Elecciones en Córdoba: quién es Luis Juez, el verborrágico retador que busca dar el batacazo y destronar al PJ cordobés
El senador protagonizó mil batallas contra De la Sota y Schiaretti; hoy encabeza su tercer y último intento por acceder a la gobernación; su talón de Aquiles en la pulseada
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CÓRDOBA.- A los 59 años, el senador nacional Luis Juez intenta por tercera vez convertirse en gobernador de Córdoba. De origen peronista, tuvo varias idas y vueltas con la alianza de Juntos por el Cambio (JxC) que integra y por la que es candidato. Verborrágico, sus chistes e ironías son su “sello” discursivo. Cuando esos impulsos viraron en arrebatos, fueron su cruz. Se mueve cómodo en los cruces típicos de la política y los medios. Su punto débil en la batalla electoral de este domingo es el resultado de su gestión como intendente de la ciudad de Córdoba.
Era presidente de la Juventud Peronista cuando, en 1991, tuvo su primera candidatura. Integró la lista a diputados provinciales que acompañaba a José Manuel de la Sota. No entró por el resultado de la elección (ganó el radicalismo liderado por Eduardo Angeloz) pero ocupó la banca en el ‘94 por la renuncia de un diputado.
Al año siguiente repitió la postulación y entró, esa vez con la lista peronista que postulaba al exjuez Guillermo Johnson como gobernador. Renunció en diciembre del ‘96 en desacuerdo con un aumento de dietas otorgado por el mandatario radical Ramón Mestre. Abogado de profesión, por esos años era síndico de Papel Prensa.
A fines del 2000, De la Sota lo designó al frente de la Oficina Anticorrupción, de donde lo echó dos años después por denuncias que hizo en contra de algunos de sus funcionarios, entre ellos, la entonces esposa y secretaria general de la Gobernación, Olga Riutort (con quien se alió en 2019 para pelear por la Intendencia capitalina).
“El gobierno de Córdoba es esencialmente corrupto”, dijo Juez cuando lo destituyeron. Fundó el Partido Nuevo, con el que llegó a ser Intendente de Córdoba con un triunfo histórico, ya que logró 56,27% de los votos.
Pero su gestión capitalina nunca despegó: recibió un municipio en ruinas del menemista Germán Kammerath y el enfrentamiento con el gobernador De la Sota se multiplicó a todos los niveles. La municipalidad de Juez llegó a recibir una moneda de un peso como toda coparticipación provincial. Juez se acercó a Néstor Kirchner. “Soy fanático de Talleres, La Mona y Kirchner”, llegó a decir. Luego denunciaría al expresidente por presionar para que ingrese el juego en la ciudad de la mano de Cristóbal López. La gestión municipal de Juez concluyó con un 28% más de empleados y la incorporación masiva de personal a la planta permanente. Un recuerdo que no se borra en el electorado, que representa el 37% del padrón provincial.
Terminado ese capítulo municipal, fue candidato a gobernador por el Frente Cívico en 2007; perdió frente a Juan Schiaretti por menos de un punto y desde entonces asegura que le “robaron” la elección. La Justicia confirmó la victoria del oficialismo provincial por una ventaja de 17.734 votos.
Después de esa derrota se publicó una biografía de Juez, “La balada de la ética y el poder”, con prólogo de Norma Morandini. En 2009 ganó una banca de senador nacional y, estando en ese cargo, dos años después, compitió de nuevo para gobernador y fue derrotado por De la Sota. Entonces reconoció rápidamente su derrota: “Hoy le toca festejar a otro, somos personas de bien, cuando perdimos perdimos”, dijo.
Se sumó a la alianza con la Unión Cívica Radical y Pro en 2015 y su convivencia pasó por diferentes momentos. Ese mismo año, días antes de las PASO nacionales que lo postulaban a senador nacional (y en las que ganó con comodidad), decidió patear el tablero y presentarse como candidato a intendente por fuera del acuerdo: perdió, juró como concejal.
Un mes después renunció para ser embajador en Ecuador, de donde salió eyectado en 2017 después de haber dicho en una entrevista que se había cambiado la camisa “para que no digan que este mugriento agarró hábitos ecuatorianos”.
En 2019, la alianza se rompió en Córdoba y se presentaron dos radicales, Mario Negri y Ramón Mestre, para la gobernación. Juez compitió por la intendencia, donde quedó segundo a 17 puntos de Martín Llaryora, con quien ahora compite. Tercero quedó Rodrigo de Loredo, el radical que, en esa campaña, dijo que la gestión municipal de Juez había sido una “catástrofe”.
Durante toda esta campaña e incluso hoy, a la hora de votar, Juez y De Loredo se mostraron codo a codo. El senador quería que el diputado fuera su vice, por su buena imagen en la ciudad capital. Pero De Loredo decidió postularse para la intendencia, que irá a elecciones el 23 de julio. A Juez lo terminó acompañando Marcos Carasso, presidente de la UCR cordobesa.
Hace dos años, siendo diputado nacional, Juez fue elegido senador. Derrotó en las PASO de JxC a la lista avalada por Mauricio Macri: fue la única derrota del expresidente en estas tierras. Desde entonces quedó instalado para intentar esta, su tercera puja por la gobernación. Una encuesta resolvió que fuera él, y no De Loredo, el candidato.
Con el expresidente tuvieron muchas diferencias y críticas cruzadas; firmaron la paz hace unos meses y los terminó de acercar la propuesta de Horacio Rodríguez Larreta de sumar a Schiaretti para una PASO ampliada. Esa iniciativa también fue determinante para que Juez, quien acompañaba al jefe de Gobierno porteño, quedara muy cerca de Patricia Bullrich.
Hoy, Juez, busca por tercera vez arrebatarle la gobernación al peronismo. Dijo que este será su último intento. Si no lo lograra, resta ver si un impulso no lo devuelve a la pelea.