Elecciones en Formosa: reparten bolsones de comida en plena veda electoral y controlan el cruce ilegal de personas desde Paraguay
Desde galpones identificados con Isfrán se cargan camioneros que distribuyen alimentos; la ciudad es un muestrario del poder del gobernador en cada obra pública; el desafío de la Prefectura en el Río Paraguay
- 7 minutos de lectura'
FORMOSA.- El galpón pintado de blanco está situado sobre la avenida Italia, casi esquina Ayala, en un populoso barrio a 10 minutos de la Casa de Gobierno. Desde afuera, solo se advierte un gran cartel con el rostro del gobernador Gildo Insfrán y de su vice, Eber Solís. Hay una puerta, con un mostrador, donde una chica atiende a los que se acercan. Algunos buscan boletas para las elecciones del domingo. Les dan un paquete de papeletas azules del sublema 17 de octubre, con la foto de Insfrán, que lleva a Gustavo Fernández Patri como candidato a intendente.
Pero por sobre el hombro de la chica vestida de rosado se advierte la verdadera tarea que se desarrolla en el galpón: en una mesa larga se ordenan paquetes de yerba y botellas de aceite que un grupo de jóvenes colocan en bolsas de nylon transparentes que cierran con un nudo. Arman un bolsón individual con un paquete de cada producto, que luego se acumula en una montaña dentro del predio sin ventanas.
Los muchachos del galpón entregan a los enviados de LA NACION boletas electorales. Al querer saber sobre el destino de esos bolsones de comida afirman nerviosos: “Son para los comedores de nuestra agrupación”. No dieron permiso para sacar fotografías.
En plena veda electoral, el “trabajo social” no cesaba. Antes del mediodía, una camioneta Fíat oscura, que traía a la rastra un tráiler, se estacionó sobre la vereda de la avenida y los muchachos no tardaron en llenar la caja de la camioneta y el carrito hasta el tope con los bolsones de comida. La actividad no paró en todo el día.
En otro sector de la ciudad, a tres cuadras del río Paraguay, a unos 200 metros de la fábrica de Tanino, sobre la calle Paraguay al 300, otro depósito de mercadería, también tuvo trabajo frenético. En este lugar no había señales partidarias, ni de los candidatos.
Tampoco había bolsones familiares de comida, sino que es un depósito de mercaderías donde descargan camiones de proveedores, identificados con un cartel del Ministerio de la Comunidad, un área del gobierno provincial que brinda ayuda social a los vecinos. “Todos unidos. Gobierno de Formosa”, dice la cabina del Volvo.
En Formosa, el índice de pobreza es del 34,3 por ciento, según el informe de mayo pasado del INDEC, un poco por debajo del promedio nacional. El 13,2 por ciento de las personas son indigentes. Y la media del ingreso per capita familiar es de 36.774 pesos en el segundo semestre de 2022.
“La oposición viene denunciando el reparto de bolsones de alimentos en épocas electorales como un mecanismo clientelar”, dijo Fernando Carbajal, candidato a gobernador de Juntos por el Cambio. Una definición de clientelismo político es la que señala que es un intercambio de favores que se da entre clientes (ciudadanos), mediadores (punteros) y patrones (funcionarios o candidatos).
Consiste en usar recursos públicos a cambio de legitimación y apoyo electoral. La magnitud aplastante de la imagen del gobierno local, en la obra púbica, en la cartelería, en el sistema de salud, en las escuelas, en los modernos edificios públicos, según se advierte en una recorrida por la ciudad, hace parecer raro que el beneficiario de esa ayuda, pueda elegir otra opción electoral.
La ciudad está tapizada con el rostro de Insfrán. No solo en los carteles de propaganda electoral, sino también y fundamentalmente en cada obra pública. Son monumentales. Por ejemplo, una pileta olímpica climatizada, nunca vista en la Argentina. Con gradas, y un techo de más de 10 metros de alto, para albergar competencias internacionales que se disputan en los natatorios de 50 metros de largo por 25 de ancho. Un cartel señala: “En el modelo Formosa, el deporte es un derecho de todos”, y la gigantografía de Insfrán. El cartel señala que hubo dos licitaciones por casi 200 millones de pesos y hace un año que se está construyendo. Casi terminan.
Las obras públicas fastuosas se advierten en cada barrio: el hospital central que no entra en una manzana, un centro de hemoterapia que ocupa casi otra manzana cercana, está frente a un depósito provincial de vacunas que trabaja a destajo en la campaña contra el dengue. Se ve como fumigan casa por casa en la ciudad y como las vacunas se trasladan desde ese depósito.
Depedencia del Estado
Como buen caudillo peronista, la dependencia del Estado es probablemente la clave principal del poder de Gildo Insfrán en Formosa. “El 70% de los empleos registrados son del Estado”, explicó el diputado nacional Ricardo Buryaile, y señaló que ese es un mecanismo para infundir temor en los votantes. Carbajal contó en su acto de cierre de campaña que una docente le pidió una fotografía, y se sacaron una selfie. Pero de inmediato le pidió al candidato que no la subiera a sus redes sociales porque tenía temor de ser sumariada.
Formosa, que Insfrán señaló en la apertura de sesiones de este año que tiene un superávit de 6000 milllones de pesos, es una de las las provincias más favorecidas por el reparto de fondos de la Coparticipación Federal de Impuestos. En mayo, junto con Tierra del Fuego y Catamarca, recibió fondos equivalentes a más de 60.000 pesos por habitante en concepto de transferencias automáticas de recursos nacionales. En plata, en mayo recibió 37.240 millones de pesos. Por cada 1000 empleados privados registrados que hay en la Argentina, Formosa explica sólo 4. Es la menor cantidad (0,4%) junto a la provincia de La Rioja, según un relevamiento de la consultora Politikón.
Votantes que vienen de Paraguay
Si una de las estrategias que ayuda a la obtención del voto es el reparto de ayuda social, otra que aparece cada año como un recurso casi folklórico es facilitar la llegada de votantes desde Paraguay. Son personas que tienen nacionalidad argentina y que cruzan desde la vecina Alberdi, en la otra orilla del Río Paraguay.
Si lo hacen por la vía legal, se toman un ferri en Paraguay que los deposita en el puerto formoseño en el centro de la Ciudad, junto a la Prefectura, donde desemboca la céntrico Boulvevard 25 de mayo. Sale unos 800 pesos.
Claro que también está al día la vía ilegal. A un par de centenares de metros del puerto, se alza el Paseo del Río, un nuevísimo parque que inauguró el intendente local Jorge Yofre, con bajada de lancha municipal, y una playa de arena.
Alllí desde la orilla de paraguaya, arriban las lanchas con pasajeros ilegales, los dejan en la arena y vuelta a cruzar hacia Paragauay. Sale unos 1000 pesos el cruce. Una lancha rápida de la Prefectura Naval, con seis hombres y mujeres con casco, chaleco antibala, uniforme de combate con escudos transparentes protectores, patrulla ese sector del río, pero los lancheros paraguayos los vuelven locos.
Una lancha de casco rojo, llamada La Luna dejó a una chica en la costa argentina y regresó rápido. La patrulla argentina la corrió, la lancha paraguaya los esperó y cuando estaba cerca aceleró el fuera de borda a fondo y los dejó atrás.
En una hora, ayer, entre las 11.30 y las 12.30, cruzaron cinco embarcaciones que dejaron a sus pasajeros. La lancha rápida de la Prefectura los persiguió se acercó y los recibieron con una lluvia de piedras, que les tiran con gomeras. A veces les tiran con bulones y a veces con una escopeta. La Prefectura los corre hasta casi darles alcance y los paraguayos cruzan la mitad del río y buscan refugio en sus aguas lejos de la jurisdicción local.
O peor aun cuando la lancha de Prefectura persigue a una lancha paraguaya que cruza a la altura del paseo del río, otra lancha paraguaya, 600 metros aguas abajo, se apura y deja a sus pasajeros en otro lugar de la costa argentina, segura de que no llegarán a atraparla.
Por ese camino llegan personas sin documento, contrabando y en épocas electorales, votantes con doble nacionalidad, dispuestos a correr el riesgo.