luis Arce (Bolivia) y Xiomara Castro (Honduras), entre otros, lo ponen en un lugar preponderante. A eso se suma el presente electoral de Jair Bolsonaro (Brasil).
Según la mirada de los que acompañan al Presidente, se abre una oportunidad para erigirse como un líder en la región. Es por eso que, como anticipó LA NACION, pese al malestar que causó el veto del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que participaran Cuba, Venezuela y Nicaragua, el jefe del Estado, según anticiparon fuentes cercanas, no oficiará como “la voz de los excluidos”, sino que planteará un modelo de integración diferente.
“Vamos a defender los derechos de la América Latina y la unidad de Latinoamérica. La unidad no se declama, se ejerce. Y la mejor forma de ejercerla es no segregar a nadie. Lamentamos la no presencia de países, pero intentaremos llevar su voz a ese foro”, dijo Fernández antes de abordar el vuelo a esta ciudad.
Otro de los temas que destacaron Cafiero, Massa y otros pasajeros fue la inserción del Presidente en el escenario mundial. Es que después de participar en la Cumbre de la Américas, el mandatario viajará a Munich, Alemania, para participar del G7.
“¿Cuántos presidentes argentinos participaron de un G7?”, preguntó Massa en un intento por magnificar la situación. Lo cierto es que en 2018 el entonces presidente Mauricio Macri fue parte de esa cita, según el titular de la Cámara de Diputados, por ser el organizador del G20, que se realizó en Buenos Aires, y no por méritos propios.
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