Sergio Massa expuso ante empresarios y alertó: “la apertura indiscriminada” de la economía “termina con la gente en la calle”
El candidato de Unión por la Patria estuvo en el hotel Alvear ante la cúpula de la CICyP y apuntó hacia Javier Milei, su adversario en el balotaje; llamó a un acuerdo de diez puntos básicos
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Un día después que su adversario, el candidato libertario Javier Milei, y en el de campaña para el balotaje del domingo, el ministro de Economía y postulante de Unión por la Patria, Sergio Massa, presentó sus lineamientos en materia económica ante varios de los empresarios más importantes del país, nucleados en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). Allí, Massa apuntó contra Millei y advirtió que “una apertura indiscriminada de la economía” como propone el libertario, para él “termina con la gente en la calle”.
A las 13 horas en punto, el tigrense arribó al hotel Alvear, donde su rival propusiera ayer una “solución de shock” económica y definiera a las Leliqs como el principal nudo a resolver si le tocara gobernar. Enfático, Massa se mostró proclive a aplicar en materia económica la “racionalidad y el sentido común” de la que, sugiere, carece su rival, como lo expresara ayer en una entrevista en el canal TN.
“Este es el más importante de los encuentros que tuve con todos ustedes [empresarios]”, abrió su discurso Massa, de riguroso traje y corbata. “La Argentina va a definir una forma de vida y gobierno, desde el 10 de diciembre. Tengo una firme decisión de que empiece una etapa nueva, con un acuerdo de unidad nacional y definir diez políticas de estado”, señaló el ministro de Economía de la actual gestión.
El candidato habló, en primer lugar, de “aprender de nuestros errores”. Volvió sobre la idea de un acuerdo “de diez puntos”, con superávit fiscal y ahorro de los gastos del Estado. Pero, por sobre todas las cosas, la emprendió contra el rechazo de Milei a comerciar de Estado a Estado con Brasil y China. “Muchos de los que están acá representan al agro. ¿ Cuánto de pérdida aparece cuando hay triangulación por prejuicio ideológico?”, disparó. “¿Cuanto representa en términos de empleo perder esta relación con Brasil?”, dijo, y enseguida se respondió: “140.000 empleos”. Para Massa, “la apertura indiscriminada de la economía, esa historia ya la conocen, termina con la gente en la calle”, remató el candidato de Unión por la Patria, apuntando directamente hacia su rival.
“El pasado ya no se discute más, no estamos discutiendo a uno u otro presidente, somos dos los que podemos gobernar”, afirmó, en referencia elíptica a Cristina Kirchner y Mauricio Macri. “Habiendo aprendido de mis errores y fracasos, quiero que sepan que todo el aprendizaje de estos años lo pondré al servicio de esta Patria, estoy convencido que Argentina puede ser un gran país con lugar para todos”, dijo en el final de su disertación, que duró 23 minutos.
Un rato antes, Massa había aludido a las “dudas” que muchos empresarios “pueden tener por mi larga actividad en la función pública”. Con ánimo conciliador, afirmó que quería ser “el Presidente que termine con la grieta, y comience una etapa de diálogo”. También se mostró en favor de sumar “al campo y la industria, porque este este es un país maravilloso con enormes recursos”. Enfático, sostuvo que el domingo que viene “definimos en que modelo de país queremos vivir”.
Luego de almorzar, Massa respondió preguntas de los presentes, idénticas a las que recibiera Milei un día antes, armadas por el denominado G6 que nuclea a las principales empresas del país. “Recuperar el principio de orden fiscal”, fue uno de los objetivos que planteó en caso de llegar a la Presidencia. Explicó que “siete provincias en emergencia” dejaron de recaudar por la sequía, y dijo que intentará que “el Congreso apruebe un presupuesto con déficit cero”.
Como ejemplo, planteó la “eliminación de los celulares en la administración pública”, para luego reiterar que la “unificación de empresas públicas” para “achicar el gasto”. Previó un “aumento de la recaudación” el año próximo, y como objetivo agregado la “reducción de retenciones a maíz y soja” en la medida de contar con los fondos disponibles. “Perdón por la tos, espero que no les moleste”, bromeó con una sonrisa al hacer una pausa, en clara referencia a las quejas de Milei por supuestas toses durante la parte final del debate, en la Facultad de Derecho.
En política monetaria, Massa reiteró que “la mitad del directorio del Banco Central va a ser de la oposición, para que haya control y no haya violación de la autonomía” de la entidad. “No nos puede pasar más que tomemos deuda para garantizar la fuga de capitales o gastos corrientes”, dijo, en referencia al acuerdo del gobierno de Cambiemos con el FMI.
Enseguida, apuntó contra las propuestas de Milei, como la dolarización y el cierre del Banco Central. “Les preguntaria cual es el desarrollo industrial, comercial, en Micronesia, uno de los países que no tiene Banco Central. Cuando miramos los países que no tienen Banco Central, son guaridas fiscales”, definió. Y agregó que “los países que dolarizaron, en términos de impacto en números de pobreza y proyecto de desarrollo, todos tuvieron caída de sus procesos industriales”.
“Entiendo la frustración, fracasó un gobierno de un color político y después el de otro, y hay que romper todo y empezar de nuevo. Nada bueno se construye desde la destrucción, desde la violencia, se construye desde la unión, desde el diálogo”, afirmó, en otro dardo hacia su rival del domingo.
Por último, luego de bromear con el embajador de la UE, Amador Sánchez Rico, sentado a pocos pasos y que según su visión está “corriendo” para llegar al acuerdo con el Mercosur, destacó que “Argentina tiene que tener una mirada multilateralista”, volvió a destacar que “defenderá” el mercado de China, Europa y el mundo árabe. “Cuando denunciaba la persecución a los opositores venezolanos, muchos de los que criticaban, no sé si no le vendía servicios a esos países”, destacó. “No soy pro embajada ni pro China, soy pro Argentina”, exclamó, aunque pidió “igualdad de condiciones” en el eventual acuerdo con la UE.
A diferencia de Milei, que llegó con un puñado de incondicionales, Massa estuvo acompañado por una nutrida delegación de funcionarios. El titular de la Aduana, Guillermo Michel; el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur; el titular de YPF, Pablo González, fueron algunos de los presentes, además del empresario Francisco de Narváez (que entró con él, muy sonriente) y los dirigentes Graciela Camaño y Juan Manuel Urtubey, que anunciaron el apoyo a su candidatura días atrás.
Abrió Marcos Pereda, titular de la CICyP, con un breve mensaje en el que pidió “reestablecer la calidad institucional”, además de respetar la Constitución Nacional. “Señor, ministro. Es necesario recrear la esperanza. Hace falta una profunda transformación”, dijo el empresario, a modo de bienvenida. Un mensaje similar leyó ayer, antes de la exposición de Milei. Pereda compartió después la mesa principal con Massa y el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, en un almuerzo que incluyó lomo de ternera con zócalo de maíz y queso brie, más budín húmedo de limón de postre.
Massa había anticipado en la televisión varias de las consultas que los empresarios de la CICyP le hicieron este jueves. “Vamos a derrumbar la inflación a menos de la mitad el año que viene”, dijo el ministro y candidato, y prometió ir “en principio a déficit cero” para comenzar a ordenar la economía, que por otra parte conduce desde agosto del año pasado. En la misma entrevista, Massa fue más allá y prometió “unificación de empresas públicas” y “hacer más eficientes las contrataciones del Estado” en un combate directo al despilfarro estatal.
No se trató, por cierto, de la primera incursión de Massa ante el mismo auditorio, que también integraron Mario Grinman (Cámara Argentina de Comercio), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Gustavo Weiss (Cámara Argentina de la Construcción) y Eduardo Eurnekian, uno de los principales sostenes de la carrera política de Milei, del cual se despegó claramente en las últimas semanas. También estuvieron Eduardo Elsztain (IRSA), y Jorge Brito (Banco Macro), además de los embajadores de Brasil, Uruguay y España en el país, entre otros.
En noviembre pasado, cuando aún no era candidato a presidente, Massa comentó en un almuerzo con muchos de los mismos interlocutores que tendrá hoy que llegaba al Ministerio de Economía con “la idea de que en la Argentina, gobierne quien gobierne, el equilibrio fiscal, el superávit comercial, la competitividad en términos de exportaciones, la acumulación de reservas y el desarrollo con inclusión sean valores que sirvan para construir acuerdos para los próximos 30 años”. Un mensaje destinado a seducir a muchos empresarios, incómodos con las políticas económicas de los distintos gobiernos kirchneristas, preocupados por la inflación y la escasez de divisas.
Entre quienes acompañaron a Massa también estuvo el secretario de Industria y también empresario, Ignacio de Mendiguren, quien ayer participó, en Casa Rosada, de una reunión en la que se repasaron los acuerdos comerciales internacionales del país. Estuvieron allí la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca; el embajador en Brasil, Daniel Scioli, y el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Marco Lavagna, que en paralelo es titular del Indec. “Sergio está ocupado buscando estabilizar día a día las variables, porque hoy un arbolito desestabiliza”, dijo De Mendiguren a la salida del encuentro, y sostuvo que la reunión tuvo como objetivo actualizar el estado de las distintas negociaciones y “no perder ni un minuto”, en el caso de que Massa llegue a la Presidencia.
Luego del encuentro empresarial, y descartado algún acto o concentración masiva, Massa cerrará su campaña con un encuentro con estudiantes del colegio secundario Carlos Pellegrini, siempre con la idea del “inicio de una nueva etapa”, con llamados a un “gobierno de unidad nacional” y la propuesta de ceder espacios protagónicos a la oposición en la Oficina Anticorrupción y el Banco Central, entidad que Milei propone cerrar si llega a la Casa Rosada el 10 de diciembre.
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