Empleo público: creció el número de agentes, pero por la inflación se gasta menos que en 2013

CÓRDOBA.- En la última década el número de empleados públicos de todos los niveles de gobierno aumentó pero, a pesar de ese incremento, el gasto salarial real total del 2022 fue inferior al del 2013. La inflación alta y persistente desde 2018 es la que licuó la erogación. De gastar un total de $13 billones en 2013, se pasó a $11,5 billones en 2022. El dato deriva de un análisis realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) que dirige el economista Nadín Argañaraz.

En función del tamaño relativo de la economía, el Estado argentino gastó el año pasado dos por ciento del PIB menos en salarios públicos que lo que debería haber utilizado en caso de tener una planta de personal un 13% inferior (crecimiento poblacional desde 2013) y un salario real un 25% mayor al actual (manteniendo el de 2013). El periodo clave fue entre 2017-2020, cuando el salario real público cayó 20% y la planta subió tres por ciento.

Es decir, de haberse sostenido el nivel del salario real de 2013 en los tres niveles de gobierno -nacional, provincial y municipal- y la cantidad de trabajadores públicos hubiera crecido a igual ritmo que la población, el gasto salarial real anual debería haber sido a diciembre último $2.500.000 millones más de lo que fue.

Para graficar lo que significa ese monto, el Iaraf señala que es comparable, por ejemplo, con el gasto nacional en subsidios a la energía ($2.200.000 millones) y está por encima de lo destinado a Programas Sociales, $1.943.000 millones.

Si la planta de personal hubiera crecido como lo hizo pero se hubiera seguido pagando el mismo salario real que en 2013, el rubro insumiría $15,5 billones; superaría al gasto efectivo actual en $4 billones (35% más). Si, en cambio, la cantidad de empleados hubiera evolucionado en línea con la población y con iguales salarios reales que en 2013, se llevaría $2,5 billones más (22%).

El ritmo de crecimiento de la cantidad de agentes estatales cayó a partir de 2017, pero nunca dejó de ser positivo, salvo en unos meses de 2018. Entre enero de 2013 y diciembre ultimo, la planta de asalariados estatales consolidado se incrementó 26,5%: de 2.707.000 trabajadores a 3.423.000.

Para el período que va entre 2013 y 2022, el Indec proyectó una evolución poblacional del 9,1%, por lo que el empleo público aumentó 17,4 puntos porcentuales por encima del crecimiento del número de habitantes. Fueron unos 471.000 empleos desde el inicio del periodo ajustado por población.

El trabajo de la consultora divide la década analizada en dos, un primer segmento desde enero de 2013 hasta enero de 2018 y desde entonces hasta diciembre pasado. En la primera parte, la tasa de crecimiento promedio anual de la población fue de 0,9%, mientras que la de los asalariados públicos fue de 3,2%. En la segunda, los valores fueron 0,9% y 1,4%, respectivamente.

Si para esos dos subperíodos se pone la lupa en la evolución del poder adquisitivo del salario de los trabajadores del sector público, hasta enero de 2018 se mantiene relativamente constante y, después, cae de manera sostenida.

Julio de 2015 fue el mejor momento del poder de compra del salario estatal -tres por ciento mayor- y el peor, enero de 2021 con una pérdida real del 27%. La síntesis del Iaraf es que los ingresos de los trabajadores registrados públicos no lograron aumentar desde enero de 2013, a excepción de un corto periodo de tiempo en 2015 y “lleva meses de franco descenso desde enero 2018″.

En lo que hace al gasto en salarios del sector público -siempre en moneda constante de diciembre de 2022-, se muestra que entre 2013 y 2017 hay una tendencia positiva y el gasto consolidado aumentó $1,16 billones (8,9%). Fue la etapa en la que la planta de personal crecía y el salario real no caía.

En cambio, entre 2017 y 2022, esa dinámica se revierte; hay una caída del gasto de $2,54 billones (equivalente al 18%). La erogación máxima se registra en 2017 y la mínima en el 2020. En esta etapa, si bien la planta sigue aumentando, el salario real registra una fuerte baja, generando que el gasto real total disminuya.

Entre 2013 y 2022, el gasto bajó $1,38 billones (11%); esa disminución fue producto del recorte que hizo la inflación, ya que en el período la cantidad de empleados aumenta de manera constante y no hubo recortes salariales nominales.

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