Elisa Carrió: "Yo sé que Cristina viene por todo, por eso debemos salir en defensa de la Constitución"
Mantiene su vida campestre en su chacra de Exaltación de la Cruz, pero abandonó la reclusión política. Aunque Elisa Carrió había dicho que se retiraba, mucho antes de lo previsto está de vuelta. Entiende que ciertas decisiones del Gobierno requieren de su regreso al ruedo, especialmente la reforma judicial. En la primera entrevista que hace en el año deja definiciones claves en contra de los movimientos del kirchnerismo, pero también hace señalamientos hacia adentro de Juntos por el Cambio. Una Lilita en estado puro.
-¿Cuáles son los motivos por los que está en contra de la reforma judicial?
-Básicamente me vi obligada a volver,primero porque había que dar una cohesión a Juntos por el Cambio (JxC), no hay rígidos o flexibles, hay posiciones firmes en materia de defensa de la Constitución. En muchas cosas se puede flexibilizar, pero no en materia constitucional, porque la Constitución no es flexible y es lo único que nos puede unir a todos los argentinos, cualquiera sea la ideología. La defensa de la Constitución es irrenunciable. Y el 17 de agosto, que es el aniversario de la muerte de quien nos dio la libertad, debemos pensar en la defensa de la Constitución, la verdad, la justicia, que es lo único que nos puede asegurar convivir entre nosotros.
-¿Eso implica que para usted la reforma es inconstitucional?
-No, lo que estoy diciendo es que hay un atropello institucional que es muy complejo y que involucra a todos los poderes del Estado. Hay un atropello institucional en el Senado con esta violación de la obediencia a las medidas judiciales; un atropello institucional cuando se dictan decretos prohibiendo reuniones familiares a lo largo y ancho del país; cuando tratan de remover a jueces naturales de las causas, como es el caso de Bruglia y Bertuzzi; cuando se agravia gratuitamente al presidente de la sala segunda de la Cámara Federal, Irurzun, y a su colega Cattani, sin los cuales ninguna de estas causas estaría viva en la Argentina. Son héroes de la Nación. Es decir, hay un atropello, y yo sé que Cristina viene por todo, y viene en estos seis meses. Es algo más allá del punto de la reforma. Este no es el momento de plantear un tema así. Por eso es el momento de defender lo que tenemos y de consolidar lo que tenemos para unir a los argentinos sobre la base no de un líder, sino sobre la base del derecho y de la Constitución. Es la única forma de unión.
-¿Por qué habla de que Cristina viene por todo en seis meses?
-Porque es un déjà vu. Eso pasó cuando ganó el Acuerdo Cívico en las elecciones en 2009 en todo el país, ahí empezaron las peores leyes en seis meses, incluso la ley de medios. Entonces ella tiene la última oportunidad porque el año que viene es electoral. Y por eso se vuelven más restrictivos con la pandemia, no quieren que la gente se manifieste, y yo creo que hay que manifestarse, de manera pacífica, garantizando la distancia. Y convoco especialmente a los adultos mayores, a las personas que tenemos algún riesgo de enfermedad o mayores a 60 años que no podemos asistir, pero sí podemos usar desde cada casa de la Argentina una cacerola para acompañar a los que se manifiesten físicamente o en auto. No es esto algo de JxC, yo estoy hablando de la Constitución, que defendí siempre. Y ella (Cristina) está sin límites, yo la conozco, está desesperada por su situación judicial, y es una persona que en algunos momentos, cuando se vuelve eufórica, no tiene límites. Dados algunos problemas personales, esa etapa eufórica e ilimitada es característica personal de Cristina, y yo no la juzgo, pero sé lo que viene y sé que el Presidente no la puede contener.
-Usted planteó muchas veces los problemas de la Justicia Federal. ¿No hay que reformar los tribunales de Comodoro Py?
-Pero yo nunca participé de las reformas judiciales, ni en la de Beliz, sobre todo porque en un sistema acusatorio lo que hay que crear es un buen cuerpo de fiscales y de policía judicial para que investigue. Es incompatible el aumento del número de jueces con el sistema acusatorio. Además hay muchos lugares de jueces vacantes.
-¿Hay que cambiar el número de la Corte o su funcionamiento?
-Pero eso no se hace en este momento. Cuando todas las personas involucradas están en manos de la Corte o llegarán a manos de la Corte, no hay que tocar la Corte. Yo le pedí el juicio político a Lorenzetti, pero nunca dije "aumentemos el número de miembros de la Corte para quitarle poder a Lorenzetti". Yo solo pedí juicio político para que lo destituyan. No creo en cambiar la instituciones, creo en consolidarlas. Además, del viejo Comodoro Py ya no queda casi nadie, con la ida de Canicoima Corral... (sic), habrá jueces malos y otros regulares, pero hay buenos jueces, algunos no serán valientes, pero en general, salgo algunas excepciones que todavía quedan, el viejo Comodoro Py está vaciado, quedan solo dos o tres jueces que son de la corporación vinculada a todo tipo de delitos.
-¿La estrategia judicial del Gobierno es similar a la del último kirchnerismo o hay diferencias?
-Sí, por supuesto hay discusiones, pero hay un liderazgo que tiene los votos y que define. Acá no hay una vicepresidenta, acá hay una presidenta. Él (Alberto Fernández) tiene una parte de las decisiones, pero no la puede manejar a ella, y ella no puede ser manejada tampoco ni por la propia Cámpora más moderada, ni por su propio hijo, por sus características personales. La conozco hace 25 años, sé cómo reacciona, sé cómo actúa, sé cuándo se desespera, sé que la impotencia la pone más negativa. Ella está armando un conflicto de poderes que nunca vi, con la minoría en el Senado, con la Cámara de Diputados, con el Poder Judicial. Y lo de Beraldi y Arslanian en la comisión es una inmoralidad porque Beraldi hizo el proyecto de reforma. Una cosa es el conocimiento y otra es la ética. Vos podés ser jefe de la mafia y tener tres doctorados en Harvard.
-¿Cristina sola arrastra a todo el oficialismo, a todo el Gobierno?
-En algún punto, sí. Pero tampoco es que el Presidente sea muy diferente. La política kirchnerista tuvo como jefe de Gabinete al actual presidente y la persecución que yo tuve fue del actual presidente, por mando de los Kirchner. No son cosas distintas, posiblemente se trate de distintos caracteres, pero en el fondo son iguales.
-Un tema que afecta al funcionamiento judicial, y que se le ha cuestionado también al gobierno de Cambiemos, es la incidencia de la AFI sobre la Justicia.
-Toda la vida impugné a la AFI, yo pedí la supresión de la AFI e impugné a Majdalani y a Arribas. Yo lo pedí al principio del gobierno de Cambiemos, y en esto son cómplices todos, porque ella es muy amiga de Larcher. Yo pedí una audiencia en la comisión de seguimiento de los organismos de inteligencia para contar las persecuciones que había en marcha. Por supuesto que estoy de acuerdo con el procesamiento de Majdalani. Pero esto es histórico en inteligencia, antes era Stiuso con Javier Fernández, siempre hubo interferencias, y esto es lo que hay que exterminar suprimiendo la AFI y dejando un órgano técnico para las cuestiones exteriores.
-Si comparte el procesamiento de Majdalani ¿es porque comparte que durante ese período se hicieron escuchas ilegales?
-La verdad es que las escuchas fueron a la cárcel, así que son legales. Fueron en el marco de una causa judicial que tenía que ver con un narcotraficante, y las escuchas fueron declaradas legales por el juez Villena, y después Villena se las remitió a Bonadio, por lo cual eso está firme
-¿Y las acusaciones de que Macri estaba detrás de las escuchas?
-No, yo no creo que esto sea de Macri. Es cierto que siempre la tuvo a Majdalani, y yo siempre me opuse y siempre se lo discutí, y le dije que le iba a traer consecuencias. Ella era íntima amiga de Larcher, porque son compadres, viven en el mismo country.
-¿Cómo evalúa la reacción de JxC ante la reforma judicial?
-La última reunión fue muy buena. Yo hablo casi todos los días con todos, con Rodríguez Larreta, con el exministro de Salud (Rubinstein), con María Eugenia, con Mario Negri, hasta con Mauricio. No hay problemas dentro de JxC. Pero yo no estoy buscando una candidatura, estoy tratando de acompañar una estrategia nacional que nos lleve a defender la república el año que viene. Es la Constitución lo que nos une, no es una cuestión contra Cristina. Esto es una entrega y una concentración de los poderes públicos. Y el decreto que dictó Alberto Fernández es un estado de sitio de hecho, que de prorrogarse en toda la Nación, con penas privativas de la libertad a las que está vedado el Poder Ejecutivo, sería entrar en una faz represiva, y eso es fascista. Pero no van a ganar.
-Pero ante esta agenda institucional, que era lo que simbolizaba Cambiemos, la gente terminó priorizando la agenda económica en las elecciones.
-Es que yo creo que también hubo errores en nuestro gobierno y que esos errores se pagan. De todas maneras, si hubiéramos empezado la campaña en marzo, la ganábamos. La única que hizo campaña de marzo a octubre fui yo. Solo el último mes lo convencí a Macri de que había que salir, y sacamos el 40%. La orden era que no había que salir ni acompañar a los candidatos en las provincias. Creo que por el miedo algunos jugaban a la derrota. Pero cometimos errores y no se pueden volver a cometer, no solo electorales, sino también errores de gobierno. El tema de la AFI, los peajes, el aumento de la energía que tenía que ser cuando estuvieran los medidores y con un esquema de pago a 10 o 12 meses. Es más, tuve discusiones con un amigo como Aranguren, quien además sabía que eran inconstitucionales los aumentos porque no hubo audiencias. Claro que hubo errores, pero también hubo una voluntad de cambiar la Argentina.
-¿Cómo evalúa el viaje de Macri a Europa, que generó mucho ruido?
-Esas cosas a mí no me interesan, porque finalmente un expresidente tiene derecho a estar donde quiera. A veces es mejor tener perspectiva. No es fácil dejar de ser presidente de un día para otro. Yo recuerdo a Alfonsín, que todavía creía que era presidente después de 20 años. Le hace bien al expresidente estar afuera para tomar perspectiva y darse cuenta de que no es mas presidente. Es difícil perder el poder, yo lo vi en muchos presidentes, menos en Illia.
-Su fuerza política se expresó en contra de una iniciativa por el juego en la ciudad.
-Sí, ahora estoy peleando por el juego también. Vamos a terminar siendo adictos porque habilitan a Cristóbal López, a todos los casinos, a que se juegue. Lo que pasó en España, la publicidad en los partidos de fútbol convirtió en adictos a muchos, subió el 800% el aislamiento. Yo quiero que se prohíba la publicidad y que no esté Cristóbal López, que está siendo juzgado ante la justicia. Estamos todos locos. Y esto no significa que mi trato con Rodríguez Larreta cambie. Pero ser adulto es saber decir que no.
-Pero Pro lo quiere votar a favor.
-Creo que sí, pero no sabemos. Nosotros dijimos que no, y va a ser no. Nosotros estamos afuera de todos los acuerdos. Que ellos decidan lo que quieran. Nosotros no conocemos ni la especulación ni el apriete. Y los demás son distintos. Estamos juntos porque tenemos cosas en común, pero no todas.
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