Elecciones 2023 | Tras la seguidilla de escándalos, Kicillof pidió “dar la cara” en la provincia y dijo que “ningún trabajador puede votar a la derecha”
En una caravana, el gobernador abrió una triada de actos en Berisso; pasó por Florencio Varela y terminó en La Matanza; buscó dejar a atrás el “yategate” de Insaurralde y el caso “Chocolate”
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Desde el “kilómetro cero del peronismo”, en Berisso, el gobernador Axel Kicillof llamó a “dar la cara” en la provincia de Buenos Aires e “iniciar una gran gesta” a nivel nacional, tras los escándalos del yategate de Martín Insaurralde y el caso “Chocolate”. Fue en el inicio de una serie de actos que encabezó para reactivar su campaña, con una parada en Florencia Varela y el cierre en La Matanza, donde se le sumaron Máximo Kirchner y el ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa.
“Arrancamos desde donde empezó la dignidad a ponerse de pie y el Estado a reconocer los derechos de nuestro pueblo. Es acá donde indefectiblemente teníamos que iniciar este empujón final que llevará a Sergio Massa a la presidencia de la Nación”, destacó Kicillof. Además, reconoció que al gobierno le “puede faltar distribución y salarios”, pero –sin dar nombres propios– manifestó que “con los derechos de los trabajadores conquistados ningún paso atrás” y advirtió que “ninguna familia ni ningún trabajador puede votar a la derecha”.
“Están planeando destruir conquistas historias del pueblo trabajador y de los sectores medios y cambiar la matriz productiva que es orgullo de nuestro país y de la región; quieren terminar con la industria nacional, la ciencia y la tecnología e ir en contra nuestra soberanía; se pasan por no sé dónde los derechos humanos y la lucha de Malvinas”, arremetió Kicillof y remarcó, en tácita referencia a Javier Milei: “Están equivocados si creen que gritando en canales de televisión las mamás y los papás van a poder pagar el jardín, la primera y la secundaria”.
Kicillof también alertó que “uno de estos candidatos puede llegar a la presidencia para vender y negociar las Malvinas y cuarenta años de democracia”. También afirmó que “niegan el terrorismo de Estado y discuten si fueron 30 mil, ponen en riesgo lo que es la construcción histórica más importante de este período”. En el arranque del periplo, el gobernador también hincapié en la elección local de La Plata. “Vamos a poder tener al peronismo y devolverle a nuestra provincia una capital que hace tiempo que no tiene, que exprese el orgullo y la fuerza de la provincia”, dijo.
El gobernador de Buenos Aires se mostró junto a su vice y compañera de fórmula, Verónica Magario; el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque; el ministro de Trabajo de la provincia, Walter Correa; su par de Seguridad, Sergio Berni; y su asesor y “mano derecha” Carlos Bianco. Además, estuvo con el candidato a intendente de La Plata, Julio Alak; el intendente de Ensenada, Mario Secco; y la presidenta del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout. Entre las figuras sindicales, se destacaron las presencias del titular de la CTA, Hugo Yasky, y del secretario general de Suteba, Roberto Baradel.
Pasar la página
La coalición oficialista UP busca dar vuelta la página a una recta final de una campaña envuelta en escándalos. En especial, por la filtración de las imágenes del exjefe de Gabinete Insaurralde, de viaje por Marbella junto a la modelo Sofía Clerici. Los festejos con champagne en un yate por el Mediterráneo de un hombre clave en el armado del oficialismo exhibieron una postal delicada para el peronismo. También por Julio “Chocolate” Rigau, el puntero del PJ grabado mientras operaba con 48 tarjetas de débito, un caso que salpicó a diversas fuerzas políticas en la Legislatura bonaerense.
A falta de dos semanas para las elecciones, las consecuencias se verán en las urnas, coinciden los armadores, que esperan desactivar a tiempo una nueva sangría de votos en favor del discurso libertario contra “la casta”, que en la provincia podría favorecer a Carolina Píparo, la candidata de La Libertad Avanza. En ese sentido, el peronismo puso el foco en sacar mayor músculo en el territorio. Por eso Kicillof se mostró este sábado con Massa en La Matanza, hacia el final de su recorrida de campaña.
El puntapié de la triada de actos de Kicillof se dio en la esquina de Nueva York y la calle 169 de Berisso, donde se ubica el monumento del “kilómetro cero del peronismo”, en conmemoración de la multitudinaria caravana de trabajadores frigoríficos que se realizó hacia la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945 para exigir la liberación de Juan Domingo Perón, detenido por entonces en la Isla Martín García. Al gobernador lo acompañó un grupo de unos 700 militantes, gremialistas y organizaciones sociales, entre las que estuvieron los sellos del Movimiento Evita, Barrios de Pie, la seccional local de Uocra, del SUPA y de los trabajadores de ATE.
En un enérgico discurso, el intendente de Ensenada, Mario Secco, llamó a militar como nunca contra “ajuste, palo y garrote”, y pidió “calle, calle, calle” para lograrlo. Además, se deshizo en apoyos a Kicillof: “No es una marcha cualquiera, estamos acompañando al gobernador que puso a la provincia de pie, aquel que defendió la escuela pública como ninguna, estamos acompañando a ese gobernador que puso a los hospitales para que el pueblo tenga la atención pública y gratuita; no estamos acompañando a cualquiera. Por otro lado, pidió “que Julio Alak sea intendente” para que “La Plata deje de comerse este garrón” y “lograr una región capital unida”.
La caravana hacia Florencia Varela fue encabeza por Kicillof alrededor del mediodía. Lo hizo arriba de un Renault Clio. El coche del gobernador fue conducido por el asesor Bianco, seguido por un camión descapotable que trasladó a la dirigencia que llegó a Berisso y una fila de alrededor de seis cuadras con micros, colectivos y autos particulares de la militancia. En el Cruce de Varela, punto de encuentro del segundo acto, la convocatoria se multiplicó y se sumaron el intendente local Andrés Watson (Florencio Varela), la jefa municipal de Quilmes, Mayra Mendoza; así como también el secretario general de la UOM, Abel Furlán.
“Tenemos que llegar a esos vecinos que aún no están convencidos de que el mejor proyecto para nuestro país, para la provincia y para cada uno de nuestros municipios es la boleta completa de Unión por la Patria”, enfatizó Mendoza, una de las oradoras del acto en la zona sur del Gran Buenos Aires. Los ejes discursivos de los actos de Berisso y Varela giraron en torno a tres temáticas: revertir el resultado a nivel nacional, ponderar la gestión de Kicillof con pases de facturas al macrismo y focalizar en la amenaza para “los derechos” y los servicios públicos ante un triunfo de Milei.
“Daño a la política”
En las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Buenos Aires, la lista de UxP que encabezó Kicillof quedó primera ubicación con el 36,4% (2.891.276 votos). En segundo lugar llegó Juntos por el Cambio (JxC) con el 32,9%, producto de la totalidad de los votos de la interna que Néstor Grindetti (1.224.508) le ganó con lo justo a Diego Santilli (1.200.887). El podio lo completó La Libertad Avanza, que dio la sorpresa apalancada por el triunfo de Milei en la Primarias presidenciales, con la candidatura de Píparo, que obtuvo el 23,8% (1.886.335 sufragios).
Previo al inicio de la caravana de dirigentes y militantes que fue de Berisso al Cruce de Varela, donde se llevó a cabo el segundo acto, Andrés “Cuervo” Larroque dijo a LA NACION que la votación del 22 de octubre en la provincia de Buenos Aires “pasa más por reconocimiento a la gestión de Axel” y valoró que, “en un contexto muy complejo se obtuvo un triunfo en las PASO”. Por otro lado, el ministro de Desarrollo Social evitó elegir entre Grindetti o Píparo sobre cuál será el rival a vencer del oficialismo bonaerense en la próxima contienda electoral. “La gente decidirá quién de los dos que vienen atrás es el que mejores condiciones tiene para disputar”, expresó.
Alejado de la conducción de La Cámpora, organización que comandó durante 15 años y cuyo poder dejó a principios de marzo pasado, Larroque dijo sentir “mucha pena y mucho dolor” por el caso de Insaurralde, ya que “se le hace un daño a la política, al peronismo y a la militancia”. Además, expresó que “son situaciones muy contradictorias” y remarcó: “No tiene nada que ver con la esencia de nuestra concepción política”. En tanto, consultado por las posibles consecuencias del escándalo en las urnas, opinó: “Es una situación que tenemos que sobrepasar, aunque seguramente va a traer algún costo. Lo importante es que tanto el gobernador como Massa actuaron de forma inmediata”.
En cuanto a la campaña de Massa, destacó que “está muy bien” y comentó que “se pudo generar verdadera campaña a partir de las PASO”, ya que “antes de eso él estaba muy condicionado por el acuerdo con el Fondo y también era poco tiempo porque fue la última fórmula que se conformó”. Sin embargo, hizo hincapié en la situación económica: “Por supuesto, la coyuntura económica no es ajena al contexto electoral y claramente es uno de los principales elementos por los cuales podemos explicar el resultado de las PASO”. Y completó: “Me parece que la ciudadanía puede tener la tranquilidad de que la idea es dar una vuelta de página respecto a los errores de este tiempo reciente”.
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