En el cuarto oscuro. Mía Colussi, la candidata trans que quiere ser intendenta

Mía Colussi sabía que no iba a ser fácil. No lo fue cuando se metió en política, ni cuando se vio obligada a ocultar su identidad sexual, ni cuando la discriminaron en actividades partidarias. Tampoco, dice, tendrá el camino allanado si gana la intendencia de Charadai, Chaco. Sería la primera mujer trans en llegar a gobernar un municipio en tiempos donde todavía queda mucho por hacer por los derechos de su comunidad.

Colussi competirá por primera vez a un cargo ejecutivo en su pueblo natal -ubicado a 100 kilómetros de Resistencia y donde viven unas 2500 personas- donde gobierna el justicialismo hace 25 años. En las próximas elecciones buscará arrebatarle el poder a Eladio Fabián Aguirre con una lista de unidad del radicalismo bajo el sello Chaco Somos Todos, que a nivel nacional apoya la candidatura de Mauricio Macri.

La discriminación fue un denominador común en los casi 20 años que lleva involucrada en la política chaqueña. Colussi nació hace 37 años y se crió en el seno de una familia ligada al radicalismo. Empezó a militar en la juventud del partido a los 18 de la mano de su padre, que tenía cargo en el Estado. Y aunque ya tenía clara su identidad, no pudo expresarla públicamente hasta mucho tiempo después. Según ella, los valores conservadores que priman en la provincia hubieran sido obstáculos para su desarrollo en el estudio y el trabajo. Por eso, disimuló.

"Yo lo llamo heteronormativa", dice en diálogo con LA NACION desde Resistencia. "Para recibirme e incluirme tuve que comportarme así. [Mi identidad] la vivía en mi vida íntima y personal. Tenía que ser muy cuidadosa para que eso no llegara al mundo laboral y al estudio", relata.

En el mientras tanto, se involucró en la juventud radical y comenzó a atravesar su transición de género, que finalizó cuando tenía 25 años. En ese tiempo empezó a militar por los derechos de la comunidad LGBT+, de la mujer, de las personas con discapacidad y de los adultos mayores. Después conformó el comité de UCR Diversidad en la provincia y, más tarde, lideró esa área a nivel nacional. Actualmente trabaja en la Legislatura chaqueña y en la sede provincial del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).

Con esas banderas enarboladas, Colussi buscó escalar peldaños dentro del radicalismo local, donde encontró resistencias. "Soy consciente de que no es fácil en este partido tradicional y conservador. Al principio eran todas miradas sobre mí. Había discriminación, la diversidad no tenía un espacio, pero siempre fui con respeto más allá de que pensaran distinto. A la gente hay que educarla, explicarles por qué necesitamos derechos", dice, mientras recuerda anécdotas de cuando la dejaron afuera de reuniones en la UCR.

Pese a las barreras, Colussi cree que la sanción de las leyes de matrimonio igualitario, de cupo trans y de identidad de género en la última década fueron útiles para combatir los prejuicios, pero asegura el trabajo no está concluido. "La discriminación no se va a terminar. Nosotros también tenemos derecho a tener una vida normal", asegura la candidata, que ve en un eventual triunfo electoral un nuevo mensaje simbólico hacia la inclusión.

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