"Como francesa, que goza de un derecho desde los años setenta, representante del gobierno francés, yo no puedo decir que no me gustaría que las argentinas tengan el mismo derecho que las francesas", dijo Claudia Scherer-Effosse, la embajadora de Francia en Buenos Aires, refiriéndose al debate sobre la legalización del aborto. "La salud y la mortalidad de las mujeres es muy importante. El aborto es una cuestión de salud también", afirmó.
En una entrevista exclusiva con Hablemos de otra cosa, por LN+, dijo lo siguiente:
- ¿Qué significa ser la primera embajadora mujer de Francia en la Argentina?
- Es una cosa que no me imaginaba que iba a tener tanto impacto. Me fascina desde que llegué. Muchas veces las personas con las cuales me encuentro y sobre todo las mujeres me dicen: "Estoy muy contenta de que Francia haya mandado una mujer como embajadora a la Argentina". Me siento muy orgullosa por eso, muy contenta de que el presidente francés haya decidido que en la Argentina, que es un país del G-20, un país muy querido de los franceses que cuenta en el escenario internacional, se mande a una mujer.
- El presidente Macron tiene muchas políticas de promoción a la mujer...
- Exactamente. Quiere desarrollar una diplomacia feminista. Quiere darle mucha importancia en todos los proyectos que tenemos en el mundo a ayudar a las mujeres. Y también en la diplomacia. Que el techo de cristal que existe en muchas administraciones no sea así para las mujeres.
- Es que la diplomacia fue durante mucho tiempo un territorio exclusivo de hombres y muy formal también...
- Sí, sí. Formal. Y para los hombres… Quizás era más fácil para los hombres ir muy lejos con la esposa que hacía todo el trabajo de ayuda. A los hombres les resultaba más fácil viajar.
- Estudiar ciencias políticas, como lo que es la carrera de relaciones internacionales también eran cotos cerrados del hombre. ¿A las mujeres les costaba entrar por ser un coto cerrado o porque no les interesaba a las mujeres? ¿Cómo lo ve?
- Lo que pasa en el ministerio de Relaciones Exteriores francés es que hay muchas mujeres pero no tienen los cargos importantes.
- El techo de cristal...
- El techo de cristal, sí, sí. Hay muchos funcionarios que entran por concurso, por examen y a diferentes niveles para diferentes cargos. En los cargos administrativos hay más mujeres que en los cargos ejecutivos.
- ¿Qué está pasando en el mundo de la diplomacia? También hay una mirada prejuiciosa desde afuera, como que están alejados de la sociedad...
-Estamos bien en contacto con la sociedad en la cual trabajamos. Quizás no se sabía tanto que los diplomáticos son gente como todos y tienen hobbies. Y les encanta estar bien conectados en la sociedad en la cual viven.
- A propósito de eso tenemos un video donde vemos uno de sus hobbies...
- Regresé hace dos meses y hace siete años que me había ido de la Argentina y en muchas cosas me parece que no cambió mucho el país, me resulta familiar. Pero hay cosas que han cambiado bastante y eso es justamente el tema de la movilización femenina una de las cosas en las que me parece que hubo mucho cambio. En la Argentina, pero también en el mundo. En Francia también el movimiento "Me too" sensibilizó a la temática.
- Otro territorio exclusivo del hombre que también se rompió es el del fútbol, ¿lo ve así?
- Sí, el fútbol femenino. Como hubo la copa del mundo de fútbol femenino en Francia, se habló mucho de ese tema en Francia. Y también hubo todo el tema de la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina. Y esta embajada siguió con mucho interés lo que hizo Macarena Sánchez, que acaba de ser designada al frente del instituto del fútbol. Nosotros seguimos con mucho interés lo que pasaba en lo que se refiere al fútbol femenino en la Argentina y su profesionalización. Mi predecesor recibió a Macarena Sánchez el día de la mujer el año pasado.
- ¿Qué aporta de distinto la mujer en la diplomacia? Porque somos iguales pero también somos distintos
- Es como para todo. No es solo la diplomacia. Es lo mixto. La visión diferente sobre los mismos acontecimientos. Es muy enriquecedor. Cuando hay que buscar soluciones siempre es muy interesante tener varias propuestas y me parece por eso muy interesante. Quizás las mujeres tenemos más sentido de lo concreto. Quizás sea una de las cosas que la visión de la mujer cambia.
- Estamos en pleno auge del "Me too" y Francia puso un matiz: hubo un manifiesto de personalidades donde parecía confrontar en un punto y hablaba de algo interesante, del derecho a importunar: ¿Qué es lo que Francia aporta a esta discusión?
- Ese texto provocó mucha polémica en Francia, muchísima. Algunas de las que firmaron luego dijeron que se les había ido la mano y que no quería decir eso exactamente. Es interesante que lo mencione porque recientemente hubo otro debate muy fuerte en Francia a propósito de la pedofilia. Y la libertad de importunar, creo que es la que firmaron de buena fe ese texto querían decir que quizás había riesgo de exceso de lo políticamente correcto. Pero también en ese momento del debate algunos me dijeron, y me parece que con mucha razón, no hay duda, importunar es importunar, no es algo positivo, no, nunca. No es por no tener iniciativa. Hay que darse cuenta de si uno es bienvenido o no.
- Todos los dogmas están en revisión. Y eso es bueno porque es un debate que está abierto...
- Sí, sí, exactamente.
-El tema es que no se creen nuevos dogmas. Hay un debate que se están dando en la Argentina y que vuelve que es el tema de la despenalización del aborto. Francia tiene superado esto hace mucho tiempo. ¿Cuántos años?
- En 1974, creo.
- ¿Qué recuerda? ¿Fue muy problemático, controversial?
- Fue un debate durísimo. Para la ministra Simone Veil, que era la ministra de Salud de esa época. Y recientemente cobró actualidad nuevamente porque el presidente francés decidió que Simone Veil que había fallecido, fueran trasladados sus restos al Panteón, que es el lugar en Francia donde están los hombres y mujeres ilustres. Y Simone Veil fue muy recordada por la batalla que tuvo para lograr eso. Porque en esa época mostraban imágenes de la Asamblea Nacional, las críticas, la violencia que hubo.
-Sin exponerla a una postura poco diplomática, ¿qué recomendación haría como francesa, que tiene tantos años esta ley en Francia, frente a un debate que recién comienza en la Argentina?
- No sé si recién comienza en la Argentina…
- No, tiene un rato…
- Y va a seguir. Es verdad cuando mencionaba en ese video que habían cambiado cosas en la Argentina. Yo estuve hace diez años en la Argentina. Entre tanto hubo el proyecto de ley que tuvo media sanción y no fue aprobada en el Senado. Ahora debería haber discusión en la sociedad. Como francesa, que goza de un derecho, desde los años setenta, representante del gobierno francés, yo no puedo decir que no me gustaría que las argentinas tengan el mismo derecho que las francesas. Y que el tema de la salud y de la mortalidad de las mujeres es muy importante. Tener en cuenta que es una cuestión de salud también.
-Otro tema que tienen superado ustedes en Francia por la propia lengua es el del lenguaje inclusivo. En la Argentina está teniendo cada vez más movimiento, incluso están incorporando el "les" que es del francés...
- El tema del lenguaje inclusivo fue también discutido en Francia. En la gramática lo masculino siempre gana. Esta supremacía masculina está escondida en muchas cosas.
- Pero en el idioma de ustedes está bastante superado...
- No, está bastante presente en la lengua francesa.
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