Elecciones. La amenaza peronista que tiene en alerta a Vidal
El año electoral es un viaje cuesta arriba para María Eugenia Vidal, lanzada a pelear la reelección en Buenos Aires con la estrategia que fijó la Casa Rosada, atada a la boleta presidencial de Mauricio Macri y sin contar con el colchón de un ballottage.
Con la imagen del Presidente muy afectada en la provincia, sobre todo en el conurbano, la gobernadora sabe que no puede conceder ninguna ventaja a sus rivales. Por eso, en estos días de preparativos tiene la guardia en alto por una amenaza latente del peronismo que, si se concretara, pondría en serio peligro su permanencia en el poder.
La especulación que circula en los cuarteles opositores -y que Sergio Massa llegó a comentar en público- es que el peronismo bonaerense presente un candidato a gobernador de consenso que vaya pegado a las boletas presidenciales del kirchnerismo, por un lado, y de Alternativa Federal, por el otro. Semejante jugada le pondría una cima casi inexpugnable a la gobernadora.
La maniobra, aunque muy compleja en términos políticos, es por ahora factible en términos legales. Las colectoras son un artilugio que el gobierno de Cristina Kirchner dejó vivo en la reglamentación de la ley de las PASO, a pesar de que el texto votado por el Congreso en 2011 pretendía acabar con ese tipo de engendro electoral. El propio Cambiemos se benefició de ese resquicio jurídico para garantizar su histórico triunfo de 2015 en Jujuy, donde Gerardo Morales fue candidato a gobernador enganchado tanto a la boleta de Macri como a la de Massa.
En el gobierno de Vidal se encendieron las alarmas. El jefe de Gabinete, Federico Salvai, ya avisó a la Casa Rosada que necesita ayuda para cerrarle esa vía ganadora a sus rivales. Según revelaron fuentes cercanas a la gobernadora, desde La Plata enviaron al Ministerio del Interior un informe con la solución posible. Se trata de una reforma del decreto 443/2011, de reglamentación de las PASO.
La norma en vigor consigna en el artículo 15 que a la hora de conformar las alianzas electorales "pueden establecerse acuerdos de adhesiones de boletas de diferentes categorías para las elecciones generales". La sugerencia de Vidal es que el Presidente modifique con otro decreto ese artículo, antes de firmar la convocatoria a las elecciones generales de octubre.
Fuentes del oficialismo calculan que eso podría ocurrir esta misma semana. Con ese cambio, la gobernadora quedaría facultada para convocar los comicios bonaerenses (y adaptar a la par la legislación provincial).
La opción de la unificación peronista en Buenos Aires es un tema de charla recurrente entre los distintos sectores del PJ provincial. Uno de los nombres que se suele mencionar como figura de consenso es el de Martín Insaurralde, actual intendente de Lomas de Zamora, que podría ser potable para Cristina, para Massa y para otros aspirantes de Alternativa Federal, como Juan Manuel Urtubey. Al bloque de los intendentes del conurbano les resulta una salida tentadora.
Aun así, parece una apuesta lejana. A Cristina Kirchner no le convence que nadie elija por ella el candidato bonaerense -su territorio-. Se sabe que su favorito es Axel Kicillof, un dirigente limitado para mostrarse como prenda de unidad. Tampoco el emergente Roberto Lavagna quiere saber nada con acuerdos políticos que incluyan al kirchnerismo (él empuja a Marcelo Tinelli para que se anime a competir por la provincia).
Pero Vidal no quiere sorpresas. "No podemos confiarnos. Si tenemos que perder, al menos no será por ingenuos", ironizó un dirigente que integra el comando de campaña de la gobernadora y espera que el decreto con el alivio llegue cuanto antes.
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