Elecciones 2023 | ¿Supervivencia o extinción? El balotaje mantiene en vilo a Macri y Bullrich y redefine el rol de Juntos por el Cambio
El resultado de la compulsa entre Massa y Milei acelerará la reconfiguración del espacio opositor; confiados en un triunfo del libertario, el expresidente y la titular de Pro arengaron a los fiscales en una reunión por Zoom a horas de la elección
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El balotaje de este domingo entre Javier Milei y Sergio Massa es visto como una bisagra en la historia de Juntos por el Cambio, la coalición que nació en 2015 para vencer al kirchnerismo y que atraviesa en la actualidad una crisis casi terminal por la debacle electoral del 22 de octubre.
El resultado de la segunda vuelta marcará a fuego la reconfiguración del sistema político. Y nada volverá a ser igual en JxC, cuyo porvenir aún es incierto, pese a la división que provocaron entre sus figuras la dura derrota en los comicios y el pacto inconsulto que sellaron Mauricio Macri y Patricia Bullrich con Milei para frenar a Massa.
A la luz del veredicto de las urnas, nacerá una nueva era en JxC, sobre todo, para Pro y el radicalismo, las dos fuerzas con mayor capital político y estructura territorial del espacio. Es que si Milei se consagra presidente, es probable que Macri y Bullrich se desprendan definitivamente de sus antiguos socios y avancen en la construcción de una nueva alianza con los libertarios. ¿Será una coalición parlamentaria o de gobierno? Son detalles a discutir.
En tanto, un triunfo de Massa también pondrá a prueba la resiliencia de Juntos, ya que el ministro de Economía anticipó que convocará a opositores para integrarlos a su administración y cumplir su promesa de unidad nacional.
Al fin y al cabo, tanto el eventual escenario de co-gobierno con Milei como la virtual amenaza de cooptación de Massa, pondrán a prueba la capacidad de supervivencia de JxC, un espacio sin liderazgos nítidos ni conducción política, que sufrió una merma en su masa electoral y perdió su identidad tras una prolongada y desgastante disputa interna por el poder. ¿Podrá JxC evitar su extinción?
Los referentes del conglomerado opositor mirarán la instancia decisiva desde las gradas. Con los expostulantes presidenciales Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta fuera de la competencia, Macri volvió a tener un rol gravitante. En apuros por la dura derrota de la candidata que patrocinó hasta la elección general, el fundador de Pro promovió una alianza con Milei con el fin de impedir que Massa pueda conquistar la Presidencia. En busca de una reivindicación y convencida de que JxC se había convertido en un instrumento ineficaz, Bullrich optó por integrar el eje Macri-Milei, una jugada que profundizó la ruptura en la alianza fundada por Pro, la UCR y la Coalición Cívica en 2015.
La premura de Macri y Bullrich para pronunciarse a favor de Milei tras la cumbre secreta en Acassuso no solo enervó a los popes radicales, Larreta y Elisa Carrió, abanderados de la neutralidad, sino que incomodó a los gobernadores y mandatarios electos de JxC, quienes militaron la posición prescindente con el propósito de preservar la unidad de la fuerza en el Congreso y de garantizar una alternativa de gobierno a futuro, sea proclamado Massa o Milei. Dicho de otro modo: consideran que el rol de JxC es ser opositor al próximo presidente y consideran que no existen incentivos para apurar una ruptura. En rigor, ellos prefieren no comprometer ahora el capital político que ganaron en sus distritos y evitar romper relaciones con el nuevo gobierno, ya que deberán gestionar tanto con Massa o Milei.
Macri y Bullrich aguardan con ansiedad el desenlace de la compulsa entre Milei y Massa. Los últimos sondeos que llegaron a las manos del expresidente y de la titular de Pro los llenaron de entusiasmo. Sueñan con vencer a Massa con amplitud y ya se imaginan como garantes de la gobernabilidad. Es más, descuentan que habrá que rediscutir los términos del acuerdo con el libertario para fortalecer su administración y no descartan nutrirlo con dirigentes de su confianza. Macri y Bullrich se jactan de haber logrado que una mayoría de los votantes de JxC -que cosechó el 23% en los comicios generales del 22 de octubre- acompañen su decisión de apoyar a Milei y confían en que se volcarán por la boleta de LLA en el balotaje. Según el estudio que recibió Bullrich esta semana, un 80% de los más de seis millones de sufragios que obtuvo en octubre (JxC cosechó un 23%, cinco puntos menos que en las PASO) se inclinarán por Milei. Macri, en tanto, repasó encuestas y quedó muy conforme: cree que el libertario podría sacarle una ventaja de más de cuatro o cinco puntos al libertario. Antes de la veda, pidió que los indecisos no voten en blanco y respalden a Milei para impedir que Massa desembarque en la Casa Rosada.
Tanto Bullrich como Macri se concentraron en reforzar el operativo de fiscalización de LLA, una convivencia que generó cortocircuitos. Consideran que el aporte de Pro a la estructura de los libertarios podría ser determinante en caso de que la compulsa entre Massa y Milei sea reñida. De hecho, los dos participaron hoy de una cumbre virtual convocada por Cristian Ritondo para definir detalles del operativo para fiscalizar en Buenos Aires. También estuvieron Javier Iguacel, Martín Yeza y los encargados de las seccionales bonaerenses. “Mañana es un día histórico para terminar con el kirchnerismo”, arengó Macri.
Si bien Macri estuvo hiperactivo -levantó el perfil mediático en el tramo final para pedir a sus feligreses que acompañen a Milei y no voten en blanco-, los colaboradores del expresidente ponen paños fríos respecto de la chance de que haya un co-gobierno con el libertario en caso de que gane los comicios. Aclaran que el apoyo político se limitó por ahora a la fiscalización y reforzar la batalla mediática con el kirchnerismo. A futuro, aseguran, le dará asistencia a Milei en el Congreso o lo ayudará a traer inversiones con sus contactos en el exterior, pero no integrará la administración ni planea aceptar un cargo de “súper-embajador”. “Será un consejero”, aventura uno de los jefes de Pro.
Macri repite que JxC se debe un debate interno sobre su identidad. La bandera del antikirchnerismo ya no es suficiente. En rigor, el expresidente aspira a recuperar centralidad y sumar adhesiones a su sector para aislar a sus detractores -los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau, Carrió, que viajó a Uruguay y no irá a votar, y Larreta o María Eugenia Vidal- si Milei se consagra el domingo. En el polo moderado de JxC se alistan para reagruparse en un espacio de centro, lejos de los extremos, y sumar a peronistas no K, como Juan Schiaretti. El rearmado comenzará en Diputados, donde el próximo presidente lidiará con un escenario fragmentado. Tanto Larreta como sus aliados especulan con que un traspié en una eventual gestión de Milei fortalecería las posibilidades de una propuesta dialoguista y socialdemócrata.
Mientras Macri se enfoca en evitar que gane Massa, Bullrich planifica sus pasos como si ya se hubiera desprendido de JxC. La exministra cree que perdió porque el “envase” de la coalición “envejeció” y ya no representa una alternativa de cambio y poder frente al kirchnerismo. En su entorno se entusiasman con la repercusión que generó su presencia en el cierre de campaña de Milei en Córdoba. Consideran que la exministra podría ser reivindicada pese a la dura caída en los comicios de octubre en caso de que La Libertad Avanza salga vencedor de la compulsa decisiva del domingo.
Mañana está invitada al búnker de Milei junto a una comitiva reducida de Pro. Aún no está definido si asistirá, pero es probable que aparezca en el hotel Libertador en caso de que el economista se convierta en presidente.
“El gran desafío que tenemos, independientemente de lo que vaya a pasar el domingo, es construir una fuerza política transversal que tenga la nitidez de no tener contradicciones tan fuertes y permanentes. Eso hace que la gente no entienda hacia dónde vas. Eso fue Juntos por el Cambio en los últimos años”, sintetizó Bullrich durante un encuentro con sus leales de Pro antes de los comicios.
Nueva alianza
Milei y Bullrich ponen los cimientos de una nueva alianza de derecha en la Argentina. Apadrinados por Macri, el líder de La Libertad Avanza y la titular de Pro estrechan lazos después de su reconciliación. Si bien Milei visualiza a Macri como el jefe de Pro, la exministra se volvió a ganar la confianza del líder de La Libertad Avanza. Él le agradece que haya decidido apoyarlo con vistas al balotaje con Massa apenas 48 horas después de la dura derrota en las urnas. Ella cree que el economista antisistema logró representar mejor la demanda de cambio en la sociedad.
Tras una disputa encarnizada, ambos se disculparon por las ofensas. Hicieron “tabula rasa”, como propuso el libertario, y olvidaron las acusaciones cruzadas que agitaron la campaña. Ella le había dicho que sus ideas eran “peligrosas” y “malas”. Él la había calificado de “terrorista” y “montonera tirabombas”. Sin embargo, dieron vuelta la página. Argumentan que el objetivo es impedir que el kirchnerismo siga en el poder o que Massa inicie un nuevo ciclo hegemónico del peronismo.
A lo largo de la conversación, Bullrich le mostró “información” sobre una supuesta campaña sucia de Larreta contra el libertario antes de las PASO. Según Milei, la exministra le explicó que ella no había sido la autora de los ataques. Es decir, que Larreta la habría usado como mascarón de proa para desgastarlo. Será difícil que el jefe porteño reponga el vínculo con Bullrich y Macri después de los últimos desplantes. “Ya nada será igual”, resume uno de los altos mandos de JxC.
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